Cómo empieza a respirar el bebé

La adaptación del recién nacido a la respiración

En el momento del nacimiento, en el expulsivo, el feto pasa del ambiente cálido y protegido del útero materno, envuelto en un medio líquido y con sus necesidades cubiertas a través de la placenta, a un medio frío, hostil y con múltiples estímulos. Además, perdida la circulación placentaria, debe adaptarse a la vida extrauterina en pocos instantes.

La adaptación más importante que tiene que realizar el recién nacido tras el nacimiento es la respiración. En el útero materno la oxigenación se realizaba a través de la placenta, pero nada más nacer el aparato respiratorio tiene que estar preparado para sustituir a la placenta y  realizar el intercambio gaseoso de forma autónoma:

  • Como preparación para el inicio de la respiración postnatal, el feto ha iniciado movimientos respiratorios durante la vida intrauterina y movimientos de contracción de las vías aéreas.
  • Las vías aéreas y los pulmones están llenos de líquido pulmonar para facilitar la expansión de los alvéolos con aire en el momento de la primera respiración.
  • Se debe haber producido un desarrollo suficiente para que se produzca surfactante, que evita el colapso de los alvéolos en la espiración.
  • Debe haberse desarrollado la unión entre los espacios aéreos y los capilares sanguíneos para realizarse el intercambio de gases.
  • Finalmente, el recién nacido debe poseer un sistema nervioso central desarrollado para iniciar y coordinar el esfuerzo respiratorio.

cómo es la respiración del recién nacido

Estímulos para que comience la respiración del bebé


Durante el parto, se producen numerosos estímulos que contribuyen al comienzo de la respiración en el recién nacido:

  • Estímulos químicos: El feto experimenta una situación de asfixia transitoria por la interrupción del flujo sanguíneo placentario durante las contracciones uterinas y la compresión del cordón umbilical en el nacimiento. Entonces se activan unos receptores que estimulan el centro de la respiración, que envía, a su vez, señales a los músculos respiratorios para iniciar los movimientos respiratorios.
  • Estímulos sensoriales: Al mismo tiempo, durante la dilatación y el parto el niño va a recibir una gran cantidad de estímulos: visuales, olfatorios, auditivos y táctiles que contribuyen también a la puesta en marcha de la respiración.
  • Estímulos térmicos: El frío parece ser un poderoso estímulo en el inicio de la respiración del neonato. Los receptores térmicos, especialmente de cara y tórax, envían estímulos al centro respiratorio para iniciar la respiración, aunque si el neonato se enfría mucho lo que se produce es una depresión de la respiración.
  • Estímulo mecánico: En el parto vaginal, durante el paso a través del canal del parto, se expulsa parte del líquido que llena la vía aérea y los alvéolos. En los niños que nacen por cesárea no se produce esta compresión del tórax y por tanto no expulsan nada de líquido, y puede tener más problemas para la reexpansión pulmonar postnatal.

Cómo se producen las primeras respiraciones


 En cuanto nace, el bebé debe poner en funcionamiento su sistema nervioso central y una compleja maquinaria se pone en marcha para reemplazar el líquido que baña sus pulmones por aire, establecer la circulación pulmonar y corregir la dirección del flujo sanguíneo a través de las cavidades cardíacas y los grandes vasos. La coordinación de todos estos hechos interdependientes es esencial para el funcionamiento de un sistema cardiorrespiratorio capaz de mantener un adecuado aporte de oxígeno a todo el organismo del recién nacido.

Que todo este proceso se logre en pocos instantes parece milagroso. El momento más importante del parto es el de la primera respiración del recién nacido, momento que puede considerarse como el final de la vida fetal y el comienzo de la vida postnatal.

  La primera respiración del bebé: pequeño gran milagro


Cómo se producen las primeras respiraciones del bebé

Una vez en marcha las contracciones de los músculos respiratorios, estas deben generar suficiente fuerza para: mover el aire y la columna de líquido del interior de los pulmones. El diafragma debe contraerse y descender de manera eficaz para crear una elevada presión negativa en el tórax en las primeras respiraciones: hasta 40-80 cm H2O.

El aire que entra al pulmón en las primeras respiraciones no se elimina totalmente en la espiración, va a mantenerse un cierto volumen de aire retenido para evitar el colapso alveolar. Durante las primeras respiraciones en las vías aéreas sigue manteniéndose una pequeña cantidad de líquido pulmonar, pero en poco tiempo es desplazado por el aire. Cuando por alguna causa el líquido no es eliminado del pulmón puede originarse una dificultad respiratoria del neonato que puede requerir cuidados médicos hasta su resolución.

Los vasos pulmonares, que estuvieron constreñidos durante la vida fetal, deben ahora dilatarse para conseguir la adecuada perfusión del tejido pulmonar y el intercambio de gases. Con la primera respiración, entra el oxígeno al alvéolo y aumenta el oxígeno en sangre (PaO2), y los niveles en sangre de sustancias con acción de dilatar los vasos sanguíneos. Se dilatan las arterias y todos los vasos pulmonares, disminuye la resistencia al paso de la sangre (que estaba aumentada en la vida fetal), permitiendo un mayor flujo de sangre a través de los vasos pulmonares necesario para la realizar el intercambio gaseoso (O2 y CO2).