Cómo salen los dientes de leche a los bebés
Los mordedores fríos son útiles en esta etapa
Los primeros dientes de leche suelen aparecer en la boca a partir de los cinco o seis meses de edad, aunque existen multitud de variaciones individuales: desde el niño que nace ya con algún diente (dientes natales), hasta bebés que con 18 y 20 meses, no presentan diente alguno en boca. Hay que tener presente que los dientes se empiezan a formar en el bebé en la sexta semana de embarazo y que los dientes definitivos comienzan su formación en la semana 22 de embarazo.
La secuencia u orden de aparición de la dentición infantil es la siguiente:
Edad (meses) | Intervalo razonabble (meses) | Diente erupcionado |
8 | 6-10 | Incisivo central superior |
10 | 8-12 | Incisivo central inferior |
11 | 10-16 | Incisivo lateral inferior |
12 | 9-13 | Incisivo lateral superior |
16 | 14-19 | 1er. molar superior e inferior |
17 | 15-21 | Canino inferior |
19 | 16-22 | Canino superior |
27 | 23-31 | 2º molar inferior |
29 | 25-33 | 2º molar superior |
Cada niño, a su ritmo
Las variaciones personales en la dentición infantil, no tienen por qué tener importancia clínica alguna. A los tres años de edad, el bebé ya tiene sus 20 dientes de leche o temporales (diez dientes superiores y diez inferiores, de los cuáles, cuatro son incisivos, dos caninos, y cuatro molares). De no ser así, lo más recomendable es consultar con el especialista para intentar determinar la causa.
Desde el momento en el que se completa la dentición temporal, no cabe esperar cambios en los dientes, hasta los cinco o seis años de edad, cuando comenzará a erupcionar el primer molar definitivo.
Esta muela comienza a salir por detrás de la última temporal que se encontraba presente en la boca. A partir de esta edad, cabe esperar que comience la etapa de recambio dentario, en la que se irán cayendo los dientes de leche y saliendo los definitivos.
Las molestias de las encías del niño y bebé
El proceso de erupción dentaria es un proceso natural que no tiene porqué verse acompañado de patología, pero sí que puede venir precedido de ciertas manifestaciones molestas en el bebé, que hacen que se encuentre irritable. En muchas ocasiones, el proceso pasa totalmente inadvertido a los padres, hasta que se ve la presencia del nuevo diente en la boca.
La sintomatología que con más frecuencia acompaña al comienzo de la dentición infantil, es el aumento de salivación y la inflamación local de la encía que se encuentra sobre el diente que va a erupcionar. La desazón que puede notar el pequeño hace que suela intentar mordisquear todo lo que tiene a su alcance: dedos, tejidos u otros objetos…
Normalmente, estas molestias desaparecen cuando el diente rompe la encía y deja de hacer presión sobre ella.
Asociadas a estas manifestaciones locales, pueden aparecer otros procesos que afectan el estado general del bebé: irritabilidad, alteración de los ciclos de sueño, rechazo de la alimentación aunque tenga hambre, febrícula, irritación de la zona del pañal…
Calmar el dolor de los primeros dientes
- Para tratar los síntomas más locales, existen fórmulas farmacéuticas en forma de gel, para aplicar localmente en la zona afectada de la encía del niño.
- Resulta de mucha utilidad la aplicación de frío local a través de mordedores que se conservan en la nevera, para mejorar la inflamación local de la encía.
- También se considera eficaz el masajear con los nudillos la zona de encía afectada.
- Si los síntomas son muy acusados, se deben administrar fármacos tipo paracetamol o ibuprofeno, dependiendo de la prescripción por parte del pediatra o especialista.
- Los anestésicos locales no tienen mayor efecto en estas circunstancias ya que no es dolor lo que siente el niño, sino desazón por la presión del diente sobre la encía.
La asociación de la salida de los dientes con infecciones y otras enfermedades se ha descartado. Hay que tener presente que en esas edades son frecuentes las enfermedades infecciosas, que al principio presentan síntomas muy similares. Si el niño presentase fiebre alta, diarrea o alguna otra afectación importante de su estado general es necesario consultar con su pediatra.
En muy raras ocasiones, el diente no consigue romper la encía, formándose una especie de abultamiento que dificulta aún más la salida del diente implicado. Estos abultamientos son los llamados quistes de erupción (de aspecto rosa claro o blanquecino, de contenido seroso) o hematomas de erupción (de color más azulado, cuando el contenido es hemático). En estos casos, se recomienda acudir al odontopediatra para que valore la situación y establezca las medidas más adecuadas.