Lactancia materna en verano: hidratación de madre y bebé
Atenta a los signos de hambre y sed que emite el niño
Cada vez llega antes el verano y las altas temperaturas y tanto si ya llevamos tiempo como si estamos empezando a dar lactancia materna es importante conocer algunas peculiaridades de amamantar en verano (incluso durante una ola de calor) para asegurarnos de mantener una lactancia correcta y feliz.
Lactancia exclusiva, también con el calor
Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en materia de lactancia suponen que el bebé no tome ningún alimento distinto de la leche materna hasta los seis meses de vida. Sin distinguir si estos seis meses transcurren en verano o en invierno... Dicho de otro modo, recomienda practicar la lactancia materna exclusiva.
Salvo indicación del pediatra, que detecte alguna necesidad especial del bebé, durante los seis primeros meses de vida del bebé, la lactancia materna es suficiente, de modo que no es necesario ofrecer a nuestro pequeñín ningún otro alimento, sólido o líquido.
Si el bebé es más mayor y ya toma otros alimentos sigue las recomendaciones de tu pediatra o enfermera a la hora de ofrecerle agua u otros líquidos.
Cómo son las tomas durante el verano
Con el aumento de las temperaturas puedes notar que hay ciertos cambios en las tomas que hace tu bebé. Puede que, aparte de las tomas habituales, haga tomas intermedias más cortas. Estas tomas intermedias están encaminadas no a alimentarse, sino a calmar su sed. Durante la toma la primera parte de la leche que extrae el bebé del pecho es leche rica en agua y con poca cantidad de grasa, por eso el bebé hace tomas cortas cuando necesita solamente beber. Cuanto más calor haga, seguramente, mas tomas intermedias y cortas hará tu bebé.
Atenta a los signos de hambre y sed del bebé
Es importante adelantarnos a las necesidades del bebé, no esperar a que nos pida llorando desconsoladamente la toma. Estate atenta a los signos tempranos de hambre o sed del bebé:
- Se lleva la manita a la boca, cabecea buscando el pecho.
- Saca la lengua e intenta chupar lo que tenga cerca son signos de que empieza a tener necesidad de que le ofrezcamos el pecho.
- Esperar al llanto supone tener al bebé muy alterado y eso siempre dificulta la lactancia, además de que un retardo en la toma en verano, con los calores extremos que padecemos, puede suponer un retraso en la hidratación de nuestro bebé.
- Vigila que el bebé orine frecuentemente. Un bebé alerta, con buen aspecto y que moja con frecuencia el pañal con orina clara es un bebé bien hidratado.
Toma más agua, verduras y frutas
Es importante que, además de cuidar al bebé te cuides tu misma. Mantener una dieta adecuada y variada, rica en fruta y vegetales y beber la suficiente cantidad de agua es fundamental para asegurar nuestra hidratación y la de nuestro bebé.
Igual que al bebé le ofreces el pecho con frecuencia con los primeros signos de necesidad por su parte, debes estar atenta a ti misma y beber agua con frecuencia, no esperes a tener mucha sed.
Ten a mano una botella con agua y bebe durante la toma, aumenta el consumo de frutas, aprovecha que la fruta de verano es muy rica y variada y tiene un alto contenido en agua.
Prepara tu "kit" de lactancia
- Procura realizar las tomas en lugares frescos y bien ventilados.
- Evita el aire directo del ventilador o del aparato de aire acondicionado.
- Procura que tanto tu ropa como la del bebé sean de fibras naturales
- Evita el exceso de ropa.
- Mantén al bebé protegido del sol.
- Evita el sol en los horarios de máxima radiación solar (entre las 12 y las 16 horas la radiación solar es máxima.
- Prepara un “kit de lactancia” con todo lo necesario para ti y para tu bebé, que cubra cualquier imprevisto.
- Si vas a viajar con el bebé planifica con antelación el viaje, elige los horarios de menos calor y ten pensado donde hacer las diferentes paradas.
- Si el bebé necesita parar antes de lo previsto tendrás que buscar un área de servicio alternativo.
- Evita el estrés. Procura no planificar mil actividades o visitas: los horarios del bebé pueden cambiar y es importante respetar sus necesidades. Es mejor hacer lo contrario, adaptar en lo posible todas las actividades a tu lactancia materna.