Cólico del lactante o lidiar con el llanto inconsolable
Suele desaparecer cuando el niño cumple cuatro años
Si hay algo que alarme a una recién estrenada madre es el llanto de su pequeño. Pero lo cierto es que se trata de la única forma que tiene el bebé de comunicarse. Puede llorar por hambre, porque quiere mimos y sentirse arropado por mamá o papá, por sueño, porque le molesta el pañal sucio…
Pero lo que realmente asusta a los padres es el cólico del lactante. El bebé, sin motivo aparente empieza a llorar desconsoladamente sobre todo por la tarde, durante más de tres horas al día y durante más de tres semanas. Aunque es muy desesperante, se trata de un proceso fisiológico benigno que, a menudo, desaparece cuando el niño cumple su cuarto mes de vida por sí solo y, normalmente, de un día para otro.
Cólicos: posible inmadurez digestiva
Se desconoce la causa, aunque se piensa que tiene que ver con la inmadurez del sistema digestivo. Ante esta situación, y dado que los medicamentos a día de hoy no dan resultados, lo mejor es que el padre y la madre intenten mantener la calma y, a su vez, procuren sosegar al pequeño. Como hemos comentado, al niño no le pasa nada malo.
Motivo de consulta
“Algunos probióticos pueden ofrecer ayuda para calmar los cólicos del lactante, su pediatra puede informarle. Si la duración o la intensidad de los episodios es mayor de la esperable, si asocia aversión al alimento o no mejora con las medidas previas, lo mejor es consultar al pediatra”, como aconseja la pediatra Carolina González-González.
Remedios de siempre
El masaje abdominal del bebé -que suele tener la tripa muy dura mientras llora-, sujetarle boca abajo sobre nuestro antebrazo y dar paseos por la casa meciendo al pequeño en posición vertical son remedios tradicionales que utilizan las madres con bebés afectados de cólico. Alivio relativo, es verdad, pero muchas veces es lo único que se puede hacer hasta que los cólicos remiten espontáneamente.