Adoptar un embrión, otra opción para ser padres
Más de mil niños han nacido mediante esta vía
En España no se conoce la cifra oficial de embriones congelados que existen en los laboratorios de reproducción asistida pero se calcula que puede haber más de 400.000. El Institut Marquès de Barcelona lleva realizando desde 2005 un interesante programa de adopción de embriones que ha cosechado su fruto: más de mil niños nacidos en una nueva familia. Ahora, la clínica anima a las parejas con problemas de fertilidad a adoptar uno estos embriones, que se almacenan en las incubadoras esperando nacer algún día.
Seis de cada diez padres abandonan a sus embriones
La cifra que sí se sabe es que casi seis de cada diez españoles que han sido padres mediante reproducción asistida dan a la clínica la potestad de decidir qué hacer con estos embriones. Este dato forma parte de un estudio retrospectivo realizado por el Institut Marquès y presentado como ponencia en la Fédération Française d’Estude de la Reproduction (FFER). “Más de la mitad de los progenitores no contesta a nuestra primera carta, en las que les pedimos que nos digan qué hacer con los embriones sobrantes”, explica el doctor Alex García-Faura.
¿Y por qué tantos padres dejan que las clínicas decidan? “Hemos entrevistado a muchos pacientes y vemos que esta es una decisión difícil. Existe un miedo a la consanguinidad y a que haya otros 'hermanos de tu hijo' por el mundo, con todo lo que supone. Prefieren que nosotros les demos un destino como profesionales de la Salud que somos. Delegan ese peso en el centro, nos transfieren esa responsabilidad”. Para la familia, el coste anual de preservación del embrión ronda los 300 euros, pero no es el motivo económico el que suele primar, sí el emocional.
Otra conclusión curiosa de este estudio es que la tasa de abandono de embriones es muy similar entre embriones biológicos (con ADN de sus progenitores) o padres cuyos embriones provienen de donación de gametos (óvulos o espermatozoides). La herencia genética no tiene el peso que podrían imaginar los especialistas, una vez que los padres se plantean abandonar sus embriones.
Tras dos requerimientos de las clínicas a las familias sin obtener repuesta, la ley española contempla que los centros se hagan cargo de los embriones congelados. La legislación ofrece tres posibilidades: destruirlos, conservarlos para utilizarlos en investigación o bien donarlos a otras parejas. El Institut Marqués se decidió en 2004 por la tercera opción y poco después puso en marcha este pionero programa de adopción de embriones.
¿Qué embriones pueden ser adoptados?
No sirven todos, como explica el Dr. García-Faura. Han de pasar por un estrecho control sanitario, el mismo por que pasarían los donantes de semen o de óvulos. La edad de los padres biológicos de ese embrión no puede superar los 45 años en el caso de los varones, y debe estar entre los 18 y 35 años en el caso de las madres que han aportado los óvulos. También tienen que superar todas las pruebas serológicas para comprobar que están libres de enfermedades como VIH o hepatitis, por ejemplo, y que no tienen enfermedades genéticas.
¿Qué tipo de persona adopta un embrión?
Por eso, Institut Marquès hace un llamamiento a las parejas o personas solas que quieren ser padres y no lo consiguen por la vías naturales ni tampoco por técnicas de reproducción asistida. “Lo importante es que las personas sepan que existe este programa. Hay muy pocas parejas que vengan a la clínica para adoptar un embrión porque lo normal es que lo intenten primero por la vía natural y, si falla, que intenten conseguir con embarazo con sus propios gametos”.
Sin embargo, para muchas personas que creían que ya no podrían ser padres, la adopción de un embrión ha sido la solución a su problema: “Animamos a las parejas a hacerlo. Creemos que es muy importante crear una conciencia social en este asunto. Sabemos que se acumulan miles de embriones congelados en los laboratorios de todo el mundo”. El tratamiento de fertilidad es más sencillo, al contar ya con el embrión: se aprovecha de ciclo natural de la paciente o bien se utilizar un parche de hormonas durante unos días para preparar la gestación.
Según la investigación, este es el perfil de interesados en la donación de embriones:
- Parejas que habían fracasado con otros métodos de fertilidad y que ya habían desistido de ser padres
- Mujeres solas, que representan un 20% de todos los adoptantes
- Incluso familias (un 10%) que nunca hubieran aceptado un tratamiento de reproducción asistida por motivos religiosos. “Estas personas -asegura el experto- nos han comentado que nunca se hubieran hecho una fecundación ‘in vitro’ pero que sí aceptaban adoptar un embrión ya creado”.
- Un 30% de los adoptantes de embriones ya habían comenzado un proceso de adopción de un niño.
Cómo se regula la adopción de embriones
- No hay que hacer trámites de adopción, sino firmar un consentimiento informado en el que la familia hace explícito su reconocimiento a todo el proceso.
- Un sistema informático de la clínica asegura que el embrión adoptado nacerá en otro país o en otra Comunidad Autónoma diferente a la del resto de sus hermanos. Es una forma de prevenir la consanguinidad en el futuro.
- La transferencia de los embriones se realiza sin ingreso hospitalario
- La prueba de embarazo se suele practicar a los 10 días y el embarazo precisa de un seguimiento similar al de una gestación con técnica de fecundación in vitro.
Contra el "doble" abandono de los embriones
“Creemos que en el caso de los embriones congelados se produce de un doble abandono: primero les abandonan sus padres y luego son abandonados por el propio laboratorio ‘esperando’ un cambio de ley o que los destruyan. Hay quien piensa -incluso entre nuestros colegas- que un embrión no es un ser humano y hay quien piensa que sí lo es. Lo que realmente es un embrión es una vida”, señala el ginecólogo Alex García-Faura.
El crecimiento de los embriones congelados “es exponencial", insiste este especialista: “Nos quedaríamos sorprendidos si se conociera la cifra real de embriones que hay ahora mismo almacenados en los laboratorios españoles”.
Sobre cuánto tiempo puede estar un embrión congelado y ser viable para implantarlo en un útero, los especialistas lo desconocen. “Tenemos experiencia –explica este especialista- con embriones congelados unos 10 o 15 años. Con la vitrificación embrionaria no sabemos aún dónde está el límite. Quizá en un futuro nos atrevamos a implantar un embrión que lleve 50 años congelado pero aún no lo sabemos”.
Georgina, la niña número 1.000
Un millar de niños y nuevos padres de 124 nacionalidades diferentes. El programa de adopción de embriones comenzó hace 12 años largos y celebra sus mil nacimientos mostrando a la bebé número 1.000, llamada Georgina. El primero, nacido en 2005, fue Gerard.
"Es un proceso realmente emocionante, lleno de ilusión y de esperanza, ya que representa el logro de haber encontrado un nuevo destino al embrión”, asegura la Dra. Marisa López-Teijón, directora de Institut Marquès en un comunicado. En la fotografía, la doctora López-Teijón posa con la pequeña Georgina en brazos, nacida en el condado inglés de Essex el pasado mes de febrero. Su madre, Kerry, matrona de profesión explica en un vídeo que la siente como "su propia hija". Unas 100 mujeres están esperando ser madres próximamente gracias a este programa de adopción de embriones.