Cómo te afecta la retirada de la ranitidina si estás embarazada
Durante los últimos días estamos asistiendo a un "boom" de noticias acerca de la ranitidina, un medicamento ampliamente utilizado en el embarazo y que ha sido retirado de las farmacias por orden de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) de manera preventiva. Todo se debe a una alerta internacional acerca de un compuesto, potencial cancerígeno, que figura en su composición.
Usado contra el reflujo de la embarazada
Paralelamente, estamos recibiendo muchas consultas de pacientes gestantes, que tenían este medicamento prescrito y nos preguntan acerca de alternativas de tratamiento así como de posibles efectos adversos del fármaco.
Se trata de un medicamento utilizado para el reflujo gastroesofágico, gastritis y úlceras gástricas, ya que disminuye la cantidad de ácido producida en el estómago. En la población general, para tratar estas dolencias suelen utilizarse con más frecuencia los fármacos IBP (como el omeprazol), pero este es un fármaco que no está recomendado durante la primera mitad del embarazo, por lo que es la ranitidina el fármaco de elección para esta patología en nuestras gestantes.
Se trata de una medida preventiva
La ranitidina es un buen medicamento, que ha demostrado sobradamente su eficacia y seguridad a lo largo de muchos años, y es importante aclarar que esta alerta no afecta al principio activo. Ante todo, queremos transmitir tranquilidad a nuestras gestantes ante el cambio de tratamiento o los efectos adversos que hayan podido producirse, ya que recordamos que esta retirada del medicamento se trata de una medida únicamente preventiva.
La nitrosaminas, "culpables" de la retirada
- Pues bien, el caso actual es que se han detectado unos compuestos químicos llamados nitrosaminas entre los excipientes utilizados en su formulación, que se han postulado como posibles carcinógenos.
- Son sustancias que se encuentran también en otros productos de consumo habitual, como en el tabaco, en diversos alimentos (ahumados, productos cárnicos procesados…) en algunas fuentes de agua, en productos cosméticos… y su efecto acumulativo (grandes dosis) puede producir cáncer.
- Por este motivo, y de manera preventiva, la AEMPS ha retirado estos fármacos. Se trata de una medida que se ha tomado en todo el mundo, para reducir al máximo posible la exposición a estas sustancias.
Actualmente no hay evidencia de que la presencia de esta sustancia en el medicamento haya podido producir efectos dañinos a los pacientes que lo han consumido, ya que la sustancia está presente a concentraciones mínimas. No debe generar alarma entre las gestantes.
El reflujo gastroesofágico (y sus síntomas clínicos principales: ardor/acidez) es muy frecuente durante el embarazo, ya que existen factores determinantes que lo favorecen y provocan, como son el aumento del volumen abdominal, que desplaza al estómago, y la disminución de la presión del esfínter esofágico inferior por causa de las hormonas del embarazo, y lo padecen hasta una de cada dos gestantes.
Alternativas a la ranitidina
Si estabas tomando este medicamento, podemos decirte que hay alternativas y no tendrás que soportar los molestos síntomas del reflujo. Consulta con tu médico de atención primaria o con tu obstetra, y ellos te pautarán otro medicamento eficaz en función de tus necesidades (almagato, sucralfato, cimetidina, entre otros, pueden utilizarse durante el embarazo con seguridad, y también el lansoprazol en casos más severos, pero recuerda: siempre deben ser pautados por tu médico.)
Mantén el reflujo bajo control
Mientras tanto puedes seguir los consejos que te damos a continuación para prevenir el molesto reflujo gastroesofágico:
- Levanta la cabecera de la cama: bastará con 15-20 centímetros.
- Evita ingerir alimentos antes de acostarte; espera al menos dos horas tras la cena.
- Evita las comidas que produzcan pirosis como grasas (fritos, rebozados…), chocolate, café, especias, alimentos ácidos (tomate, vinagre…).
- No consumas fruta en ayunas, ya que aumenta la producción de ácido.
- Reparte la comida durante todo el día y no realices comidas copiosas.
- Da preferencia a alimentos ligeros y saludables, y a formas de cocción como la plancha, el horno…
- Mantén la ganancia de peso a raya.
- Por supuesto, no tomes alcohol ni fumes, que no son recomendables en ningún caso durante el embarazo, tanto si se tiene reflujo gastroesofágico como si no.