Cómo luchar contra el frío intenso estando embarazada

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Frío intenso en el embarazo: cómo abrigarte
07 Dic 2016

Con el frío que muchas embarazadas tienen de forma habitual, debido a propios los cambios hormonales, se hace muy duro cuando llega la época invernal y tu cuerpo va ya unos cuantos grados por debajo en tu propio termómetro corporal. Por eso hemos preparado un decálogo de consejos para adaptarte a esta nueva estación y sobre todo, poder llevar tu día a día mucho mejor.

Ropa de abrigo de calidad 

Es muy importante tener una buena prenda de abrigo. Los dos requisitos fundamentales: que no pese pero sea lo suficiente buena como para no dejar pasar ni el frío ni la humedad.

Evita la pérdida de calor. No olvides los guantes, gorros o sombreros, para no perder calor por las manos ni la cabeza. También es imprescindible el empleo de un buen calzado que sujete el pie, no deslice y, además, mantenga el calor y evite el traspaso del agua en caso de lluvia o nieve.

Usa la técnica de las “capas de cebolla”

 Ponte varias capas de ropa y no una única prenda de vestir. Esto permite mantener mejor el calor y cuando se entra en edificios donde está la calefacción encendida, permite desprenderse de capas de ropa en función del calor que tengas.

Adáptate al entorno. Cuando salgas a la calle debes seguir los consejos anteriormente descritos. Pero cuando entres en un sitio cerrado con calor, no puedes seguir con la misma ropa, puesto que al salir a la calle vas a notar mucha diferencia de temperatura y puede ser peligroso para tu cuerpo. Por tanto, aunque te dé pereza, debes quitarte la ropa que sientas que te sobra y nunca la que te digan los demás que te quites, Tú sabes cómo te encuentras en cada momento.

Siempre bien hidratada 

La correcta hidratación de la embarazada es clave: intenta beber abundante cantidad de líquido para que tu centro termorregulador, pueda trabajar correctamente. Cuando hablamos de líquido, no sólo es agua, sino también infusiones.

Dieta calórica, no olvides los platos de cuchara. No vamos a ser nosotros los que te aconsejemos incrementar el aporte de calorías de manera excesiva para que aumente la cifra que marca tu báscula de forma exponencial. ¡No! Cuando hacemos referencia a una dieta calórica, queremos expresar que no se puede comer lo mismo en verano que en invierno.

Durante la estación de frío, si comes a base de ensaladas, tu cuerpo va a tener una temperatura inferior, por tanto, los alimentos se deben aclimatar a la estación del año en la que nos encontramos y puedes incrementar la ingesta de cremas y caldos.

Calefacción y ducha suave 

Si no puedes controlar la temperatura ambiente en tu domicilio porque dispones de calefacción central, debes aclimatarte a lo que tienes. No obstante, si puedes tener la opción de regular tus grados, no abuses de la calefacción, puesto que la temperatura que, por término general, se suele recomendar ronda los 19 a 21 grados. En relación a esto, lo más importante es que tú estés cómoda.

El tomar duchas de agua muy caliente, puede hacer que luego te cueste mucho más aclimatarte al frío: por tanto el agua debe estar en una temperatura tibia para que la sensación térmica mucho mejor.

Sal a la calle y muévete 

Es cierto que el frío hace que te sientas acobardada a la hora de salir, por la incomodidad que suponer ir tan abrigada. Tienes que ir donde te apetezca, si llueve y hace mucho frío a algún sitio cerrado. Pero es importante que salgas de casa, para tener una actitud mucho más positiva frente a los problemas que puede haber en la gestación. Evita en lo posible las horas de frío extremo: cuando salgas, intenta hacerlo en las horas centrales, de mayor exposición solar o, por lo menos, que no haga tanto frío.

Espero que todos estos consejos te puedan servir para hacer de este invierno una temporada de acontecimientos bonitos que vayan llenando tu día a día, no sólo de frío, sino también de recuerdos inolvidables de tu embarazo.

Dra. Miriam de la Puente
Especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Clínico San Carlos (Madrid)