¿Vale la pena conservar sangre del cordón umbilical?
Se trata de un "tesoro biológico" para el bebé
¿Os imagináis que vuestro hijo tuviera un accidente y se quemara la piel y se le pudiese hacer una piel nueva, idéntica a la que tenía, con sus propias células de cordón umbilical guardadas? Sería impresionante. Pues bien, por ahí va la investigación en todo el mundo en este campo, en poder regenerar los tejidos, miembros, órganos...
Faltan muchos años para que lo veamos pero desde luego menos de 20 o 25 años. Por eso si guardáis la sangre y el trozo de cordón vuestros hijos podrán agradecéroslo en el futuro. Lo que está muy claro es que las células madre son un tesoro y no deberían ser tiradas a la basura. Por eso os aconsejo que o bien la donéis o la guardéis o que se utilicen para la investigación.
Hoy las investigaciones sobre las células madre de cordón umbilical, adultas y embrionarias son impresionantes. Muchos países están investigando sobre estas células y sobre todo con las del cordón umbilical, ya que son tan versátiles como las embrionarias sin los problemas éticos que acarrea investigar con ellas, además de que son poco controlables porque originan multitud de tumores. Las células madre de una persona adulta también son utilizadas en muchas enfermedades, pero su manejo no es tan factible como con las de cordón umbilical. La literatura mundial esté repleta de trabajos de investigación con estas células del cordón y sobre todo en el desarrollo de nuevas acciones terapéuticas.
Sangre del cordón: células madre que regeneran
Las células madre lo que hacen es regenerar y reemplazar aquellas que han sido lesionadas o destruidas por diferentes causas. El cordón posee importantes cantidades de estas células tanto en el tejido como en la sangre que la vehiculiza y han demostrado su importante potencial de cura en enfermedades hematológicas, en cardiológicas como es el infarto de miocardio donde se produce muerte celular, en enfermedades neurológicas degenerativas como es la parálisis cerebral o la enfermedad de Alzheimer, en enfermedades metabólicas como la diabetes, entre otras muchas.
Estas células pueden ser dirigidas para reconstruir cualquier tipo de tejido humano como hueso, músculo, nervios, piel, sangre... si bien es verdad que muchas de las investigaciones en animales o en el laboratorio no han sido trasladadas a los seres humanos. Queda mucho por hacer pero es tal el número de investigadores en el mundo que con mucha seguridad en pocos años veremos importantes resultados.
Tratamiento en decenas de males
Está siendo un tratamiento real en más de 70 enfermedades como cánceres, enfermedades autoinmunes o neurodegenerativas, proporcionando o bien la cura total o la mejoría del paciente. Se utiliza en leucemias, en anemias aplásicas, linfomas, aplasias medulares, neuroblastomas, artritis reumatoides, inmunodeficiencias adquiridas... Son enfermedades relativamente frecuentes que en muchos casos necesitan de tratamientos quimioterápicos muy intensos que destruyen las células tumorales pero también las "buenas", por lo que hay que realizar trasplante de células madre para que se vuelvan a regenerar las sanas.
El problema viene cuando hay que buscar un donante que sea adecuado y que no se produzca el rechazo. Afortunadamente en España tenemos un banco de células madre de cordón umbilical con más de 35.000 muestras donde se puede encontrar un donante con una histocompatibilidad adecuada en el 70 por ciento de los casos, pero queda un 30 por ciento que no lo encontrará, lo que le originará un grave problema al enfermo.
Tener sangre de cordón propia, un tesoro
De ahí que hayan surgido múltiples empresas que recogen la sangre del cordón umbilical del recién nacido y la guarden al menos durante 20 años, si en algún momento este niño padece una enfermedad de las descritas anteriormente y que además necesite trasplante de células madre, tendrá la fortuna de tener almacenada su propia sangre y poder ser administrada en poco tiempo sin tener que buscar donantes por España o por otros lugares del mundo. Además no sufrirá rechazo pues es un trasplante de uno mismo, lo que llamamos autólogo.
En la actualidad también se está investigando sobre terapias regenerativas, para ello se utilizan las células mesenquimales de la pared del propio cordón, no de la sangre, es lo que llamamos Medicina Regenerativa. Son células multipotentes e incluso pluripotentes, es decir pueden transformarse -tras procesos muy complejos- en cualquier tejido u órgano del ser humano.