Embarazada con tensión baja: Peligro de caídas y golpes
¿Estás embarazada y tienes la tensión baja? En la gestación existen muchísimas adaptaciones fisiológicas del organismo de la madre. Entre las más comunes destacan los cambios en la tensión arterial. La hipotensión o tensión baja es relativamente frecuente y el peligro que entraña es que puedas sufrir un golpe o caída a causa de un mareo.
Durante el primer trimestre aumenta la volemia, es decir la cantidad de sangre circulando por sus arterias y venas y se genera como consecuencia en el organismo materno una relajación de sus vasos sanguíneos, una vasodilatación. Por eso disminuye su tensión arterial. Esta disminución es progresiva y se mantiene durante el segundo trimestre de embarazo. A partir de entonces y sobre todo el final del tercer trimestre está tensión tiene tendencia a aumentar. Además de la gestación, los cambios en la tensión arterial están regulados por otros factores, cómo pueden ser el momento del día, el estado de ansiedad, el ejercicio, el momento del sueño nocturno, si existe anemia o no, y en la mujer embarazada también afecta la posición en la que se encuentre.
Cuándo eres hipotensa
La hipotensión suele definirse cuando la tensión sistólica (la comúnmente llamada alta) baja por debajo de 9 y cuando la diastólica (la baja) desciende por debajo de 6. La presión arterial sistólica es la que refleja el momento del latido del corazón, mientras que la diastólica es la que refleja el momento de relajación del corazón.
Que estas tensiones sean las que se consideran límites habitualmente, no implica que tener la tensión por debajo de 9 si sea una enfermedad o peligroso. Existen muchas mujeres que están acostumbradas a tener esa tensión y no presentan ningún síntoma. Saber cuál es la tensión normal o habitual de una mujer puede averiguarse midiendo varias veces la tensión en ambos brazos, en momentos diferentes del día y en reposo para hacer una media.
Tensión baja, no tan peligrosa como la alta
En contra de lo que piensa muchas mujeres la tensión baja no es tan peligrosa. Lo que sí se considera bastante sintomática: puede producir desde los síntomas más frecuentes como mareos, sensación de inestabilidad, incluso puede llegar a pérdida de conocimiento. El riesgo de la tensión baja es por lo tanto de que pueda ocurrir alguna caída o golpe.
En el final del embarazo, el peso del útero ha aumentado considerablemente generando que cuando una mujer se tumba este peso puede caer sobre la vena cava inferior y disminuir la circulación de sangre materna que llega a su corazón. Esto tiene como consecuencia la disminución de la tensión de forma generalizada por lo que la mujer puede marearse y encontrarse realmente mal.
Cómo lidiar con la tensión baja
Para mitigar los síntomas de la hipotensión ten en cuenta estos consejos de salud:
- Sobre todo en el tercer trimestre se le recomienda descansar de lado, del izquierdo preferentemente, para evitar precisamente que el peso caiga sobre la vena cava inferior.
- El levantarse de forma lenta, es decir evitando movimientos bruscos, evita las hipotensión es al ponerse de pie o al levantarse de la cama.
- Si te mantienes bien hidratada disminuye el riesgo de hipotensión.
- El ejercicio físico permite mantener una musculatura tonificada que favorece la circulación venosa y evita la retención en miembros inferiores.
- Es importante evitar las temperaturas elevadas o los cambios bruscos de la misma.
- Evitar mantenerse en pie mucho tiempo porque disminuye la posibilidad de que ocurran estas molestas bajadas de tensión.