Cómo se produce la fecundación humana, paso a paso
La fusión entre el óvulo y el espermatozoide
Para que se produzca un nuevo ser, es necesario que el óvulo y el espermatozoide se fusionen. A este proceso de le denomina fecundación. Un momento mágico y lleno de misterio, que vamos a descubrirte. ¿Preparada para conocer cómo son los primeras horas de vida de tu pequeño? Sigue leyendo.
La fecundación humana es interna, es decir se produce dentro del cuerpo de la mujer, concretamente en las trompas de Falopio. Allí se unen el óvulo liberado por el ovario de la mujer y uno, solo uno, de los millones de espermatozoides que tras la eyaculación del varón viajan por el útero hasta las trompas de Falopio.
El óvulo es fecundado en la trompa (1 día) y luego avanza hacia el útero (entre 2 y 5 días). Al cabo de cinco días llega a la cavidad uterina y el embrión anida o se implanta en la misma (entre 6 y 7 días).
Pero esta unión, no es tan sencilla. Para que el espermatozoide pueda fundirse en el óvulo se tienen que producir toda una serie de acontecimientos y procesos, en perfecta sincronización.
Los espermatozoides llegan a las trompas en dos minutos
"El semen, depositado en la vagina, atravesará el útero y llegará a las trompas de Falopio. Aproximadamente a los dos minutos de una eyaculación en el interior de la vagina, los espermatozoides alcanzan la porción final de las trompas.
Sin embargo, de los varios millones de espermatozoides, solamente unos cientos llegarán hasta el óvulo y solo uno podrá atravesar la membrana plasmática del óvulo y producirse la fecundación. Todos los demás espermatozoides se quedan por el camino y se destruyen, sobre todo los defectuosos, con poca movilidad... La razón de producirse millones de espermatozoides es para garantizar que, al menos uno, pueda alcanzar el óvulo".
Dr. Alfonso de la Fuente, Director de Instituto Europeo de Fertilidad
Qué es la capacitación del espermatozoide
Los expertos en fertilidad llaman "capacitación del espermatozoide" a los procesos y modificaciones que se producen en la estructura de los espermatozoides cuando viajan hacia la trompa de Falopio para encontrarse con el óvulo. Son unos cambios necesarios para que pueda penetrar en el óvulo y que se produzca la fertilización. El Dr. Alfonso de la Fuente, Director del Instituto Europeo de Fertilidad, nos lo explica.
"Una vez depositados los espermatozoides en el aparato genital femenino, en su ascenso desde la vagina sufren un fenómeno de capacitación que consiste en la pérdida parcial del revestimiento de la cabeza y la reacción acrosómica: aparecen unos pequeños poros que liberan unas enzimas necesarias para atravesar las barreras de protección del ovocito".
Así, el espermatozoide puede atravesar la membrana que protege al ovocito y fecundarlo. Y al mismo tiempo, en el óvulo u ovocito también se producen algunas transformaciones.
"En el momento de la ovulación, el ovario se presenta parcialmente recubierto por las fimbrias, una especie de "pelillos", de la trompa, las cuales captan el ovocito liberado y se encargan de trasportarlo en dirección al útero. El ovocito se encuentra en llamada metafase II (etapa de madurez ovocitaria) y está rodeado por la llamada corona radiada y la zona pelúcida".
Dr. Alfonso de la Fuente, Director de Instituto Europeo de Fertilidad
La corona radiada es un conjunto de células que envuelven al óvulo, y la zona pelúcida consiste en una membrana traslúcida que también rodea al óvulo. Dos barreras que el espermatozoide tendrá que atravesar.
Cómo es la fecundación humana paso a paso
El proceso de fecundación precisa de las siguientes fases que detallamos a continuación:
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Fase 1: penetración de la corona radiada
De los 200 o 300 millones de espermatozoides depositados a través de la vagina, solamente entre 300 y 500 llegan al punto de fecundación. En esta etapa se produce la dispersión de las células que conforma la corona radiada. Hoy se piensa que son dispersadas por la acción combinada de enzimas de los espermatozoides y de la mucosa que se encuentra en las trompas de Falopio. -
Fase 2: penetración de la zona pelúcida
Esta segunda barrera es atravesada con ayuda de unas enzimas, llamadas espermiolisinas, liberadas por el acrosoma. El acrosoma se encuentra en la "cabeza" del espermatozoide.
- En conjunto estos cambios constituyen el llamado proceso de activación del espermatozoide. Unas sustancias difundidas desde el óvulo y otras liberadas por el acrosoma del espermatozoide desencadenan este proceso. En parte del acrosoma comienza a crecer el llamado filamento acrosómico, que se desarrolla en los espermatozoides activados. El espermatozoide mediante los movimientos de su flagelo empuja el filamento acrosómico para que haga contacto con la membrana celular del óvulo. Después de la penetración de uno de ellos, la permeabilidad de la membrana se modifica por un proceso llamado reacción de zona o cortical. Ya no podrá entrar ningún otro espermatozoide.
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Fase 3: penetración de la membrana plasmática del ovocito
La unión del primer espermatozoide a la membrana plasmática del óvulo desencadena tres hechos: en cuanto el espermatozoide entra en contacto con la membrana del ovocito, se fusionan las dos membranas plasmáticas y se forma el cono de fertilización. Gracias a esta especie de veta entra en el citoplasma ovocitario la cabeza, pieza intermedia y cola del espermatozoide. ¿Qué ocurre después? Se suceden tres procesos que evitan que otro espermatozoide entre en contacto con el óvulo ya fecundado:
- Como hemos dicho se forma el cono de fertilización o protusión en el citoplasma del óvulo.
- Un serie de cambios químicos instantáneos modifican la membrana del óvulo.
- Unas vesículas que se encuentran debajo de la membrana del óvulo y que se llaman gránulos corticales expulsan su contenido. Esta reacción impide que otros espermatozoides penetren al óvulo.
Ten en cuenta que si en un mismo óvulo penetraran dos espermatozoides, se crearía una nueva célula con 69 cromosomas, algo inviable.
Nace un nueva célula: el cigoto, el futuro bebé
Una vez dentro el espermatozoide, el ovocito termina su maduración (llamada meiosis II). que consiste en la reducción del número de cromosomas. Se reducen a 23, que se colocan en una estructura llamada pronúcleo femenino.
El espermatozoide, que ya ha penetrado, avanza hasta quedar junto al pronúcleo femenino, se hincha su núcleo y forma el pronúcleo masculino, con otros 23 cromosomas. La cola se desprende de la cabeza y degenera.
Cuando ambos pronúcleos se encuentran, se fusionan y los cromosomas se juntan: nace así un nueva célula con 46 cromosomas en total. Se forma así el cigoto humano. Y ahora comienza un nuevo viaje: recorrer la trompa de Falopio y llegar al útero para la implantación.
Mientras tanto se divide, primero en dos células. Ya no es un cigoto. sino un embrión. Dentro de unas 36 semanas, esa células se habrá convertido en un rollizo bebé que tras el parto, dormirá en tus brazos.