Me gustaría tener mi parto en casa, ¿es seguro?
Requisitos que debes cumplir antes de decidirte
De vez en cuando surgen noticias sobre complicaciones en partos domiciliarios que dividen a la opinión pública y a los mismos profesionales de la Salud. Pero, ¿qué es esto del parto en casa? ¿Realmente dar a luz en el hogar es tan positivo como aseguran algunos o tan negativo como dicen otros?
Partos en casa, historia reciente
Hasta mediados del siglo XX en nuestro país, la mayoría de las mujeres daban a luz a sus bebés en su propia casa. Sobre todo, en el área rural, nacer en casa era lo normal, puesto que los medios de transporte eran muy escasos y desplazarse a una población grande o una ciudad era muy costoso, complicado, la mayoría de la población no disponía de medio de transporte propio y los viajes eran bastante largos… Era prácticamente imposible trasladarse en un parto.
Las mujeres, generalmente, eran ayudadas en este trance por una partera, que no siempre era un profesional sanitario formado adecuadamente, sino que, en un porcentaje nada desdeñable de casos era alguna mujer del pueblo que había aprendido de la experiencia y que pasaba sus conocimientos a la siguiente partera. Sólo en algunos pueblos grandes o cercanos a poblaciones más importantes contaban con la ayuda de una comadrona correctamente formada.
La falta de condiciones higiénicas, sanitarias y de saneamientos adecuados en los domicilios junto con la carencia de medicinas o el escaso control sanitario del embarazo hacían que el porcentaje de muertes de bebés y madres durante el parto o a causa de las secuelas del mismo fueran muy muy altas. Por todo esto junto con las mejoras en la atención sanitaria y el éxodo de la población rural a las ciudades la costumbre de parir en casa se fue abandonando progresivamente durante la segunda parte del siglo pasado, pasando a nacer, la gran mayoría de los bebés en los hospitales.
Parto natural o de mínima intervención
- Pero esto que, a priori, suponía un gran avance, con una importante disminución de las muertes o de las secuelas de los partos tanto fetales como maternas se fue convirtiendo en un proceso medicalizado, con una gran instrumentalización, que veía a la mujer en el proceso de parto como “enferma” que no tenía capacidad de decidir ninguna actuación durante el proceso.
- De manera que a finales del siglo XX empezaron a surgir movimientos que reclamaban menor instrumentalización, devolviendo el protagonismo del nacimiento a las mujeres. Desde ese momento se empezaron a elaborar protocolos para la asistencia al parto de mínima intervención, parto natural o parto en casa, dando a la mujer la opción de elegir.
Cómo son los partos en casa actuales
En la sanidad pública española no se contempla la cobertura del parto en casa y gran parte de las aseguradoras privadas tampoco. Hay diferentes grupos de matronas que, de forma privada, se dedican a atender partos en el domicilio. Esto supone un coste importante que hay que tener en cuenta si nos decantamos por esta opción.
Para decidir con garantías es importante informarse muy bien de las condiciones necesarias para que se acepte un parto en el domicilio y de a quien confiamos nuestra asistencia en un momento tan delicado e importante como es el nacimiento de un hijo.
No conviene dejarse llevar por cantos de sirena o por comentarios negativos o sensacionalistas (hacia una u otra forma de parto), un parto es un momento trascendental en nuestra vida y debemos afrontarlo con garantías, sabiendo lo que podemos esperar de forma realista.
Si después de haber buscado la información adecuada te decides por la experiencia del parto en casa debes saber que existen una serie de condiciones que se deben cumplir para que el parto pueda transcurrir de esta manera.
Condiciones para un plan de parto en casa
- Embarazo de bajo riesgo.
- Historia clínica del embarazo sin complicaciones relevantes.
- Historia obstétrica sin complicaciones en gestaciones previas.
- Madre sana, sin ninguna enfermedad previa.
- Que la madre no sufra ninguna infección aguda o sea portadora de alguna infección crónica.
- No desarrollar enfermedades propias del embarazo que supongan un riesgo para la salud de la madre o del bebé.
- Que el parto se inicie de forma espontánea entre la semana 37 y la 42 de gestación.
- El bebé debe estar colocado en posición cefálica, es decir con la cabeza hacia abajo, sobre tu pubis.
- Gestar un único bebé (por las complicaciones de los partos gemelares o múltiples).
- No presentar anemia importante.
- Índice de masa corporal por debajo de 30 al quedarse embarazada.
- Que el bebé no presente ninguna complicación durante la gestación: crecimiento restringido, fetos muy grandes, malformaciones conocidas…
- Si la madre es portadora del Estreptococo agalactiae grupo B. En este caso se aconseja la profilaxis con antibióticos por vía endovenosa durante el parto, con lo que está desaconsejado el parto en casa.
- Que el parto transcurra de forma normal, si aparecen complicaciones durante el parto lo más adecuado es el traslado a un centro sanitario
Otros requisitos para un parto seguro
- La recomendación es que el plan de parto en casa se comience antes de la semana 28 de gestación.
- Se deben realizar entre 3 o 4 visitas con la matrona que atenderá el parto durante el embarazo.
- Aportar toda la documentación, ecografías y analíticas del embarazo durante estas visitas.
- Firmar el consentimiento informado.
- El domicilio donde se desarrollará el parto debe contar con agua corriente y calefacción.
- Que el hospital más cercano al domicilio se encuentre a media hora o menos de distancia.
- Disponer de un vehículo por si es necesario el traslado.
Finalmente será el grupo de matronas quienes, después de valorar los documentos aportados y realizar una entrevista a los padres, decidirá si se hace cargo o no de la asistencia en domicilio de dicho parto. La información es clave antes de decidir decantarse por una u otra opción de parto.
"Me van a provocar el parto"
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