Las ventajas de ser madre a los 40 años (o más)
Son embarazadas con emociones más estables
Quedarse embarazada por primera vez con más de 40 años también tiene ciertas ventajas: cuidan más su salud, lo que beneficia al bebé, y cuentan con una mayor estabilidad emocional y profesional, lo que favorece el desarrollo del niño.
Las madres mayores de 40 años se cuidan más
A las madres mayores de 40 años o madres tardías siempre se les advierte de los problemas que puede presentar su embarazo a esas edades. Y lo cierto es que esos avisos tienen una justificación: las probabilidades de desarrollar complicaciones, como la hipertensión, la diabetes, la colestasis (una enfermedad que implica al funcionamiento del hígado), son mayores. Pero, por otro lado, tener un hijo con esa edad también tiene sus ventajas.
Una de las ventajas de ser madre a partir de los 40 años tiene que ver precisamente con ese mayor peligro que puede presentar la gestación. Como nos explica Ángela Rodríguez, psicóloga perinatal e infantil del centro AITTA Psicología, “los embarazos tardíos como tienen más riesgo a nivel físico lleva a que las mujeres se cuiden mucho más para intentar disminuirlo”.
Gestantes disciplinadas y muy motivadas
Son mujeres que acuden a todas las citas médicas y suelen seguir con bastante disciplina todas las recomendaciones médicas respecto a la toma de suplementos vitamínicos, alimentación, estilo de vida, ejercicio... Además, como en muchas ocasiones se consideran gestaciones de riesgo, tienen más controles médicos.
Esta preocupación por su salud y la del bebé no es la única ventaja. Otra, y quizás la más evidente, es “la mayor estabilidad personal y profesional”, afirma Ángela Rodríguez. “A muchas madres jóvenes les pilla la maternidad en pleno desarrollo profesional, pero a los 40 años tiene estabilidad económica, mayor compromiso con la pareja y una gran motivación para la maternidad”, añade la psicóloga.
Los hijos de madres tardías son muy deseados
Por otra parte, las mujeres que se quedan embarazadas a partir de los 40 años por primera vez previamente han meditado mucho la decisión de ser madres. No es una resolución tomada a la ligera. En ocasiones, incluso han pasado años desde que abandonaron los métodos anticonceptivos. De hecho, muchos de estos embarazos se consiguen gracias a técnicas de reproducción asistida. “Son embarazos deseados. Tener un bebé en el momento que la mujer ha elegido reporta beneficios tanto para quien concibe como para el bebé”, afirma Ángela Rodríguez.
“Cuando hay una intención expresa de quedarse embarazada se facilita la implicación en el embarazo y en el cuidado de la salud y en la atención al bebé. Por contra, un embarazo no deseado es un evento estresante y traumático para ambos miembros de la pareja y eso se proyecta en el niño”.
¿Niños más inteligentes o mejor educación?
Un estudio británico y alemán, de la London School Economics and Political Science y el Max Planck Institute for Demografic Research, publicado en la revista International Journal of Epidemiology, señalaba que los hijos de las madres mayores de 35 años de hoy tienen más posibilidades de ser más inteligentes que los nacidos de madres más jóvenes.
Sin embargo, cuando se analizaron los datos en niños nacidos también de madres mayores, pero a finales de los años 50 y 70 del siglo pasado, los pequeños mostraban más habilidades cognitivas cuando sus madres tenían entre 25 y 29 años. Para Ángela Rodríguez estos datos son un reflejo del cambio en el papel de la mujer en las últimas décadas. “En los años sesenta el acceso de las mujeres al mercado laboral era prácticamente nulo”, reconoce.
Mayor nivel socioeconómico, mejor educación del niño
Por lo tanto, los motivos de esas mayores competencias cognitivas de los pequeños nacidos en el siglo XXI de madres mayores habría que buscarlos no en si sus madres han cumplido 35 o más años sino en otros factores. “Que los niños sean más inteligentes, no se debe a la edad de la madre, sino a su nivel socioeconómico, a los cuidados que tiene en el embarazo, el acceso a oportunidades de desarrollo que le puede ofrecer al niño y la implicación en la crianza del niño. Las madres que son mayores ahora pueden dar una educación mejor”, comenta.
Madres mayores de 35: el cerebro cambia
Por otra parte, un estudio de la Universidad Southern California, publicado en la revista Journal of the American Geriatrics Society, señalaba que en las madres mayores de 35 años aumentaban sus habilidades mentales tras el parto. La investigación de esta universidad estadounidense relacionaba el incremento de las hormonas del embarazo, estrógenos y progesterona, con un aumento de las capacidades cerebrales de las madres. “Es cierto que las hormonas cambian la química del cerebro y por lo tanto sus funciones cognitivas, pero aún no hay evidencias suficientes”, nos explica la psicóloga Ángela Rodríguez.
“Los estudios que analizan cómo cambia el cerebro de la mujer en el embarazo son muy recientes”, añade. Por ejemplo, en febrero de este año se publicó en la revista Psychoneuroendicrinology una investigación del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, y del CIBER de Salud mental, que afirmaba que el instinto de protección de la madre hacia el bebé y el instinto materno se deben a unos cambios en la anatomía del cerebro materno provocados por las hormonas tras el parto.
Pero también se suceden otras modificaciones. La acción de las hormonas “te preparan para no dormir mucho y estar más despierta para responder a las demandas del bebé. Te activan y dan energía, de tal forma que eres capaz de hacer cosas que hasta entonces no lo habías ni imaginado”, bromea la psicóloga.
Madres mayores, más posibilidades de llegar a los 95 años
Hace unos seis años un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, publicado en Menopause, en el que se analizaba a 551 familias con miembros que habían vivido hasta edades avanzadas, descubrieron que cuando las mujeres eran madres a partir de los 33 años tenían el doble de posibilidades de llegar a los 95 años de edad o incluso de superarlos, que las madres cuyo último hijo había nacido antes de los 30 años. El porqué de esta circunstancia no se sabe. Los investigadores sugieren que las mujeres que son capaces de concebir de forma natural a partir de los 35 o los 40 años cuentan con una genética favorable.
Cuidado con los "niños burbuja"
Como ya hemos comentado, los embarazos de mujeres mayores de 40 años suelen ser muy deseados. Eso es un beneficio para el posterior desarrollo del niño, pero hay que tener cuidado porque, como nos explica la psicóloga infantil y perinatal Ángela Rodríguez, “podemos pasarnos y que sea un bebé sobreprotegido, los que se conoce como bebé burbuja. Y eso no les beneficia”. En ocasiones son madres que por ejemplo no permiten que sus hijos acudan a las excursiones del colegio, no les dejan tomar sus decisiones ni que adquieran responsabilidades….
“La sobreprotección es un riesgo porque no permite al niño desarrollarse de manera completamente autónoma. Crecen con muchos miedos, inseguros”, señala la psicóloga. No practican el ensayo-error, básico para su crecimiento personal. Esto se da sobre todo en madres que se han sometido a los tratamientos de fertilidad para poder quedarse embarazadas. “Es un bebé que ha costado más esfuerzos y frustraciones, es más proclive a desarrollar un sentimiento sobreprotección”, añade.