


El ÁCIDO FÓLICO es un tipo de folato.
El término folato se utiliza para describir las diferentes formas de VITAMINA B9:
Entre ellas hay diferencias. Por ejemplo, el ÁCIDO FÓLICO es más estable frente al calor y a la luz y esto supone una importante ventaja frente a los otros folatos.
La vitamina B9 está presente de forma natural en muchos alimentos, incluidos vegetales, frutas y zumos de frutas, hígado de vaca, nueces, guisantes, etc.
La vitamina B9 es fundamental para los procesos celulares básicos, como la síntesis del ADN y la formación y el crecimiento de distintos tejidos, tanto maternos como fetales.

El ÁCIDO FÓLICO ayuda a desarrollar con normalidad el tubo neural del bebé, que se convertirá en el cerebro y la médula espinal.
Es la única forma de folato que ha demostrado eficacia clínica en la prevención de los defectos del tubo neural, como la espina bífida o la anencefalia.
La suplementación con ÁCIDO FÓLICO ha demostrado reducir casi un 70% la incidencia de defectos del tubo neural.

El tubo neural comienza a formarse a los pocos días del inicio del embarazo.
Hacia la 4ª semana (es decir, a los 28 días desde la fecundación) se produce el cierre del tubo neural, que se convertirá en la médula espinal y el cerebro del bebé.
Esto es importante, porque muchas mujeres descubren que están embarazadas cuando ya se ha cerrado el tubo neural. De ahí la importancia de suplementar con ÁCIDO FÓLICO desde que decides “me quiero quedar embarazada”, al menos 2 o 3 meses antes de la concepción. Es la manera más eficaz y sencilla de reducir el riesgo de defectos del tubo neural.

Los defectos del tubo neural son malformaciones que ocurren con poca frecuencia, pero que tienen graves consecuencias. Para disminuir el riesgo de que aparezcan, lo mejor es prepararse para el embarazo:

El ÁCIDO FÓLICO ha demostrados ser eficaz en todas las mujeres, incluidas aquellas con variantes de la enzima Mthfr.

De forma general, 400 µg diarios de ÁCIDO FÓLICO es la cantidad recomendada para todas las mujeres.
Dosis mayores de ÁCIDO FÓLICO pueden precisarse en mujeres con mayor riesgo (por ejemplo, si padece alguna enfermedad previa o ha tenido embarazos previos con defectos del tubo neural) o en situaciones de mayor necesidad (como en estados deficitarios, tras la discontinuación de los anticonceptivos hormonales, o en embarazos gemelares).
Tu médico te recomendará la dosis adecuada a tu situación. Es importante seguir sus pautas. Evita consejos de redes sociales que contradigan el criterio profesional de tu médico. Podrías estar asumiendo un riesgo desconocido para ti.


A los 28 días de la fecundación finaliza la formación del tubo neural del bebé. Suele ocurrir que las mujeres se den cuenta de que están embarazadas en su primera falta, eso es aproximadamente en la 4ª o 5ª semana de embarazo.
El tubo neural en ese momento ya está muy avanzado en su formación. Puede que incluso haya terminado de cerrarse.
Por ello, la suplementación previa al embarazo, de 2 a 3 meses antes, con un mínimo de 400 µg de ÁCIDO FÓLICO a diario, es una actuación sencilla y muy eficaz en la prevención de los defectos del tubo neural.


Durante el embarazo se siguen desarrollando los distintos órganos del feto. El ÁCIDO FÓLICO (vitamina B9) es fundamental para los procesos celulares básicos.
Los principales organismos, como el Ministerio de Sanidad, y sociedades científicas como la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología, que reúne a los ginecólogos españoles, recomiendan suplementar a diario la dieta durante el embarazo con 400 µg de ÁCIDO FÓLICO de forma general. En algunos casos el médico puede recomendar dosis mayores ajustándose a las características de la mujer.

El ÁCIDO FÓLICO es la única forma de folato con eficacia clínica demostrada en la reducción del riesgo de defectos de tubo neural. Otras formas de folato distintas al ÁCIDO FÓLICO (l-metilfolato, 5MTHF…) no cuentan con esta evidencia.
El ÁCIDO FÓLICO es diferente a otros folatos:

Las verduras y otros alimentos pierden la mayor parte de folatos que contienen al cocinarlos, exponerlos a la luz y al lavarlos, ya que la B9 es una vitamina que se destruye con el calor y la luz.
“El folato que tomamos a través de la dieta es muy inestable, ya que el calor, la cocción o la exposición lumínica hacen que su biodisponibilidad sea muy baja”, explicó el Dr. Javier Ruíz Labarta, especialista en ginecología y obstetricia en el Hospital Gregorio Marañón (Madrid), en un debate organizado por la Asociación de Informadores de la Salud (ANIS), la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria (FAECAP) y RedMadre.
En cambio, ni el calor ni la luz afectan al ÁCIDO FÓLICO y su biodisponibilidad está cercana al 100%.


Es posible que hayas escuchado que si tienes una variante de Mthfr debes evitar el ÁCIDO FÓLICO y tomar otros tipos de folato. Sin embargo, esto no es cierto. La evidencia científica confirma que las personas con una variante del gen Mthfr pueden procesar todos los tipos de folato, incluido el ÁCIDO FÓLICO de manera eficaz y segura. El ÁCIDO FÓLICO es el único tipo de folato que ha demostrado ayudar a prevenir los defectos del tubo neural en todas las mujeres.

El ÁCIDO FÓLICO es una vitamina hidrosoluble, lo que quiere decir que nuestro organismo no lo acumula. El ÁCIDO FÓLICO que no es utilizado por el cuerpo, llamado "ÁCIDO FÓLICO no metabolizado”, va a los riñones y lo expulsa a través de la orina. Por lo tanto, como no se acumula en el organismo, es necesario hacer la ingesta recomendada a diario.

Los estudios demuestran que ingerir suplementos con 400 µg de ÁCIDO FÓLICO a diario es efectivo en todos los genotipos, y que se consiguen los umbrales óptimos para prevenir los defectos del tubo neural (DTN). Esta eficacia y seguridad se ha demostrado desde hace más de 30 años al reducir la incidencia de DTN.
El peligro es tomar suplementos con menos cantidad de los 400 µg de ÁCIDO FÓLICO y/o no tomarlo todos los días, porque puede hacer disminuir la eficacia en cualquier mujer, independientemente de su genotipo.

El ÁCIDO FÓLICO también se puede encontrar con la denominación específica Ácido Pteroilmonoglutámico.
El 5-MTHF, el L-metilfolato o los llamado folatos activos son formas de folato distintas al ÁCIDO FÓLICO sin evidencia científica en la reducción de defectos del tubo neural.
El ÁCIDO FÓLICO es la única forma de folato que tiene evidencia científica en la reducción de defectos del tubo neural.
En este sentido es importante revisar el etiquetado del suplemento para asegurarse de que contiene ÁCIDO FÓLICO.
Se desconoce la eficacia para otras formas de folato distintas al ÁCIDO FÓLICO.
Desconfía de los etiquetados con la mención folato “natural”. El folato natural solo está presente en frutas y verduras (no en ninguna forma de suplementación).