Vitamina K y embarazo: Previene hemorragias en el bebé
Ayuda a la coagulación de la sangre
La vitamina K o naftoquinona es la vitamina de la coagulación sanguínea: se acumula en el hígado y allí forma parte de la síntesis de algunos de los factores de la cascada de coagulación. Durante el embarazo, la vitamina K es importante porque previene hemorragias en el feto.
¿Dónde se encuentra?
Existen tres tipos de vitamina K:
- K1: Es la que se encuentra en los alimentos: verduras de hoja de color verde oscuro (espinacas, acelga, achicoria, brócoli y en la lechuga) y, en pequeñas proporciones, en los cereales integrales.
- K2: La producen las bacterias intestinales.
- K3: Es sintética y es la que se usa en los complementos alimenticios.
¿Son necesarios aportes extras de vitamina K?
La deficiencia de vitamina K es muy rara. Con el aporte de las formas K1 y K2 se cubren las necesidades diarias en la alimentación. Los complementos solo son necesarios cuando la persona sufre una cirugía de gran envergadura o recibe un tratamiento antibiótico durante mucho tiempo. También, las personas con enfermedades intestinales crónicas.
¿Cómo actúa la vitamina K?
- Se la relaciona con la coagulación de la sangre: participa en la formación de varios factores de coagulación.
- También interviene en el metabolismo óseo.
- Durante la gestación previene hemorragias en el feto.
¿Y si hay exceso de vitamina K?
No existe toxicidad de las formas K1 y K2, sin embargo, la K3, si se toma en exceso, puede producir las siguientes alteraciones:
- Interviene en la función del glutation (antioxidante celular) provocando daño celular por la formación de radicales libres.
- Daño hepático (es el lugar de almacenamiento).
Se considera un consumo excesivo a un aporte extra mediante preparados farmacológicos (a excepción de hipovitaminosis K que provoca trastornos en la coagulación).
Los síntomas de la intoxicación por vitamina K son:
- Ictericia (tinción de la piel de color amarillo).
- Anemia hemolítica (anemia por la rotura de los glóbulos rojos).