Desarrollo físico y neurológico del bebé entre los dos y seis meses
El niño madura, duerme mejor y empieza a socializarse
Entre los dos y los seis meses de vida, el bebé va a experimentar grandes cambios físicos y neurológicos. A partir del segundo mes de vida, la aparición de la sonrisa social en el bebé implica un acontecimiento de altísimo componente comunicativo. El niño ya no sonríe de modo automático y sin intención: sonrisa social implica un paso de gran valor en la intercomunicación; contesta a la sonrisa cuando le sonríen y, a su vez, él sonríe como modo de atraer la atención o interrelacionar con el entorno; provoca un sentimiento de gran emoción en los padres, por la sensación de ser reconocidos y queridos por su hijo.
Además, se producen otros hitos en su desarrollo:
- Los periodos de sueño-vigilia van a ir regularizándose, disminuyendo hasta unas 14 horas al día, con unas nueve horas nocturnas y dos siestas al día cuando alcanzan los seis meses, aunque esto no es una norma para todos los niños.
- El interés por el entorno va aumentando: ya no se centra sólo en su madre durante la alimentación.
- El crecimiento se ralentiza y pasa a ser de unos 20 gramos al día
- Desaparecen los reflejos primitivos del recién nacido. Eso significa que la maduración neurológica siga su normal progresión.
- Empieza a manipular con ambas manos, colocándolas en la línea media sobre su campo de visión hacia el final del tercer mes y comienzo del cuarto; la cabeza ya va a mantenerse de modo estable; es capaz de llevarse los objetos a la boca;
- Ha comenzado el prelenguaje con la fase de guturalizaciones y gorjeo (ajos) que evoluciona hacia el final del sexto mes a la fase de lalación en donde el lactante emite sílabas.
- Alrededor del quinto mes si se le mantiene en posición vertical empuja con las piernas y efectúa movimientos que imitan al salto, aunque sin levantar los pies del plano (fase de saltador); al final del sexto mes comienza a intentar levantar la espalda para sentarse. Entre el sexto y el séptimo mes será capaz de mantenerse sentado sólo y sin apoyo.
- La madurez progresiva de los ojos (sistema visual), implica un mejor reconocimiento del entorno, que le interesa de modo creciente. Es capaz de seguir objetos en movimiento en un radio de 180º, a partir del segundo mes. Además, empieza a descubrir su cuerpo y el movimiento de sus dedos que puede provocar de modo voluntario implica el esbozo de percepción del yo como ser individual, separado de su madre.
- Comienza a presentar respuestas emotivas en contexto y a participar en actividades de juego, como palmas e imitación de expresiones faciales, que son capaces de utilizar para atraer la atención; es decir la interrelación y expresión de sentimientos ha sobrepasado la fase puramente reactiva de placer- displacer para convertirse a lo largo de estos meses en una verdadera interacción emocional, cada vez más rica, con el entorno.
Desarrollo neurológico del bebé entre los dos y seis meses
- Interacción con el entorno.
- Inicio de la desaparición de las sinergias del neonato, lo que facilita el movimiento voluntario.
- A los dos meses puede sostener la cabeza por breves periodos de tiempo, y la sostiene perfectamente a los tres meses.
- Empieza la manipulación de objetos: a los tres meses puede agarrar sonajeros u otros juguetes y se los llevará a la boca.
- Comienza a rodar sobre sí mismo (volteo).
- Maduración sistema visual.
- Regulación de las fases del sueño.
- Exploración del propio cuerpo: ya se "ve" como un ser independiente de la madre.
- Vocalizaciones (prelenguaje/ fase de guturalización o de gorjeo).
- Manifestación de emociones cada vez más elaboradas, a través de expresiones faciales.