Embarazada y con varices vulvares, ¿por qué me pasa esto?
Durante todo el embarazo, se produce una alteración fisiológica en la circulación de todo el cuerpo de la gestante, no sólo en las paredes de los vasos sanguíneos, sino también en la composición de la sangre. Todo ello -asociado a la predisposición genética- ocasiona una vasodilatación en los miembros inferiores fundamentalmente, un aumento de retención de líquidos.
El resultado: hinchazón, cuadros de dolor inespecífico en las zonas afectadas y por último, la aparición de, las tan desagradables enemigas de las piernas de la embarazada, las arañas vasculares o las temidas varices. Esta cantidad de signos y síntomas suelen mejorar considerablemente en el posparto pero, ¿qué hacer para mitigarlos? El empleo de geles fríos, medias de compresión, situar las piernas en alto y realizar masajes de manera cotidiana pueden mejorar todo lo dicho anteriormente.
"Bultos serpenteantes" de color azulado
Sin embargo, en ocasiones, aparecen unos bultos, como unas imágenes serpenteantes en la región de la vulva, de color azulado, que pueden llegar a originarte una gran congestión, pesadez e incluso dolor, a medida que va avanzando el día. Son las varices vulvares. Estas dilataciones vasculares son muy parecidas a las que aparecen en las piernas, pero de localización vulvoperineal; el tratamiento es similar. Suelen ser más frecuentes a medida que van sucediéndose los embarazos, puesto que la dificultad circulatoria va aumentando… pero también pueden entrar en escena a partir de la semana 20 de gestación.
Cuando te encuentres con un bulto en la vulva -si no lo tienes diagnosticado previamente- lo primero que debes acudir es a tu obstetra, quien te dará las pautas de tratamiento. Suelen ser las siguientes:
- No emplees ropa ajustada que te comprima la región inguinal y vulvar y evita situaciones con excesivo calor.
- Realiza ejercicio físico diario moderado: la natación el deporte más recomendado en estos casos, puesto que permite encontrarte en estado antigravitatorio durante unos minutos.
- Mantén las piernas en alto durante tu tiempo de reposo o bien sitúate tumbada de lado.
- Evita los períodos prolongados de pie.
- Evita la ganancia excesiva de peso.
- En ocasiones se puede emplear productos homeopáticos o flebotónicos, si los síntomas no mejoran con las medidas higiénicodietéticas recomendadas, siempre bajo recomendación de tu matrona u obstetra.
¿Podré dar a luz con varices vulvares muy dilatadas?
La siguiente duda que puede acecharte es clara: ¿Podré parir por vía vaginal con estas varices vulvares? Por supuesto que sí, a no ser que exista una contraindicación previa para este tipo de parto o que surja durante el mismo. Si bien es cierto que a la hora de hacer una episiotomía, los especialistas que te atienden serán conservadores y evitarán la zona varicosa siempre que sea posible.
Y si no ha podido ser, posteriormente se procederá a la sutura de las boquillas de los vasos, sin tener que generar más complicaciones que cualquier otra sutura de episiotomía o desgarro. No te preocupes, tras el embarazo tu vulva irá poco a poco transformándose, para llegar a estar como antes de la gestación. Desaparecerá la hinchazón, las varices y las molestias que ahora te pueden incomodar tanto para que puedas estrechar entre tus brazos a tu pequeño bebé, culminando así el papel más bonito de tu vida.