¿Las vueltas de cordón siempre peligrosas para el bebé?
Vuelta de cordón, causa muy improbable de muerte fetal
Uno de los miedos más frecuentes en las mujeres embarazadas es que el cordón umbilical se enrolle en el cuello del bebé hasta el punto de poder asfixiarlo dentro del útero materno.
Si presenta vueltas de cordón (circulares) en el cuello, por ejemplo, la matrona suele solucionarlo con facilidad en el momento del parto. No obstante, si el cordón umbilical se desplaza y sale antes que el feto estamos ante una urgencia obstétrica que precisa cesárea. De todas formas, tranquila, es una complicación muy infrecuente, que solo se da en un 0,2 por ciento de los partos.
Cómo es y para qué sirve el cordón umbilical
Si en una ecografía el médico te dice que el bebé tiene el cordón alrededor del cuello, no deberías preocuparte, ni pensar que el bebé puede morir por asfixia en el embarazo. El feto no "respira" como lo hacemos nosotros. Es decir, el oxígeno que necesita para poder vivir no le llega a través del aire, ni de sus pulmones. En principio porque en el útero no hay aire sino líquido y por lo tanto no respira. El oxígeno le llega a través de la placenta y del cordón umbilical.
"El cordón umbilical tiene la función de transportar los nutrientes que filtra la placenta y la sangre fetal para que se produzca el intercambio de gases; es decir, lleva la sangre poco oxigenada del feto a la placenta y devuelve la sangre una vez oxigenada al feto", comenta la doctora Mónica Novelle, ginecóloga del equipo de Gine4 de HM Hospitales.
Tiene una longitud variable, pero la media es de unos 55 centímetros. Suelen tener dos arterias y una vena (aunque en un 1 por ciento de las gestaciones únicas y en un 7 por ciento de las gemelares en el cordón solo se aprecia una arteria y no dos) que se hayan rodeadas por la gelatina de Warton. Esta gelatina que le da un aspecto escurridizo, "protege los vasos y evita que se compriman", es decir, dificulta que se pueda plegar en forma de "L" e impedir la circulación sanguínea.
Es cierto que a veces se forman nudos, como afirma la doctora Novelle: "La incidencia de nudos verdaderos de cordón es de 1,2 por ciento". De ese porcentaje, apenas un 6 por ciento se relacionan con pérdidas perinatales. "Esto quiere decir que son raros, pero presentan un riesgo de complicaciones mayor", añade.
Bebé con circulares al cuello o en alguna parte de su cuerpo
Durante el embarazo, el bebé nada literalmente en el líquido amniótico. Mueve sus brazos y piernas, se gira. En todo ese trasiego, es frecuente que "el cordón umbilical se enrosque alrededor de alguna porción del feto, habitualmente el cuello", explica la doctora. "Por fortuna, la circular del cordón alrededor del cuello (así se llama médicamente a la popular ‘vuelta de cordón' es una causa infrecuente de muerte fetal", afirma Novelle. Tanto es así que cuando se ve en la ecografía, los médicos no modifican su actitud durante el embarazo y solo en el parto puede ser indicación de monitorización (un aparato que permite medir el latido cardiaco).
En caso de que el bebé nazca con esa circular en el cuello, el ginecólogo o la matrona suele solucionarlo con gran pericia introduciendo un dedo entre el cordón y el cuello y soltando esa vuelta. Pero si no es posible se corta tras la salida de la cabeza del feto. La monitorización fetal en el parto permite al ginecólogo saber si el bebé corre peligro o no, pero no la "existencia de una circular", concluye la ginecóloga.
Qué es el prolapso del cordón umbilical
No es frecuente, pero en un 0,2 por ciento de los partos, el cordón umbilical se desplaza y sale antes que el feto. "Supone una emergencia obstétrica", señala la doctora Mónica Novelle. En estos casos se debe realizar "una cesárea urgente, ya que los vasos sanguíneos del cordón se pueden comprimir de tal forma que provoque la asfixia del bebé", añade.