Desarrollo feto semana 39: Puede nacer en cualquier momento
La oxitocina genera las contracciones uterinas
Tu bebé cumple 39 semanas de gestación, muchas semanas formándose dentro de tu útero… Ya puede nacer en cualquier momento, pero aún puede estar unos días más en tu interior completando su desarrollo.
En la semana 39 de embarazo… ¡el pequeño casi está a punto de caramelo!
El gran milagro de la respiración
- Cuando en las primeras semanas de vida de tu pequeño se formó el corazón, se creó una abertura entre las aurículas derecha e izquierda llamada comunicación intraauricular oval o foramen oval.
- Recuerda que hasta que tu hijo no nazca no obtiene el oxígeno a través del aire que respira y que no pasa por sus pulmones, sino que lo consigue gracias a la placenta.
- Y precisamente esta pequeña abertura permite que la sangre pase de una aurícula a otra saltándose el paso de los pulmones, que ahora se encuentran lleno de líquido amniótico. Así es posible que al cerebro le llegue sangre oxigenada.
- Cuando dentro unos pocos días tu pequeño nazca, se produce un pequeño milagro: se cierra el foramen oval y la sangre pasa al ventrículo derecho, la aurícula derecha, y los pulmones se oxigenan por primera vez: comienzan a funcionar como tales.
Ya parece un recién nacido
- El lanugo prácticamente ha desaparecido y la vérnix caseosa también en gran parte se ha desprendido.
- Mantiene una postura que le permite ocupar menos espacio: la cabeza hacia abajo, los brazos cruzados sobre el pecho, las piernas elevadas y dobladas. Es lo que se conoce como postura fetal.
- Y en esa posición se mantiene ya que no le queda sitio para poder estirar un brazo o una pierna.
- Pero, por supuesto, se sigue moviendo y de hecho ante una disminución evidente de la percepción de movimientos fetales hay que consultarlo con el ginecólogo.
Hormonas que desencadenan el parto
Se desconoce qué circunstancias provoca que en un determinado momento el bebé decida nacer, pero si se sabe que él interviene en el proceso. Aunque sea imperceptible es posible que el hipotálamo de tu hijo, que forma parte de su sistema nervioso central, esté segregando algunas hormonas o unas señales al cerebro de la madre, para que comience el proceso de parto. También cuando sus pulmones se encuentran maduros segregan una proteína al líquido amniótico que altera la producción de las hormonas: la placenta reduce lentamente la producción de progesterona y aumenta la oxitocina, que es la que produce las contracciones del útero.
Qué siente la madre en la semana 39 de embarazo
Cuidado con el síndrome del nido
¿A pesar de la tripa has decidido limpiar la cocina, las cortinas de todas las ventanas o pintar la casa?
Es un comportamiento muy característico de la mujer embarazada cuando el parto está cerca y se llama síndrome del nido: experimenta la necesidad de tener preparada la casa, limpiar y recoger o preparar el ajuar del bebé con cierta ansiedad... Es una manifestación psicológica. No es peligroso siempre y cuando la mujer no abuse de sus fuerzas.
Ahora en el útero han aumentado los receptores sensibles la oxitocina, la hormona que va a provocar las contracciones uterinas y la dilatación del cuello del útero, aunque tú, por supuesto, no notas nada.
Un consejo para alimentarte mejor
A estas alturas del embarazo, el sistema digestivo de la futura madres se encuentra completamente comprimido. Por eso, y por el efecto de las hormonas que van a favorecer que el organismo materno permita una buena dilatación para que el bebé nazca, las digestiones se hacen muy lentas y pesadas. Intenta comer pocas cantidades, aunque a menudo y evita los alimentos muy grasos. Al mismo tiempo toma frutas, verduras, legumbres y cereales integrales para prevenir el estreñimiento, ya que ahora se puede agravar.
Un truco para sentirte mejor
Te encuentras muy pesada y es probable que notes molestias al caminar en la pelvis, sobre todo al subir cuestas. No es grave: son unas molestias derivadas de un hecho fisiológico, como es el aumento de la movilidad de la pelvis para facilitar el parto. Hasta que des a luz intenta subir y bajar escaleras lo menos posible, al levantarte de la cama o de una silla hazlo apoyando bien los dos pies en el suelo, y no hagas ningún movimiento en el que sientas dolor.