“Estoy embarazada y me falta el aire”

Causas de la dificultad para respirar o disnea en el embarazo y cómo mejorar la respiración

Sentir que falta el aire cuando se está embarazada es bastante frecuente, sobre todo en el tercer trimestre del embarazo. La sensación es que te cuesta tomar aire y respirar. Los médicos a esta situación la llaman disnea.

“La disnea o dificultad para respirar es una sensación muy común en el embarazo que puede causar preocupación y agobio a las mujeres que la perciben”, nos cuenta Silvia García de Mateos, matrona del centro Mamá Mimada. Es un síntoma del embarazo muy frecuente. “La disnea es un síntoma común en los embarazos normales y sin complicaciones. Se informa en el 60% al 70% de las mujeres embarazadas normales en el tercer trimestre", se afirma en el estudio Dyspnea in pregnancy might be related to the incomplete physiological adaptation of the heart, publicado en 2022 en Journal of Cardiovascular and Thoracic Research.

¿Qué es la falta de aire o disnea?


La falta de aire o disnea en el embarazo

La disnea es la sensación de que cuesta respirar, pero es una percepción subjetiva. Es decir, tus pulmones pueden tomar aire. Funcionan correctamente, pero tú notas que no se “hinchan” como debieran. “En el embarazo, esta sensación puede variar desde un leve malestar hasta una dificultad más marcada, dependiendo de la etapa gestacional y la salud general de la madre”, afirma la matrona Silvia García de Mateos.

¿Por qué me falta el aire en el embarazo?


Las causas de la disnea en el embarazo son varias. Como nos dice la matrona Silvia García de Mateos, durante la gestación, “el cuerpo de la mujer atraviesa una serie de cambios anatómicos y fisiológicos que pueden afectar la respiración". 

  • Cambios por el tamaño del útero:  A medida que el útero y tu bebé dentro de él crecen, empujan al diafragma hacia arriba. El diafragma es el músculo, con forma de paracaídas, que separa tus pulmones y tu corazón del sistema digestivo  y que interviene en la respiración. En el embarazo, al encontrarse comprimido por la tripa (sobre todo en las últimas semanas de gestación), limita la cantidad de aire que puede entrar en los pulmones.
  • Cambios hormonales: La progesterona afecta a nivel respiratorio, "haciendo que la madre respire más profundamente y con mayor frecuencia", explica la matrona Silvia García de Mateos.
  • Aumento de la cantidad de sangre: Con el embarazo, en tu sistema sanguíneo hay más cantidad de sangre, y por lo tanto el corazón tiene un trabajo extra: bombea más sangre por minuto, "lo que puede generar una sensación de esfuerzo respiratorio. Encontramos también un aumento de las necesidades de oxígeno tanto de la madre como el bebé", afirma Silvia García de Mateos, matrona del centro Mamá Mimada.

¿Cómo saber que esa falta de aire no es importante?

Lo habitual es que esa falta de aire o disnea se deba a esos cambios fisiológicos que comentábamos arriba, pero en algunas ocasiones pueden tener su origen en alguna complicación. Con la ayuda de la matrona Silvia García de Mateos, te damos las claves para saber distinguir si la dificultad para respirar se debe a la gestación o por alguna alteración:

Disnea provocada por los cambios fisiológicos del embarazo

  • Ocurre gradualmente.
  • No se acompaña de otros síntomas preocupantes (dolor en el pecho, mareos, etc.).
  • Cuando caminas o haces ejercicio notas que la falta de aire empeora, pero si descansas percibes una mejoría.

Disnea provocada por alguna complicación o patológica

  • La falta de aire se produce de forma repentina.
  • Se acompaña de dolor torácico, tos persistente, y los labios y/o las extremidades presentan un color azulado.
  • No mejora con el reposo.

"Es importante no confundir esta disnea patológica con una taquipnea o aumento del número de respiraciones por minuto que podemos presentar ante un situación de estrés y ansiedad. Respirar despacio y relajarse para valorarlo será importante en mujeres que presenten estos síntomas", dice la matrona Silvia García de Mateos.

¿Es peligroso notar falta de aire o disnea en el embarazo?

La disnea o la dificultad para respirar en el embarazo por motivos fisiológicos no tiene consecuencias ni para ti ni para el bebé. Como hemos comentado es algo muy frecuente, provocados por los cambios que experimenta tu cuerpo con la gestación. No obstante, debes consultar con un médico si se presentan estos síntomas:

  • La falta de aire o disnea se presenta de forma repentina y severa.
  • Notas dolor en el pecho al respirar o al toser.
  • Sientes que tu corazón late de forma irregular o muy rápido.
  • Experimentas mareos o desmayos.
  • Las piernas y los pies se hinchan mucho.

¿Qué puede agravar la disnea en las mujeres embarazadas?


  • La falta de aire en el embarazo puede agravarse si antes padecías problemas respiratorios, como asma o EPOC. Si es tu caso, en cuanto el test de embarazo dé positivo, visita al especialista. Es probable que sea necesario ajustar tu tratamiento para no empeorar sus enfermedades previas. "Si tienes algún tratamiento crónico nunca debes dejarlo por tu cuenta, antes debes consultar al especialista que te haya seguido hasta ese momento", afirma Silvia García de Mateos, matrona de Mamá Mimada.
  • En el embarazo, la anemia ferropénica es muy frecuente. Uno de sus síntomas es la sensación de falta de aire, sobre todo si la anemia es severa.
  • Si estás embarazada de mellizos o gemelos, ya que tu útero comprimirá aún más la caja torácica donde se encuentran los pulmones y el corázón.
  • El sobrepeso o la obesidad en el embarazo. Calcular el peso en el embarazo, puede ayudarte.
  • El sedentarismo, en general, perjudica al embarazo. Pregunta a tu médico si puedes hacer algún ejercicio y si su respuesta es positiva, ¡ponte en marcha!
  • Una infección respiratoria.
  • Problemas de ansiedad.

¿Qué hacer si te falta el aire en el embarazo?


Aunque la falta de aire es frecuente y no suele tener ninguna consecuencia, consúltalo con tu médico o matrona. Te dirán qué dieta es la más adecuada, los suplementos de que debes tomar (recuerda que debes tomar 400 microgramos diarios de ácido fólico para prevenir malformaciones en el bebé), los ejercicios más apropiados y cómo y cuánto descansar. La matrona Silvia García de Mateos nos explica cómo puedes aliviar esta incómoda sensación de falta de aire:

Mejora tu postura:

  • Camina con calzado cómodo y bajo, "sin tacón ni cuña que permita un apoyo y expansión adecuada del pie".
  • Corrige la postura de tu pelvis. Te puedes ayudar del tronco de propiocepción y si notas muchas presión puedes utilizar el cinturón pélvico en tercer trimestre.
  • Duerme ligeramente incorporada con almohadas adicionales.
  • Después de comer, no te tumbes en la cama o en el sofá. Pasea tras las comida para activar tu digestión.

Ejercicio en el embarazo contra la disnea

Practica ejercicio moderado:

  • Practica ejercicios de respiración, meditaciones y visualizaciones, que seguro te enseñarán en las clases o cursos de preparación a la maternidad.
  • Fortalece la musculatura de la espalda, abdomen, pelvis y piernas para mantener una buena sujeción de la barriga.
  • Haz estimamientos de la zona pectoral y la parrilla costal cada día, especialmente tras el ejercicio.
  • Cuando notes esa sensación de ahogo y al levantarte y al acostarte, realiza respiraciones profundas en las que la exhalación sea el doble que la inhalación al levantarte y al acostarte.
  • Haz ejercicio cardiovascular diariamente para mantener una buena capacidad cardiovascular y un peso saludable.

Sigue una dieta adecuada:

  • Come cantidades pequeñas a menudo, y evita comidas copiosas y el ayuno prolongado.
  • Intenta no comer alimentos flatulentos y que causan gases, como repollo, coliflor, coles...
  • Mantén una dieta rica en hierro para prevenir la anemia.
  • Para prevenir el estreñimiento, consume alimentos ricos en fibra y bebe suficientes líquidos, a pequeñas dosis.

Usa ropa adecuada:

  • Evita ropa muy ajustada.
  • No uses cinturones o medias que te compriman y desabrocha tu pantalón si vas a estar mucho tiempo sentada.
  • Usa sujetadores sin aros, tipo top que no te compriman.

Rodéate de un ambiente saludable:

  • Evita la exposición a alérgenos o irritantes, como el humo del tabaco.
  • Ventila la casa cada día.
  • Evita olores fuertes de colonias o ambientadores.

Asesora: 

Silvia García de Mateos, matrona del centro Mamá Mimada.

Caridad Ruiz
Redactora experta en salud