En urgencias con contracciones y solo estoy de 26 semanas

Recopilamos todas las pruebas y tratamientos hospitalarios

urgencias con contracciones

Una de las consultas más frecuentes en los servicios de urgencias obstétricas es la amenaza de parto prematuro (APP). En un "post" anterior ya definimos qué es una amenaza de parto y las causas más frecuentes que lo producen y su tratamiento, por lo que os animamos a que leáis primero el anterior.

Cuando la embarazada llega a urgencias normalmente explica que lleva varias horas con molestias abdominales que van y vienen, y que no son más que las contracciones uterinas.

Te contamos qué va a suceder a continuación y qué pruebas se realizan en el servicio de urgencias.

Amenaza de parto prematuro: pruebas en urgencias


  • Lo primero que haremos es una revisión cuidadosa de la historia obstétrica para descartar las causas más frecuentes que pueden desencadenar el parto como parto pretérmino anterior, gestaciones múltiples…
  • A continuación calcularemos la fecha del embarazo, y siempre que sea posible con la ecografía del primer trimestre, hacia las 12 semanas de embarazo. Ya sabéis que la fecha de la última regla falla mucho para calcular las semanas de gestación, por eso siempre utilizamos la longitud del feto en la ecografía del primer trimestre que nos dirá casi con exactitud de cuantas semanas estás en ese momento y a partir de ahí se calculan las semanas de gestación.
  • Luego se realizará una cardiotocografia externa (poner el monitor a la embarazada) para valorar la dinámica uterina y el bienestar fetal. Si la recibe la matrona y no hay ningún médico es lo primero que se realizará. Con esta prueba podremos constatar que hay más de dos contracciones cada 10 minutos y que son de mayor o menor intensidad, por supuesto también observaremos la frecuencia cardiaca fetal y sabremos el bienestar del bebé.
  • Seguidamente se tomará una muestra del flujo vaginal para realizar un test de fibronectina, se deberá efectuar antes de la exploración vaginal (tacto o ecografía) para evitar que se reduzca su valor predictivo. Esta prueba es muy interesante, detecta si realmente tienes o no una amenaza de parto, es decir, si da positiva es que las contracciones son de parto y hay que detenerlas con el tratamiento adecuado si estás por debajo de las 34 semanas de embarazo.
  • Ahora bien si da negativa se sabe que al menos durante una semana no te vas a poner de parto aunque notes claramente que tienes contracciones. Esto es muy importante porque muchas mujeres son ingresadas en los hospitales y puestos tratamientos muy costosos sin estar realmente con una clara amenaza de parto. Esta prueba no todos los centros hospitalarios disponen de ella porque es cara y puede ser reemplazada por la medición del cuello uterino con sonda vaginal. Nosotros en el Hospital Clínico de Madrid, donde yo trabajo, podemos efectuar las dos pruebas.

La clave: ¿Cuánto mide el cuello uterino?


La ecografía con sonda vaginal consiste en medir la longitud del cuello uterino y dependiendo de dicha longitud podremos asegurar si está o no con contracciones que pueden desencadenar un parto. Se utilizan dos puntos de corte según la edad gestacional:

- 25 milímetros desde las 24 semanas hasta la 31+6 semanas. - 15 milímetros a partir de las 32 semanas hasta la 34+6 semanas.

Es decir, si acude una embarazada con contracciones seguidas y frecuentes con 30 semanas de gestación y la medida del cuello uterino es de, por ejemplo, 20 milímetros, diremos que tiene muchas probabilidades de ponerse de parto e instauraremos tratamiento con úteroparalizantes. Ahora bien, si el cuello mide 3 centímetros, por muchas contracciones que tenga no se le pone tratamiento porque no hace falta, como mucho se la deja ingresada durante 24 horas, bien hidratada. Ysi no ha modificado la longitud del cuello, se le da de alta. Más del 90 por ciento de las pacientes que consultan de urgencia por un cuadro de amenaza de parto pretérmino no precisan de ingreso.

Caso real: ingreso innecesario por amenaza de parto prematuro


Os contaré un caso muy típico que ocasiona ingresos y gastos muy importantes sin necesidad. Se trata de una gestante de 30 años, primeriza, que acude a urgencias con 26 semanas de embarazo , refiriendo dinámica uterina y sensación de peso en la parte baja del abdomen. Se la monitoriza y se observa efectivamente que tiene dos o tres contracciones cada 10 minutos, aunque de intensidad baja.

  • Se realiza la prueba de la fibronectina, que es negativa, y se mide el cuello por medio de una ecografía con sonda vaginal que mide 2,9 centímetros de longitud. A la paciente se le dice que no está de parto y que la causa de sus contracciones es una infección urinaria, que es tratada con antibióticos específicos.
  • La paciente se marcha del hospital no muy conforme y acude al cabo de varias horas diciendo que sigue igual y que no se va del hospital hasta que no se le quiten. Se le vuelve a medir el cuello y sigue igual, se hace monitorización y continúan las contracciones de baja intensidad.
  • A la embarazada se le vuelve a plantear el alta pero en este caso ella y la familia adoptan una posición muy demandante y "exigen" le sea puesto tratamiento con la amenaza de llamar a sus abogados… en fin qué os voy a contar. Los ginecólogos que están de guardia le instauran el primer ciclo de tratamiento con "atosiban", un úteroparalizante habitualmente utilizado y muy caro, para quitarle las contracciones. La paciente estuvo 14 días ingresada: tuve que convencerla yo personalmente, a ella y a la familia, para que aceptase el alta. Lo curioso del caso es que al final tuvimos que provocarle el parto al cumplir 41+4 semanas de gestación. Para que veáis…
Dr. Miguel Ángel Herraiz Martínez
Jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico San Carlos y Catedrático de la Universidad Complutense, de Madrid