¿En qué semana del embarazo puedo teñirme el pelo?
Si tenemos que elegir una de las preguntas estrella en las consultas de Obstetricia, probablemente ésta sea una de ellas: "¿Me puedo teñir el pelo durante el embarazo?". Ya que sabemos las gestantes se pueden colorear el cabello, la pregunta ahora sería a partir de qué semana del embarazo. Os ofrecemos nuestra recomendación: aplicar el tinte con guantes a partir de la semana 12 de embarazo, mantenerlo en la cabeza el menor tiempo posible, que impregne lo mínimo el cuero cabelludo, y que se elija uno semipermanente o natural de colores claros.
En general existe una conciencia social al respecto de que una mujer embarazada no debería teñirse el pelo por dos factores: las posibles alteraciones en el desarrollo de su bebé de los productos químicos del tinte; y en segundo lugar, porque el efecto del tinte sobre el pelo puede ser distinto por los cambios hormonales. Revisamos lo que la Ciencia sabe sobre tinte capilar antes de dar el paso de teñirnos estando embarazadas.
Qué dice la Ciencia sobre el tinte en el embarazo
- Si nos basamos en la evidencia científica, hemos de decir que no contamos con ensayos clínicos que hayan comparado mujeres a las que se les haya teñido el pelo y a las que no, para ver si estas últimas han tenido más problemas en sus embarazos o sus hijos al nacer. La realidad es que esto no sería ético: nos tenemos que basar en los datos, preguntas y entrevistas que se realizan a las madres después del parto.
- Tinte oscuro, más tóxico. Las sustancias más peligrosas son el peróxido de hidrógeno y las aminas aromáticas, dos sustancias que se encuentran en los tintes. Aunque se emplean, es poco probable que lleguen al torrente circulatorio de la mujer. Son más habituales en los tintes permanentes que en los semipermanentes, y también son más abundantes en las coloraciones oscuras que en las claras.
- Dosis seguras. Parece ser que los químicos que se encuentran en los tintes permanentes y semipermanentes pueden ser seguros a las dosis que se emplean habitualmente. Pero no podemos olvidar que en dosis mucho más altas sí que podrían ser peligrosos. Pero estás dosis tóxicas, o potencialmente peligrosas, son prácticamente inalcanzables en un tinte convencional.
- Evita el tinte en las 12 primeras semanas. A pesar de que estos tintes parecen seguros, durante el embarazo se debe de recomendar disminuir al máximo la exposición a los mismos. Para ello se aconseja utilizar guantes durante su administración, evitar en lo posible el contacto con el cuero cabelludo, aplicarlo en una habitación con ventilación adecuada y el mínimo tiempo posible para que sea eficaz. Por último, se debe lavar la cabeza cuanto antes y profusamente. Otra recomendación habitual es que, dado que las primeras 12 semanas de gestación son las más sensibles para el desarrollo normal de un embrión, se intente evitar su empleo en este periodo.
Californianas, menos tóxicas
Si hablamos que los perjuicios potenciales son directamente proporcionales a la cantidad de tóxicos o a la cantidad de tinte administrado -aunque está muy lejos de llegar a la dosis peligrosa- evidentemente cuanto menos tinte utilicemos, menos posibilidades tendremos de tener ningún efecto secundario. Por ello, si realizamos un tintado tipo mechas o californianas, al emplear menos tinte y no llegar al cuero cabelludo, serán por ello menos tóxicas. De igual manera, si se emplean tintes basados en elementos naturales, como la henna, evitamos la posible acción de estos tóxicos.
Aunque este concepto puede preocupar a todas las mujeres embarazadas, es especialmente importante las gestantes profesionales de la estética y a la peluquería por su contacto continuado diario con estas sustancias. Estas gestantes deben de conocer que existe una revisión publicada en el 2010 respecto a la exposición profesional a este tipo de productos, y la conclusión fue que no parecía que estas mujeres tuvieran más riesgo de que sus hijos tuvieran malformaciones con respecto al resto de la población.