La diástasis abdominal tras el embarazo, síntomas y ejercicios
¿Qué es la diástasis en los rectos? ¿Cuándo tratarla en el postparto?
El embarazo siempre provoca una diástasis abdominal en el cuerpo de la mujer. Es un síntoma provocado por ese milagro que se produce dentro de ti: la gestación de tu hijo. ¿Qué es la diástasis abdominal? ¿Cómo puedes saber si la diástasis en los rectos abdominales es excesiva? ¿Hay ejercicios para juntar los rectos? Con la ayuda de Mª Eugenia Rodríguez, fisioterapeuta especializada en ginecología de la Clínica Onelife Center, de Madrid, te vamos a explicar cómo puedes saber si padeces diástasis abdominal, qué consecuencias puede tener en tu salud, y cómo recuperar el tono de tu musculatura tras el parto.
El embarazo es un momento muy especial en la vida de una mujer. Durante 9 meses en tu interior crece un bebé. Y desde el momento que te enteras que estás en estado, nunca más vas a dejar de quererle.
Tu hijo en sus primeras semanas de vida no será más que un grupo de células, que en la semana 8 apenas mide unos 15 mm. Pero a medida que pasen los días, crecerá y crecerá. En la semana 39, medirá unos 50 cm y pesará alrededor de 3 k. Y tu tripa será muy voluminosa.
No te tiene que extrañar que los músculos de la tripa se vean afectados y que tras la gestación aparezca un problema estético (y en ocasiones también de salud) llamado diástasis abdominal.
¿Qué es la diástasis abdominal?
"Se denomina diástasis abdominal a la separación excesiva que tiene lugar entre los rectos abdominales a lo largo de la línea alba. Los rectos abdominales son los músculos más superficiales de esta zona, a lo que se puede llamar popularmente “tableta de chocolate” o “six pack”. Existe un recto abdominal a cada lado del abdomen y estos se encuentran unidos a través de la línea alba, un tejido conectivo que recorre todo el abdomen verticalmente. Debemos de tener en cuenta que los rectos abdominales nunca están del todo juntos, siempre existe una mayor o menor separación entre ellos en función de la persona. Sin embargo, cuando esta separación es excesiva, aparece lo que se conoce como diástasis abdominal".
Mª Eugenia Rodríguez, fisioterapeuta especialista en obstetricia y uroginecología de la Clínica OneLife, en Madrid.
Es cierto que la distancia que existe entre un recto abdominal y el otro es importante, pero según la fisioterapeuta Mª Eugenia Rodríguez no es el único dato a tener en cuenta. También cuenta cómo se encuentra la línea alba, es decir si el tejido que los conecta se encuentra en buen estado “cómo reacciona a los diferentes movimiento o tensiones a los que se somete el tronco o la posible presencia de hernias abdominales”.
¿Tengo diástasis de los rectos? ¿Cuáles son sus síntomas?
Saber si padeces diástasis abdominal es sencillo. Observa si notas estos síntomas:
- Cuando al incorporarte del sofá, tumbarte en la cama o realizar los abdominales clásicos, ¿notas que tu abdomen se abomba mucho?
- ¿A pesar de haber adelgazado (con ejercicio y dieta), tu barriga sigue siendo prominente?
- Para diagnosticar la diástasis lo mejor es realizar una ecografía transabdominal que además valora la gravedad de la separación entre los rectos.
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¿Un problema de salud?
La diástasis abdominal es sobre todo un problema estético (que algunas mujeres puede afectar a su autoestima), y no supone un problema, siempre y cuando sea funcional. "Es decir, cuando a pesar de haber ciertos centímetros de separación, el abdomen reacciona bien frente a cualquier movimiento", afirma Mª Eugenia Rodríguez.
Pero si esa separación es mayor, puede provocar algunas molestias como malas digestiones e hinchazón abdominal después de las comidas, provocar dolor lumbar o conllevar problemas en el suelo pélvico como incontinencia urinaria o alteraciones en la capacidad de contracción de la musculatura del suelo pélvico.
¿El embarazo causa la diástasis abdominal?
Es indudable que el embarazo causa una diástasis fisiológica. Los músculos rectos se tienen que separar para que el útero (con tu bebé dentro) pueda crecer.
Y luego están las hormonas. “El cuerpo de la mujer embarazada libera numerosas hormonas que hacen que los tejidos tengan mayor elasticidad, lo que da lugar a que la línea alba se expanda”, afirma Mª Eugenia Rodríguez, fisioterapeuta especializada en obstetricia.
¿Se puede prevenir?
La diástasis abdominal provocada por el embarazo es imposible de prevenir, pero se puede minimizar el impacto que el crecimiento de tu tripa tendrá sobre tu musculatura abdominal y evitar que esa diástasis se convierta en algo más importante que provoque dolor, distensión abdominal o problemas en el suelo pélvico.
“Es fundamental trabajar el abdomen de forma específica y bajo la supervisión de un fisioterapeuta especializado en obstetricia, evitando que se convierta en una patología en el posparto y mejorar así su pronóstico”.
Mª Eugenia Rodríguez, fisioterapeuta especialista en obstetricia y uroginecología de la Clínica OneLife Center, en Madrid.
¿Hay ejercicios para la diástasis abdominal?
"No existe ningún ejercicio mejor o peor para tratar una diástasis abdominal. El ejercicio estrella será aquel en el que se cumplan dos premisas: una aproximación entre los rectos abdominal y una correcta respuesta de la línea alba frente al ejercicio propuesto.
Tras el parto, podemos comenzar a trabajar el abdomen de forma gradual y con ejercicios propuestos por un fisioterapeuta especializado en el área tras haber realizado la valoración pertinente a la 6ª u 8ª semana posparto, ya haya sido un parto vía vaginal o vía cesárea respectivamente".
Mª Eugenia Rodríguez, fisioterapeuta especialista en obstetricia y uroginecología de la Clínica OneLife Center, en Madrid.
¿Qué ejercicio se puede practicar en el postparto para la diástasis de los rectos?
Según la fisioterapeuta Mº Eugenia Rodríguez un buen ejercicios es intentar "mantener una postura correcta de autoelongación". Es decir, hacer un estiramiento de nuestro tronco. Nos lo explica así: "Hay que imaginar que tenemos un hilo que recorre toda nuestra columna hasta la coronilla y crecer hacia el techo. Esto nos ayudará a posicionar la pelvis de forma correcta y que exista una mayor activación de la faja profunda del abdomen".
Si realizas otros ejercicios como las sentadillas o peso muerto (ejercicio que consiste en levantar una barra desde el suelo a la cintura) intenta tener plena conciencia de la posición de tu zona pélvica y abdominal y siempre tienen que estar "supervisados por personal cualificado", añade la fisioterapeuta.
"¿Si tengo diástasis, hago abdominales?"
Según nos cuenta Mª Eugenia Rodríguez, la fisioterapeuta especializada en obstetricia, la respuesta es depende de cómo se encuentren el resto de las musculatura abdominal y cómo reacciona el suelo pélvico a estos movimientos. En ocasiones la flexión del troco puede producir una presión en el interior del abdomen que pondrá en mayor tensión la línea alba del abdomen agravando la diástasis. Por eso es importante la valoración de la zona para pautar el ejercicio que mejor se adapta a la persona", concluye.