Me cuesta quedarme embarazada, ¿qué pruebas necesito?
Cómo es la primera consulta de Esterilidad
Cada vez es más frecuente que a muchas parejas les cueste concebir un bebé. De hecho, la infertilidad afecta a alrededor de un 15% de la población. Pero ¿cuándo se entiende que ha pasado demasiado tiempo y que hay que empezar a investigar qué es lo que ocurre? Explicamos todo el proceso paso a paso.
Cuándo debo consultar al especialista
Cuando una pareja que mantiene relaciones sexuales, sin utilizar métodos anticonceptivos, no logra el embarazo durante un año, debe acudir a su ginecólogo para iniciar un estudio. En ocasiones, es necesario acudir antes. ¿Eso cuando ocurre? Se recomienda consultar a los 6 meses en estos casos:
- Si tienes más de los 35 años.
- Si te han realizado cirugías ginecológicas o abdominales (apendicitis, hernias inguinales) anteriormente.
- Si has recibido quimioterapia o radioterapia en años previos.
- Si has tenido problemas urológicos o testiculares en el pasado.
Y cuando llegue a la consulta, ¿qué nos van a hacer? No hay que asustarse, no son pruebas agresivas ni dolorosas.
Primeras pruebas en la consulta de Esterilidad
Lo primero será realizar una historia clínica rigurosa a la pareja. Y no sólo de los antecedentes personales de cada uno de enfermedades u operaciones. También es importante repasar los hábitos de vida: dieta, hábitos tóxicos (recordad que el tabaco no es bueno para nada y tampoco lo es para esta situación), horas de deporte, y antecedentes de otros embarazos anteriores, si los ha habido.
También es muy importante preguntar por las relaciones sexuales de la pareja. La frecuencia -os sorprendería la poca frecuencia de algunas parejas- que se recomienda mantener es cada 2-3 días independientemente del momento del ciclo. También se debe indagar si hay alguna dificultad, dolor o sangrado durante las mismas.
Es importante realizar una exploración física de los pacientes, estimar su peso , observar signos de exceso de hormonas androgénicas (masculinas), déficit hormonales, etc. Ya hemos visto que el sobrepeso o la obesidad no son nada recomendables para ninguno de los dos si estás buscando embarazo.
Análisis para descartar enfermedades
Les pediremos a los dos miembros de la pareja una analítica para descartar que sean portadores de patologías transmisibles, (hepatitis B, VIH y sífilis) ya que vamos a trabajar en el laboratorio con su material biológico y podemos contaminarlo.
Análisis de las hormonas en la mujer
Estudiamos la reserva ovárica
La reserva ovárica muestra cuántos ovocitos hay todavía en el ovario, cómo está disminuyendo el número de ovocitos, ya que se sabe que con la edad va cayendo el número y la calidad de los mismos. Aunque se debe saber que hay otros factores que pueden predisponer a tener una reserva menor: genéticos (haber nacido así, con esa predisposición familiar o personal para que la reserva baje antes de tiempo), autoinmunes, cirugías sobre el ovario, quimio o radioterapia...
Y… ¿cómo lo hacemos? Midiendo unas hormonas: la hormona antimulleriana (que es la más sensible), la FSH, el estradiol y haciendo una ecografía en la que contabilizamos el número de folículos antrales (que son los de pequeño tamaño).
Estudiamos la ovulación y las trompas de Falopio
También valoramos otras hormonas para comprobar el buen funcionamiento del cuerpo como la LH, TSH y la prolactina.
- Para determinar cuál es la causa de la esterilidad se debe saber dónde reside el fallo: si se produce en la ovulación, o si las trompas son permeables o si hay suficientes y adecuados espermatozoides.
- Para comprobar la ovulación, en ocasiones no hay que hacer nada más, pues una mujer con ciclos regulares se presupone que ovula todos los meses. Pero si no es así se puede valorar la progesterona en segunda fase de su ciclo.
- Para estudiar si las trompas funcionan bien se introduce un gel (histerosonosalpingografía) o un contraste radiológico (histerosalpingografía) y se visualiza si pasa el contraste. Esta prueba no se realiza a todas las mujeres, pues en ocasiones es molesta y además en aquellas mujeres que se vaya a realizar una fecundación in vitro de entrada (por su edad o por un factor masculino muy severo...) no es necesario.
Qué debo saber sobre el seminograma
El seminograma es la prueba que nos permite valorar el semen de los varones. Se obtiene una muestra por masturbación, con un período de abstinencia de entre 3 y 6 días y sin que haya pasado más de una hora desde su recogida hasta su análisis y sin que le haya dado el frío ni la luz.
En esta prueba valoramos una serie de parámetros como volumen, características, número, movilidad, forma y recuento de espermatozoides móviles. Aunque para que tenga lugar el embarazo con un único espermatozoide, móvil que llegara sería suficiente, existen una serie de parámetros que se han definido como patrones de normalidad.
Aunque eso no significa, que por estar debajo de los mismos no se va a conseguir la gestación, de hecho, debe tenerse al menos dos seminogramas para hacerse un diagnóstico y hay que tener en cuenta que las características del mismo no son estables, pues pueden cambiar por estrés, fiebre o enfermedades.
Nuevo seminograma a los 2 o 3 meses
Por este motivo y porque los hombres fabrican nuevos espermatozoides cada 10 semanas, si un seminograma está alterado, se repetirá a los 2 o 3 meses para confirmar si se repiten estos parámetros. Durante este tiempo se pueden realizar algunos cambios en tu forma de vida para mejorar las cifras del mismo: tomar una dieta saludable, realizar ejercicio suave, bajar de peso si hay sobrepeso, evitar hábitos tóxicos, descansar las horas necesarias y disminuir el estrés.
Más pruebas de esterilidad
Existen otras pruebas, que ya no entran dentro del estudio básico de esterilidad, pero que tu especialista puede solicitarte para profundizar en la causa de esta dificultad, como puede ser un cariotipo, un test de fragmentación o un cultivo seminal. De forma que, cuando una pareja tiene dificultades para gestar, no debe dormirse en los laureles. Ha de acudir a su ginecólogo para iniciar un estudio que ayude a diagnosticar cuál es la causa de la misma para poder subsanarla.