5 misterios sobre la ovulación, al descubierto

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Ovulación: 5 misterios al descubierto
11 Feb 2021

¿Estás intentando quedarte embarazada? ¿Te interesa conocer tu fase fértil pero te cuesta identificar cuándo ovulas...? La ovulación de la mujer entraña ciertos misterios y curiosidades que es preciso conocer cuando se está buscando un bebé. Te los explicamos a continuación.

1. La regla no es siempre sinónimo de ovulación

  • No siempre que se tiene regla se ha ovulado. Aunque la presencia de una menstruación regular suele ser un marcador de una función ovárica normal -y por lo tanto, de ovulaciones regulares-, no siempre que una mujer tiene regla tiene que haber existido en todos los casos una ovulación previa.
  • En ocasiones, un fallo de la ovulación puede estar seguido de una menstruación completamente normal y entonces la mujer no tiene constancia de que su ovulación no se ha producido.
  • Esto ocurre en los casos en los que la producción hormonal del ovario no se ha visto comprometida.

¿Notas cambios en tu flujo o en el moco cervical? Quizá estés ovulando y aún no te has dado cuenta. 

  • Por el contrario, siempre que hay una ovulación aparecerá una menstruación posteriormente, a no ser que haya quedado la mujer embarazada.

2. La ovulación puede ocurrir en diferentes momentos

Calculadora de la ovulación online

Aunque el momento de la ovulación suele ocurrir en mitad del ciclo, éste momento puede adelantarse o atrasarse sin tener una causa de enfermedad previa. Por este hecho, muchas mujeres no conocen el momento exacto de su ovulación y por lo tanto, no conocen su momento más fértil. Para conocer exactamente el momento de la ovulación pueden emplearse test de ovulación. De igual forma pueden emplearse las calculadoras de ovulación, siendo una herramienta útil siempre y cuando los ciclos de las mujeres sean  siempre de la misma duración.  

3. En cada ciclo se pierden muchos folículos

Durante el proceso previo a la ovulación se produce una maduración de los folículos primordiales que se encuentran paralizados en el ovario.

Por un estímulo semanas atrás, varios de estos folículos comienzan su maduración de forma progresiva hasta que uno de ellos, el denominado folículo dominante, se transforma en el protagonista que desencadenará la ovulación.

Es una guerra de folículos, en la que, el folículo que gana generará una ovulación, y el resto, se atrofiaran. Por ello en cada ciclo se pierden varios folículos de   manera fisiológica.

Por este proceso de maduración y administrando de forma externa determinadas hormonas, se puede conseguir que todos los folículos que se activaron en este ciclo generen folículos maduros sin atrofiarse ninguno, útil en los programas de fecundación in vitro, que no permiten obtener varios ovocitos con un sólo ciclo de estimulación.

4. La ovulación puede observarse mediante ecografía

Ecográficamente el folículo ovárico en maduración se ve como una estructura anecdótica (negra), sin estructuras en su interior (contenido líquido). Empleando la ecografía abdominal o transvaginal (mayor resolución), puede conocerse aproximadamente el momento del ciclo en el cual se encuentra una mujer.

Si se objetivan múltiples folículos de pequeño tamaño sabremos que una mujer se encuentra en primera fase; si presenta varios folículos pero uno es dominante y de más de 20 mm, probablemente nos encontremos en los días previos a la ovulación; después de que la ovulación se haya producido, podremos objetivar algo de líquido libre en la cavidad peritoneal (reflejo del escaso sangrado del ovario al ovular), y una cicatriz ovárica denominada cuerpo lúteo.

Este cuerpo lúteo tiene un color blanco-amarillento en el ovario y es el responsable principal de la secreción hormonal en la segunda fase del ciclo. Este cuerpo lúteo, de color blanquecino, es un generador de hormonas femeninas en esta nueva fase.

5. Nuestra carga folicular está definida desde el nacimiento   

Desde que nacemos, las mujeres presentamos una dotación folicular en el ovario que va disminuyendo progresivamente. Al contrario que los varones, esta carga folicular es estable o va disminuyendo, sin poder ser modificada por agentes externos. En los varones, la espermatogénesis se realiza de forma continua por lo que cambios en el estilo de vida, pueden hacer que la misma mejore o empeore. Pero en el caso de la mujer, los cambios de estilo de vida no pueden influir en la mejora de la carga folicular, aunque sí pueden ralentizar su descenso.

Dra. Diana Cuenca
Especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital de Torrejón de Ardoz (Madrid)