Embarazada y confinada por el COVID-19, ¿cómo resistir?
Pensamientos positivos, relajación, ejercicio y comida sana
¿Cómo evitar la ansiedad que provoca no poder salir de casa? Durante estos días de confinamiento por la pandemia de COVID-19 es normal que las embarazadas sientan miedo y elevados niveles de ansiedad. Te contamos cómo puedes controlarlo y si esas emociones del embarazo afectan a tu bebé.
¿Ansiedad por no poder salir de casa?
Estar gestando un bebé, sin poder salir de casa y con el miedo de poder haber contraído el COVID-19 es un cóctel explosivo, que sin duda puede provocar elevados niveles de ansiedad. “La pandemia y el confinamiento por el coronavirus que causa el COVID-19 altera el ánimo de cualquiera”, nos explica Patricia Valseca, psicóloga del centro El Prado psicólogos, en Boadilla del Monte, Madrid.
Evidentemente hay muy pocos estudios sobre cómo afecta el actual confinamiento a las mujeres que se encuentran en estos momentos esperando un bebé. “Por eso las conclusiones que se están sacado se basan en lo que se sabe de las otras dos epidemias que hubo: el MERS en Arabia Saudí en 2012, y el SARS en 2003 en el sudeste asiático”, señala.
En un estudio publicado en la revista Journal of Psychosomatic Research sobre cómo afectaba a las embarazadas la preocupación por aquellos coronavirus “se comprobó que las gestantes tendían a sobreestimar el riesgo de contagiarse del virus y se protegían aislándose en sus casas. Los niveles de ansiedad subieron mucho”, afirma la psicóloga.
Confinamiento más preocupaciones por el embarazo: todo suma
A la situación de aislamiento domiciliario y la preocupación se suman los temores propios de su estado que a menudo viven las mujeres embarazadas.
“La propia gestación y los cambios que se experimentan en ella hace que la embarazada se encuentre en una montaña rusa de emociones. Sienten preocupaciones sobre el estado del bebé, tienen miedo acerca de si serán buenas madres, sufren dificultades para concentrarse en determinadas exigencias, así como ciertas inquietudes sobre la evolución del embarazo y ansiedad por el parto y puerperio. Si a esto le sumamos la pandemia y el confinamiento, es lógico que los niveles de ansiedad se disparen”, apunta Patricia Valseca.
¿La ansiedad afectará a mi bebé?
Es muy posible que te preocupe que este elevado nivel de ansiedad pueda afectar al desarrollo de tu bebé. Es evidente que existe una conexión muy estrecha entre tú y tu hijo. Sin embargo, no debes alarmarte, porque como nos dice la psicóloga “eso no quiere decir que sea algo irreversible o sin posibilidad de reparación”, afirma. No obstante, si tu ansiedad se ha disparado y tienes un cuadro grave, la experta recomienda pedir la ayuda a un profesional especializado, “para combatir los síntomas, disminuir los niveles de estrés y disfrutar de un embarazo sano”.
Cómo reducir la ansiedad si estás gestando
Según la psicóloga Patricia Valseca, estas medidas pueden ser de gran ayuda para resistir el confinamiento:
Controla tus pensamientos: Ten conciencia y reconoce los momentos en los que aparecen los pensamientos negativos u obsesivos para controlarlos y reconducirlos hacia pensamientos positivos.
Pon en práctica métodos de relajación: el "mindfluness", por ejemplo, ayuda a parar los pensamientos negativos y recurrentes. Pero si nunca has practicado esta técnica, puedes realizar los ejercicios de relajación y respiración que quizás te enseñaron en las clases de preparación al parto, “dado que la respiración nos ayuda a volver al estado de equilibrio emocional”, afirma Patricia Valseca.
Habla con el bebé: Cuéntale lo que te preocupa y te asusta. “Sirve para conectar con él y poder exteriorizar las sensaciones de miedo y angustia que se siente”, afirma la psicóloga.
Créate una rutina: “Si no cumples horarios, dejas de arreglarte, dormirás y comerás peor”. Todo ello puede mermar tu salud. “Es muy importante mantener un equilibrio ocupacional y emocional que nos ayude a enfrentarnos a los desafíos que nos pongan cada día”.
Mantente activa: Aunque no puedas salir para caminar, nadar o practicar algún deporte, puedes realizar ejercicios en casa, como los que te enseñaron en las clases de preparación al parto.
Evita la sobreinformación: En estos días, procura estar todo el día viendo o escuchando informativos. Selecciona tan solo uno o dos momentos del día para informarte y sé muy precavida con la información que te llega a través de las redes sociales. “La sobreinformación es perjudicial porque aumenta los niveles de ansiedad y preocupación, pero el no querer saber nada nos hace evadirnos y no enfrentarnos a un problema que es real”, comenta.
No ignores la situación: No es una buena idea reaccionar de forma contraria a la ansiedad, es decir, hacer como que no pasa nada. Aunque no expreses tus miedos y preocupaciones de forma oral, “se manifestarán de otra forma”, afirma la psicóloga.
"Si te aíslas eres más vulnerable"
Contar con personas alrededor permite sentirse acompañada, recibir un consejo en un momento determinado, obtener información útil para desenvolverse mejor en alguna circunstancia, satisfacer las necesidades de entretenimiento y recreación: “Todo esto hace que la embarazada viva más tranquila y bajen sus niveles de ansiedad y estrés. Si te aíslas eres más vulnerable”.
¿Qué conviene comer cuando no se puede salir de casa?
Cuando por culpa del aislamiento y el confinamiento por la pandemia del COVID-19 se realiza poca actividad física los hábitos nutricionales deben adaptarse y hacerse más saludables. Pero hay que tener en cuenta que a las embarazadas no se les recomienda restringir el consumo de alimentos y que hacer dieta está desaconsejado.
- Toma alimentos nutritivos, pero poco calóricos: por ejemplo, un refresco aporta muchas calorías y pocos nutrientes, a diferencia de un zumo natural que aporta vitaminas y minerales.
- Estar en casa aumenta la ansiedad y los deseos de picar. Por ello, debemos mantener en nuestro frigorífico alimentos saludables, como verduras (zanahorias, tomates…), frutas, leche y yogures desnatados y evitar tener alimentos muy calóricos o grasos, como la bollería industrial, los aperitivos o "snacks".
- Además, come seis veces al día para no tener sensación de hambre, pero reduce la cantidad en cada comida.
- A la hora de cocinar, opta por los asados o al vapor y evita los fritos.
- No recurras, en la medida de lo posible, a los productos envasados o precocinados.
- Adereza con vinagre o limón, especias y aceite de oliva para evitar un consumo excesivo de salsas con muchas grasas.