"Mi bebé viene con una vuelta de cordón al cuello"

Suelen ser inofensivas: muchos bebés nacen con el cordón enrollado a su cuerpo

¿Sabías que uno de cada tres bebés nace con vueltas de cordón?

Y es que las vueltas de cordón son muy habituales y casi siempre inofensivas. Es un suceso frecuente, que se encuentra en alrededor del 21-35% de los partos y que se desarrolla sin complicaciones en la mayoría de los casos.

Cómo es el cordón umbilical


Mi bebé viene con vuelta de cordón umbilical

El cordón umbilical es el responsable de que a tu bebé le lleguen procedente de la placenta nutrientes, anticuerpos para su sistema inmunológico... Mide 55 cm de longitud aproximadamente (puede variar en torno a 2 o 3 centímetros arriba y abajo) Por este conducto flexible discurren la vena que contiene sangre arterial y las dos arterias umbilicales que llevan la sangre venosa del bebé hacia la placenta.

Estos vasos sanguíneos mantienen al bebé con vida dentro del útero y están cubiertos por una sustancia denominada gelatina de Wharton que  los protege de los cambios de presión que puedan darse en la gestación y en el momento del parto.  Esta gelatina es tan eficaz que incluso habiendo nudos verdaderos un poco apretados, la circulación fetal no se ve afectada.

¿Que son las vueltas de cordón y porqué se forman?


Los continuos movimientos del feto en el útero materno hacen que en ocasiones el cordón umbilical quede enroscado en las piernas, los brazos, el cuerpo o el cuello del bebé.

Se ha observado en diferentes estudios que, la presencia de estas circulares aumenta a medida que avanzan las semanas de gestación, probablemente debido a la mayor  actividad fetal o la disminución de líquido amniótico.

Las vueltas del cordón umbilical no suelen persistir más de 4 semanas, es decir, son transitorias. Las circulares únicas son más frecuentes que las múltiples. Pueden presentarse de 2 formas: laxas o apretadas, siendo las formas laxas más frecuentes.

Mi bebé viene con vuelta de cordón umbilical

Las vueltas de cordón se suelen visualizar en las ecografías, pero no se van a buscar porque su hallazgo no influye si el parto será vaginal o por cesárea, tampoco en el manejo del mismo. Además pueden aparecer y desaparecer a lo largo del embarazo por lo que el diagnóstico durante la gestación no resulta eficaz. Una circular por el cuello, o dos o tres, no es indicativo de cesárea electiva. 

¿Qué pasa si el bebé trae vueltas de cordón en el parto?


Pues, lo más habitual... ¡es que no pase absolutamente nada!

Como hemos mencionado anteriormente, las circulares de cordón es un hecho que se presenta con frecuencia en los nacimientos. Aun así, existe cierta controversia por parte de los profesionales que asisten partos en cuanto a su manejo en el expulsivo.

Las vueltas del cordón umbilical

¿Qué se hace cuando el bebé viene con una vuelta de cordón?

"La mayor parte de los especialistas en ginecología y obstetricia parece decantarse por un manejo activo y recomiendan:

  • En el momento final del expulsivo, cuando sale la cabecita del bebé, se debe comprobar con los dedos si hay vueltas de cordón alrededor del cuello
  • Si existen, reducirlas: es decir aflojarlas, deslizando el cordón umbilical  por encima de la cabeza o sobre los hombros"

Raquel Rey Pastor, matrona del Centro de Salud los Ángeles y en atención especializada, Madrid.

En caso de no poder reducirlas y el bebé no sale por este motivo, se puede pinzar y cortar el cordón antes de que nazca. Pero la OMS y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) no están a favor porque al cortar el cordón el bebé deja de recibir el flujo sanguíneo rico en oxígeno que proviene de la placenta. Para el recién nacido este aporte de sangre es fundamental para adaptarse mejor a la vida extrauterina durante su nacimiento y en los primeros minutos de vida.

Hoy cuando en el parto nos encontramos con una vuelta de cordón, se aconseja no tocar el cordón hasta que el bebé ha nacido y solo entonces liberar las vueltas.

Hoy cuando en el parto nos encontramos con una vuelta de cordón, se aconseja no tocar el cordón hasta que el bebé ha nacido y solo entonces liberar las vueltas de cordón.

Pero ¿qué pasa si la vuelta está muy apretada? En estos casos, existe una técnica que permite resolver esta situación: la maniobra de Somersault o de la voltereta. Te explicamos en qué consiste: 

  • La salida lenta de los hombros sin hacer nada en el cordón.
  • Flexión de la cabeza del recién nacido hacia el muslo de la madre mientras salen los hombros del bebé.  
  • Mantener la cabeza cerca del periné, pegada al cuerpo de la madre, dejando que el resto del cuerpo salga mediante una “voltereta” y tras esto, desenvolver el cordón umbilical.

"Todo esto no quiere decir que las vueltas de cordón no puedan ocasionar jamás complicaciones en el momento del parto. Puede suceder que las vueltas de cordón ejerzan un exceso de compresión o que la gelatina de Wharton no proteja lo suficiente los vasos sanguíneos y den problemas. Pero este hecho es bastante anecdótico. Si esto ocurre, las matronas y los obstetras, pueden detectarlo durante el trabajo del parto mediante la auscultación intermitente o la monitorización fetal".

Raquel Rey Pastor, matrona del Centro de Salud los Ángeles y en atención especializada, Madrid.

El cordón umbilical en el parto

El prolapso del cordón

En algunas ocasiones en el parto no se complica por una vuelta de cordón umbilical, sino porque se produce la salida del cordón umbilical por delante del bebé. Se conoce como procidencia de cordón o prolapso del cordón. Este suceso es poco habitual: solo ocurre el 0,1%-0,6% de todos los nacimientos.  El mayor problema acontece cuando la bolsa se rompe. La salida de líquido amniótico podría arrastrar el cordón hacia la vagina, incluso la vulva. La cabecita del bebé, que es dura, comprime entonces el cordón umbilical y esto hace que el flujo sanguíneo se detenga y pueda sufrir una hipoxia fetal aguda. Ante esta situación es necesaria intervenir y realizar una cesárea de urgencia. Hasta la llegada a quirófano, para que la cabeza del bebé no comprima tanto el del cordón umbilical es necesario colocar a la mamá en posición antigravitatoria: de rodillas, el con el tronco inclinado hacia delante y los brazos y manos apoyados en la camilla, y la cabeza sobre ellos. Es una postura que en yoga se conoce como postura de mahometano. 

 

Raquel Rey Pastor
Matrona del Centro de Salud los Ángeles y en atención especializada, Madrid