¿Qué son las malformaciones uterinas?

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Las malformaciones uterinas y el embarazo
05 Mar 2025

Las malformaciones uterinas son anomalías congénitas (es decir, están presentes desde el nacimiento) que afectan a la forma del útero. Muchas mujeres con malformaciones uterinas no presentan síntomas, pero pueden experimentar abortos recurrentes, infertilidad o complicaciones durante el embarazo. Con un diagnóstico adecuado y la consulta con un médico especialista en fertilidad y ginecología, muchas mujeres logran cumplir sus deseos de ser madres. 

Tipos de malformaciones uterinas


Durante el desarrollo embrionario se forma lo que se conoce como conductos de Müller, unas formaciones que darán lugar al aparato genital interno (útero, trompas y porción superior de la vagina). Conforme avanza la gestación y se desarrolla el embrión, ambos conductos de Müller se fusionan, pero en ocasiones, esta fusión falla y aparecen diferentes malformaciones uterinas. Entre las principales anomalías se encuentran:

  • Útero septado

Es la malformación más común. Ocurre cuando el útero está dividido parcialmente o completamente por un tabique fibroso. Se ha descrito que puede aumentar el riesgo de abortos espontáneos y problemas de implantación del embrión. No obstante, mujeres que tienen un útero septo pero no tienen ningún problema reproductivo y no necesitan ningún tipo de tratamiento.

  • Útero bicorne

Se caracteriza por la presencia de dos cavidades uterinas separadas por un tabique parcial. Puede provocar abortos recurrentes y partos prematuros debido a la reducción del espacio para el desarrollo del feto.

  • Útero unicorne

Se presenta cuando solo un conducto de Müller se desarrolla completamente, formando un útero de tamaño reducido. Esto puede causar abortos espontáneos y aumento del riesgo de algunas complicaciones, como el embarazo ectópico.

  • Útero didelfo

Se produce cuando ambos conductos de Müller se desarrollan de manera independiente, formando dos cavidades uterinas separadas. Aunque algunas mujeres con esta condición logran embarazos que llegan a término sin complicaciones, otras pueden tener abortos espontáneos o partos prematuros.

  • Útero en T

Es una anomalía relacionada con la exposición intrauterina a un fármaco usado en el pasado para prevenir abortos. Esta malformación se asocia con una menor capacidad de implantación y mayor riesgo de pérdida gestacional.

Sígnos de las malformaciones uterinas


Muchas mujeres con malformaciones uterinas pueden no notar nadas y lo descubren en las revisiones rutinarias o cuando empiezan con pruebas porque no logran quedarse embarazadas.  Sin embargo, algunas pueden experimentar síntomas como:

  • Irregularidades menstruales.
  • Dolor pélvico crónico.
  • Abortos espontáneos recurrentes.
  • Infertilidad.
  • Partos prematuros.

Cómo afectan las malformaciones uterinas el embarazo


Las alteraciones en la estructura del útero pueden dificultar el embarazo de diversas formas:

  • Impide la implantación del embrión

Un útero anormalmente formado puede impedir la implantación, es decir, que el embrión se adhiera correctamente al endometrio. El hecho de que el útero presente tabiques, septos o cavidades irregulares hace que el endometrio no tenga una buena circulación sanguínea que puede causar un fallo implantacional. En otras ocasiones, las cavidades que se forman por estas malformaciones pueden retener restos endometriales y de menstruaciones previas que producen productos tóxicos para el embarazo, que dificultan la correcta implantación y desarrollo del embrión.

  • Restricción del crecimiento fetal

En algunas malformaciones, el espacio disponible para el desarrollo del bebé es reducido, lo que puede provocar restricción del crecimiento intrauterino o partos prematuros.

  • Mayor riesgo de aborto espontáneo

Algunas malformaciones, como el útero septado y el útero bicorne, pueden generar que al embrión no le llegue suficiente sangre, y aumentar el riesgo de pérdida del embarazo.

  • Complicaciones durante el parto

Las mujeres con malformaciones uterinas pueden presentar mayor probabilidad de parto prematuro, presentaciones anómalas del bebé o la necesidad de cesárea.

Diagnóstico de las malformaciones uterinas


El diagnóstico de las malformaciones uterinas se realiza a través de estudios de imagen, como la ecografía transvaginal. Pero a veces es necesario completar el diagnóstico con otras técnicas, con el objetivo de evaluar la anatomía del útero con precisión. Dependiendo del caso, pueden utilizarse diferentes pruebas:

  • Ecografía transvaginal 2D: Es la primera prueba de imagen utilizada en la evaluación ginecológica. Permite identificar anomalías estructurales básicas del útero. Con una ecografía 2D realizada por un operador experto, es posible diagnosticar con precisión algunas malformaciones uterinas o hacer sospechar que algo ocurre. En estos casos, se hacen más estudios con otras técnicas de imagen. 
  • Ecografía tridimensional (3D): Proporciona una visión más detallada de la cavidad uterina y la forma del útero. Gracias a la ecografía 3D obtenemos una reconstrucción del útero que nos permite ver distintos tipos de malformaciones.
  • Resonancia magnética (RM): Ofrece imágenes de alta resolución, siendo especialmente útil en casos complejos donde se necesita una evaluación detallada de la estructura uterina.
  • Histeroscopia (HSC): Es una técnica mediante la cual se accede con una pequeña cámara al interior del útero, permitiendo visualizar directamente la cavidad uterina. Además de diagnóstica, es una técnica que permite realizar procedimientos quirúrgicos para corregir malformaciones devolviendo el útero a su morfología normal.

Tratamiento de las malformaciones uterinas


El tratamiento depende del tipo y severidad de la malformación:

  • Cirugía: En casos como el útero septado, se puede realizar un procedimiento conocido como metroplastia histeroscópica para remover el tabique y mejorar la capacidad del útero para albergar un embarazo.
  • Seguimiento obstétrico: Algunas malformaciones, como el útero bicorne, requieren un control riguroso durante el embarazo para reducir riesgos y planificar el parto. En ocasiones, está indicado el realizar un cerclaje (cierre del cuello del útero), para disminuir el riesgo de parto prematuro.
  • Reproducción asistida: En mujeres con infertilidad asociada a malformaciones uterinas, técnicas como la fertilización in vitro pueden mejorar las posibilidades de embarazo.
Virginia González González
Ginecóloga en Sanitas y Hospitales Quiron