Un probiótico favorece el desarrollo de la placenta y el feto
Una bacteria intestinal, presente en muchos probióticos, la Bifidobacterium breve, influye en la estructura de la placenta y por lo tanto favorece que los nutrientes le lleguen al bebé que crece dentro del útero. A esta conclusión ha llegado un estudio realizado en ratones de la University of Cambridge, en Reino Unido, publicado en la revista Cellular and Molecular Life Sciences.
Bifidobacterium breve no es ninguna desconocida. De hecho, forma parte de muchos probióticos que hoy podemos encontrar en las farmacias. Ya se sabía que ayuda a mejorar la microbiota intestinal y, por lo tanto, a combatir infecciones y a mejorar el sistema inmunitario y el metabolismo. Pero se desconocía cómo influía en la gestación y en la salud del feto.
Cómo beneficia Bifidobacterium breve a nuestra salud
Estos efectos beneficiosos se consiguen al descomponer los alimentos que ingerimos y liberar unas sustancias llamadas metabolitos, que influyen en las células y en diferentes procesos corporales. Los investigadores de la universidad británica trataban de conocer cómo gracias a esos metabolitos, los microbios y nuestro organismo se relacionan desde que nacemos y cómo influyen en el envejecimiento, o en el desarrollo del bebé antes de nacer. Y así, el encontraron que el microbioma materno, es decir, los microbios que se encuentran en el intestino de la madre, podría intervenir en la formación de la placenta y en el desarrollo del bebé que se alimenta a través de ella.
Para averiguarlo, suplementaron la dieta de ratones hembra con Bifidobacterium breve. “Nuestros hallazgos revelan que el microbioma materno promueve el desarrollo de la placenta y el crecimiento del feto. Creemos que esto está relacionado con el perfil alterado de metabolitos y nutrientes que afecta al trasporte de nutrientes de la madre al bebé a través de la placenta”, afirma Lindsay Hall, una de las investigadoras . Parece ser entonces que añadir el probiótico en la dieta materna hace que la placenta funcione mejor y por lo tanto el bebé se alimente y crezca mejor.
También analizaron qué pasaba con ratones mutados sin ningún tipo de microbios alimentados con el probiótico Bifidobacterium breve. En este caso los fetos no recibían la cantidad precisa de azúcar y no evolucionaban correctamente. Además, la placenta no se formó correctamente.
Estos resultados pueden ser el inicio de una línea de investigación, pero según los propios científicos afirman no se pueden sacar conclusiones definitivas, ya que el estudio se hizo con ratones mutados para que estuviesen libres de gérmenes.