Cómo prevenir los 5.000 bebés con trastornos del espectro alcohólico fetal
Si estás embarazada y bebes (cualquier cantidad de alcohol) durante la gestación, existen posibilidades de que tu hijo desarrolle algún trastorno del espectro alcohólico fetal. En España nacen al año unos 5.000 niños con algún tipo de alteración de este tipo, que se relaciona con la ingesta de alcohol de su madre durante el periodo embrionario y fetal. ¿Cómo prevenirlo? La solución, aunque pueda parecer difícil, está al alcance de la mano: consumo cero de bebidas alcohólicas (lo que incluye copas sueltas y brindis en celebraciones).
Y aunque es diez veces más común que el síndrome de Down, los efectos del síndrome del espectro alcohólico fetal a veces pasan desapercibido al diagnóstico médico. Precisamente el día 9 de septiembre se celebra el Día Mundial del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal. Para un buen diagnóstico se necesita seguir a la embarazada y elaborar una detallada historia clínica del embarazo, además de colaborar con psicólogos clínicos que tengan experiencia en tratar estos casos.
Evita la tentación de la copa o el brindis
Los expertos indican que no hay una dosis segura de alcohol para las gestantes. Como el alcohol está considerado con un teratógeno (o sustancia capaz de producir malformaciones fetales), lo que los médicos recomiendan a las embarazadas es suprimir el alcohol de su día a día, incluso en el caso de celebraciones, brindis o consumos esporádicos que puedan producirse. El problema es que seis de cada diez embarazadas siguen consumiendo bebidas alcohólicas, aunque sean "pocas", durante sus meses de gestación.
Un estudio publicado en la revista "The Lancet" en 2019 es concluyente: existen pocas historia clínicas maternas fiables sobre consumo de alcohol y no hay unos biomarcadores claros que alerten sobre la incidencia de trastornos del espectro alcohólico fetal.
Consumo cero antes del embarazo
Una manera muy eficaz de prevenir los trastornos del espectro alcohólico fetal en el embrión es evitar el consumos de alcohol en la etapa del preembrazo, desde que la mujer empieza a planificar su gestación. Esta medida - junto al consumo de ácido fólico y yodo de forma preconcepcional- contribuye en gran medida al buen desarrollo del bebé que va a formarse en el útero materno. Es una especie de “seguro de salud” del embrión, ya que evita un teratógeno de primer orden que puede perjudicarle de una forma irreversible.
¿Por qué es tan conveniente abandonar el consumo de estas bebidas antes? Precisamente porque la mujer nunca sabe en qué momento exactamente se va a producir la fecundación del óvulo. Hasta que el test de embarazo dé positivo, pueden pasar unas cuatro o seis semanas, que coinciden con el periodo más sensible en la formación del ser humano, la etapa embrionaria. Por eso los ginecólogos recomiendan que en las semanas previas al embarazo se actúe como si ya se estuviera embarazada.
Cómo afecta al bebé el trastorno del espectro alcohólico fetal
- Anomalías craneofaciales (cabeza pequeña, ojos almendrados, nariz ancha y labios finos).
- Trastornos neurológicos como Déficit de Atención e Hiperactividad o Trastorno del Espectro Autista.
- Retraso en el crecimiento, deterioro cognitivo y otros defectos de nacimiento.
- Es la principal causa prevenible de retraso mental en Occidente.
- El síndrome alcohólico fetal (SAF) es el trastorno más grave de la enfermedad, que se identificó por primera vez en 1973.