Los motivos por los que los ginecólogos recomiendan realizar una ecografía en la semana 12 de embarazo tienen que ver con el desarrollo anatómico y el tamaño del feto: ahora es lo bastante grande para comprobar si presenta anomalías. Además, ya se puede ver con claridad si hay uno o dos (o tres) bebés, calcular la fecha probable de parto teniendo en cuenta la edad gestacional, y confirmar que esta coincide con el desarrollo del bebé. Se puede medir el llamado pliegue nucal (si sobrepasa unos parámetros a veces es indicio de problemas cromosómicos) y, si el bebé se deja, conocer su sexo.