Citomegalovirus, Streotococcus agalactiae y VIH
Infecciones graves para el bebé
Existen infecciones que pueden ser muy perjudiciales para el bebé que esperas. Hablamos del citomegalovirus -que produce el herpes-, el estreptococo B y, por supuesto, del virus de la inmunodeficencia humana (VIH). Estos enemigos del embarazo y el parto tienen que ser muy vigilados por el ginecólogo, aunque lo vital es prevenir su contagio al feto.
Citomegalovirus (CMV)
El citomegalovirus pertenece a la familia del virus del herpes, y puede transmitirse sexualmente o a través de otros fluidos corporales infectados. Cuando una mujer embarazada se infecta con el virus, puede transmitir este visrus a su bebé antes del nacimiento, durante el parto o al amamantarlo.
No obstante, es poco común que los bebés contagiados con CMV durante el parto o la lactancia sufran problemas graves relacionados con el virus. En una minoría de los casos, la infección provoca enfermedades graves, incapacidades permanentes e incluso la muerte del recién nacido.
Streptococo Grupo B (GBS) o Streotococcus agalactiae
El estreptococo B hemolítico o Streptococcus agalactiae es una bacteria que se presenta formando cadenas de longitud variable y forma parte de la flora gastrointestinal normal, pudiendo colonizar también la vagina y el tracto urinario de la mujer. Generalmente no produce ningún síntoma ni signo ginecológico como flujo vaginal, picor vulvovaginal o mal olor, por lo que la mujer se sorprende cuando le diagnosticamos este germen en su vagina.
En la mujer no embarazada, el hecho de estar colonizada por el estreptococo agalactiae no supone un gran riesgo. Sin embargo, en la gestante, el estreptoco agalactiae puede transmitirse al feto a través de la vagina, bien en el momento del parto o bien si existe rotura prematura de membranas (bolsa rota) y asciende hasta el útero. Tanto en un caso como en otro, se habla de transmisión vertical porque la madre es la que transmite el germen a su hijo.
Por eso es importante detectar las gestantes que son portadoras del estreptococo agalactiae, tanto en el recto como en la vagina, para evitar el contagio al feto. Esta prevención se hace administrando un antibiótico intravenoso a la madre en el momento del parto, preferiblemente antes de que se rompa la bolsa de líquido amniótico.
El diagnóstico del estreptococo agalactiae se realiza en la consulta. Se recoge una muestra con una torunda tanto de la vagina como del recto en las semanas finales del embarazo entre la semana 34 y la semana 37. No es conveniente hacer la determinación semanas antes, porque el estreptcoco es un germen que coloniza de forma intermitente y puede no estar presente al principio del embarazo pero luego colonizar la vagina al final de la gestación. Este exudado vaginal (nombre con el que se conoce esta la prueba) lo puede realizar bien el tocólogo, la enfermera o la matrona.
La muestra recogida se envía al laboratorio de microbiología donde se observa la presencia del estreptococo agalactiae. Si se evidencia el estreptococo en la vagina y/o en el recto, se debe señalar en la historia obstétrica y comentar a la gestante para que el día del parto le administren el antibiótico. Con que esté presente en uno de las dos muestras (vagina o recto), la prueba ya se considera positiva.
A veces se detecta el estrepetococo agalactiae en el cultivo de orina realizado en el embarazo. Este hallazgo, cualquiera que sean las semanas de gestación, ya es determinante para administrar antibióticos en el momento del parto. Según los protocolos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, la presencia de estreptococo agalactiae en un urocultivo en cualquier momento de la gestación, haría innecesaria la realización del exudado rectovaginal del final del embarazo porque indicaría que la gestante ya está colonizada.
Generalmente, la mujer colonizada por el estreptococo agalactiae en un embarazo, lo estará también en los embarazos posteriores.
Más información sobre el estreptococo agalactiae en nuestro blog
¿Cuáles son las repercusiones sobre el recién nacido?
El estreptococo agalactiae es la principal causa de sepsis y meningitis neonatal, de ahí la importancia de diagnosticar a las gestantes portadoras. El cuadro clínico en los neonatos se presenta en las primeras horas de vida bajo la forma de meningitis, neumonía o sepsis con una mortalidad de un 10%. Actualmente debido a la campaña de prevención de la infección mediante el exudado realizado a la madre en el último trimestre de la gestación y a la profilaxis antibiótica intraparto en los casos de diagnosticarse el estreptococo en vagina o recto, la incidencia de sepsis por estreptococo agalactiae ha disminuido de 3 por cada mil partos en 1992 a 0,21 por cada mil partos.
En cuanto a la madre, el estreptococo agalactiae puede originar infecciones importantes en el embarazo como corioamnionitis (infección de la bolsa amniótica), o infecciones de orina. La infección de orina por estreptococo agalactiae durante la gestación se asocia a un mayor número de partos prematuros y de rotura prematura de membranas. En el postparto, el estreptococo agalactiae puede producir una endometritis (infección de las paredes del útero) e infección de la herida quirúrgica en los casos en los que se ha hecho una cesárea.
La profilaxis debe administrase intraparto con antibióticos intravenosos. Los dos antibióticos de elección son la ampicilina 2 g, seguidos de 1 g cada 4 horas o la penicilina G 5 MU seguidos de 2,5 MU cada 4 horas. La única medida eficaz para prevenir la infección del recién nacido es iniciar esta pauta de antibióticos (bien con ampicilina o bien con penicilina G) 4 horas antes del nacimiento. La administración de antibióticos durante el embarazo no resulta eficaz ya que la vagina puede volver a colonizarse a través del recto.
Según el documento de Consenso Español para la prevención de la infección neonatal por estreptococo agalactiae, se recomienda profilaxis intraparto en las siguientes citaciones:
- Todos los partos de menos de 37 semanas en los que se desconozca la presencia de estreptococo agalactiae.
- Si ha existido infección urinaria durante el embarazo por estreptococo agalactiae.
- En las gestantes colonizadas por el estreptococo agalactiae tanto en vagina como en recto.
- En las gestantes con antecedentes de un hijo previo con infección por estreptococo agalactiae.
- Cuando exista fiebre intraparto.
- En partos prolongadas con bolsa rota de más de 12 horas.
El antibiótico de elección una vez instaurada la infección del estreptococo agalactiae en el recién nacido es la Penicilina G.
VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Humana
El VIH es un virus perteneciente al género Lentivirus, que ataca al sistema inmunológico de las personas, debilitándolo y haciéndoles vulnerables ante una serie de infecciones, algunas de las cuales ponen en peligro la vida. El VIH se transmite mediante el intercambio de determinados fluidos corporales, como son la sangre, el semen, el flujo vaginal y la leche materna.
Las complicaciones varían dependiendo de lo comprometido que esté el sistema inmunológico durante la gestación. Las más frecuentes son parto prematuro, crecimiento intrauterino retardado y nacimiento de bebé sin vida.