Cuidados especiales del recién nacido en verano
Cómo protegerle del calor y la deshidratación
Te preocupa que las altas temperaturas del verano puedan causar una deshidratación a tu bebé recién nacido o cómo saber si tiene calor, y cómo vestirle en verano. Y al mismo tiempo, te preguntas si podéis salir a algún lugar durante unos días de vacaciones. Resolvemos todas tus dudas.
Verano, buena época para dar a luz
Si tu pequeño ha decidido nacer en el verano, alégrate. En primer lugar, porque te has librado de pasar los meses de más calor con una enorme barriga y, en segundo lugar, porque ahora te resultará mucho más fácil vestirle y le podrás bañar o dar un masaje sin miedo a que se enfríe. Además, como los días son más largos y la temperatura lo permite, podrás pasear con él por la tarde durante bastante rato o incluso sentarte en una tranquila terraza con tu pareja o amigos.
Tu recién nacido recibirá también una dosis extra de vitamina D gracias a la luz del sol y tiene menos riesgo de ictericia (una coloración amarillenta provocada por un exceso de bilirrubina en la sangre que su aún jovencísimo hígado es incapaz de asimilar), puesto que la luz es el mejor remedio para este trastorno.
Sin embargo, deberás estar atenta a otros riesgos como la deshidratación, la exposición al sol y las infecciones grastrointestinales.
Cómo saber si el bebé tiene calor
Es verdad que los bebés regulan muy mal su temperatura corporal y que suelen ser frioleros, pero eso no quiere decir que ahora debas abrigarle en exceso o por el contrario, tenerle medio desnudo. Como siempre, echa mano de tu sentido común. Los recién nacidos se deben vestir con prendas fresquitas, como camisetas de algodón de manga corta.
Los bebés regulan su temperatura sudando por la cabeza. Por eso, si notas su nuca sudorosa quiere decir que tu peque está pasando calor, aunque sus manos y pies parezcan fríos (al tratarse de las extremidades es fácil que se encuentren así).
Evita la deshidratación del bebé
La deshidratación, es decir, la pérdida excesiva de agua corporal por efecto del calor, es el principal riesgo de las altas temperaturas veraniegas o de pasar mucho rato en lugares donde se concentra mucho calor, como en un automóvil o debajo de una sombrilla de la playa. Los síntomas son muy claros: las fontanelas y los ojos aparecen hundidos, los labios están resecos y la piel cuando se pellizca aparece arrugada. Si notas estos signos de alarma, actúa de inmediato:
- Lleva urgentemente a tu hijo a un centro médico y dale una cucharadita de suero oral cada tres minutos.
- Pero para prevenir, además de huir de los sitios con mucho calor, es fundamental asegurarse una buena hidratación.
- Si el bebé se alimenta a pecho no es necesario darle líquido de más.
- Los bebés que toman leche artificial, si el biberón se prepara respetando las cantidades de líquido y polvo indicadas por el fabricante tampoco suelen necesitar beber agua.
- Pero si hace mucho calor prueba a ofrecerle agua en un biberón; si la rechaza, no te preocupes.
Para prevenir la gastroenteritis
En el verano hay que tener mucho cuidado con las infecciones gastrointestinales, ya que el calor activa las bacterias que las provocan y que uno de sus síntomas, la diarrea o los vómitos, causa una rápida deshidratación. Sin duda, lo mejor es prevenirlas. Si le das el pecho a tu hijo hay menos posibilidades de que sufra estas infecciones, pero no olvides mantener una buena higiene: lávate bien las manos antes de cada toma. Si se alimenta con biberón en estos meses más que nunca te conviene usar agua hervida, y esterilizar el biberón, la tetina, la rosca y la tapa antes de cada toma. Si decides preparar un biberón con antelación guárdalo en el frigorífico hasta que se lo des.
¿Puedo llevar al bebé de vacaciones?
Los médicos suelen aconsejar que no se traslade al recién nacido hasta que no haya cumplido al menos un mes de vida. Respecto al lugar de veraneo podrá ser la montaña, el campo o el mar, según las preferencias de cada familia. Si el núcleo familiar está cómodo, el bebé se adaptará a cualquier lugar:
- Lo fundamental es evitar la deshidratación y no exponer nunca al pequeño al sol.
- Si vais a la costa, no le lleves a la playa, ni le metas en el agua, porque está muy fría para él y contiene impurezas que le pueden perjudicar.
- Si optáis por la montaña, no te olvides que el sol es igual de perjudicial y que una altitud superior a los 1.200 m el oxígeno desciende.
- En los viajes en coche ten mucho cuidado porque a través de los cristales la acción del sol es más potente. Aunque lleves el aire acondicionado y no pase calor, la fuerza de las radiaciones solares le llegan igual.
- Coloca en las ventanas protectores solares, y de nuevo no olvides ponerle su gorrita. Conviene que una persona viaje atrás junto con el bebé para que le pueda atender y saber si el aire está demasiado fuerte o le da el sol. Si te pilla un atasco o caravana, es preferible que salgas de la carretera, ya que un coche parado a baja velocidad puede concentrar altas temperaturas.
Cómo proteger al bebé de las picaduras
Las picaduras de los mosquitos pueden ser muy molestas para el bebé. Para evitar que le piquen, aquí tienes unos cuantos consejos sobre qué hacer y qué no:
Instala mosquiteras en las ventanas de su habitación.
Cubre con una malla el cochecito de paseo (de venta en tiendas especializadas en productos de puericultura).
No pulverices su cuarto con insecticidas.
También puedes usar ahuyenta mosquitos electrónicos.
En las farmacias encontrarás cremas repelentes específicos para bebés. En este caso, ten la precaución de no aplicarle la loción en las manos, para que no la chupe.
Consejos para dar paseos seguros
En verano podrás salir con tu bebé de paseo, pero no en las horas más calurosas del día. Aprovecha las primeras horas de la mañana, hasta las 12 horas como mucho. Si prefieres las tardes, sal a partir de las seis o siete de la tarde, cuando el sol ya es menos fuerte. Presta atención a su temperatura corporal, aunque vaya destapado, ya que puede sentirse sofocado porque la capota de los cucos concentra mucho calor.
Si decides quitarla y poner la sombrilla, no olvides que debe salir a la calle con su gorrito. Ten en cuenta que en cuanto cambies de dirección, si no lleva gorra, el sol incidirá sobre su cabecita. Además, debes aplicar en su fina piel protector solar pantalla total, que evita la absorción de los rayos ultravioleta. Pónsela siempre que salgas a la calle aunque lo hagas con la sombrilla, pienses pasear en la sombra o el día esté nublado.