DHA y luteína, esenciales para tu bebé
Qué son y cómo actúan en el embarazo para el desarrollo del bebé
La nutrición de la embarazada es fundamental para el desarrollo óptimo del bebé. Existe un grupo de nutrientes que son básicos, y cuando actúan juntos, sus propiedades se complementan. Es el caso de los ácidos grasos DHA y la luteína. Te vamos a explicar qué son cada uno de ellos y por qué en el embarazo las necesidades de DHA están aumentadas.
¿Qué es el DHA?
El DHA, o ácido docosahexaenoico, es un tipo de ácido graso omega-3, que se encuentra en la mayoría de los tejidos. Y, sobre todo, está presente en concentraciones muy altas en el cerebro y en la retina. Es un componente crucial de las membranas de las neuronas del cerebro y de las células de la retina: constituye el 25% de los ácidos grasos del cerebro humano y el 70% de los ácidos grasos de la retina. De forma natural, el DHA se encuentra principalmente en los pescados azules. También en los frutos secos, como las nueces y las almendras.
En el embarazo, tu bebé “come” lo que tú ingieras, y los nutrientes que necesita para un desarrollo adecuado de todos sus órganos, dependen de lo que consumas. Si tu organismo se encuentra con el DHA suficiente para cubrir tus necesidades y las del bebé, su desarrollo saldrá beneficiado.
Ten en cuenta que el DHA juega un papel fundamental en el desarrollo del cerebro y la visión.
- Desarrollo del cerebro: El DHA facilita la formación de conexiones entre las neuronas (o sinapsis) y la formación de mielina o mielinización. La mielina es básica para el funcionamiento del sistema nervioso del bebé. Es una sustancia grasa que se forma alrededor de los nervios y que permite que las señales que estos mandan al cerebro vayan más deprisa. Pero ten en cuenta que tanto la sinapsis como la mielinización son procesos que no finalizan en el embarazo. El cerebro es el órgano que más tarda en completar su desarrollo y terminará cuando tu hijo sople las dos velitas de cumpleaños. Por eso, conviene un adecuado suministro de DHA durante el embarazo, para optimizar las funciones cognitivas y de aprendizaje del bebé.
- Desarrollo de los ojos: La retina contiene una alta concentración de DHA, indispensable para el desarrollo visual del feto. Un aporte suficiente de DHA durante el embarazo contribuye a la maduración de la retina y a la agudeza visual del recién nacido.
¿Qué es la luteína?
La luteína es un tipo de carotenoide, una sustancia natural que se encuentra en las plantas y es responsable de los colores amarillos y anaranjados en muchas frutas y verduras y también en los huevos. Se trata de un nutriente esencial. Eso quiere decir que tu organismo no puede “fabricar” luteína. Solo puede obtenerla a través de alimentos ricos en este nutriente o a través de suplementos. Y si tu organismo no puede, tampoco el de tu bebé. Por eso, la luteína se transfiere desde tu torrente sanguíneo al de tu bebé, a través de la placenta y del cordón umbilical.
- La luteína es el carotenoide más abundante en el cerebro de tu bebé.
- A diferencia de otros carotenoides, la luteína se deposita selectivamente en la retina. La concentración en la retina es 1.000 veces más alta que en el plasma sanguíneo. También se concentra en la mácula del ojo, donde se conoce como un pigmento macular.
DHA y luteína: construyen juntos
El DHA y la luteína construyen juntos. Te contamos cómo:
- La luteína protege al DHA. Como hemos comentado antes, el DHA contribuye al desarrollo óptimo del cerebro del bebé, potenciando la formación de conexiones neuronales y protegiendo las células cerebrales del estrés oxidativo.
- El DHA es vital para la formación de la retina y para el desarrollo visual.
¿Cuánto hay que tomar en el embarazo?
Los organismos científicos a nivel internacional y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) recomiendan aportar DHA como forma de omega 3 en el embarazo. En general, la población debe tomar todos los días unos 250 mg de DHA y EPA. Pero en el embarazo, a esa cantidad hay que sumar otros 200 mg de DHA para favorecer el desarrollo del bebé. Es decir, en el embarazo hay que tomar 450 mg de DHA y EPA todos los días.
Son objetivos que no siempre se alcanzan. Según el estudio Ingesta de ácidos grasos poliinsaturados omega 3 y omega 6, determinantes y fuentes dietéticas en la población española: Resultados del estudio Anibes, publicado en Nutrients, el 83,5% de las mujeres en edad fértil (embarazadas y lactantes) no cumplen los objetivos nutricionales EPA+DHA, siendo este porcentaje superior al 90% en mujeres más jóvenes (18-30 años).
La luteína es el carotenoide más abundante en la placenta y en el cordón umbilical, y dependen de los niveles que tenga la madre.
Carencias de DHA
La carencia de DHA durante el embarazo puede ocurrir en varias situaciones:
- Tomar poco pescado: Las mujeres que apenas consumen pescados (sobre todo los azules, como sardinas o boquerones), mariscos o frutos secos pueden tener un riesgo aumentado de carencia de DHA.
- Vegetarianas o veganas: Las embarazadas que siguen dietas vegetarianas o veganas pueden tener una ingesta limitada de DHA, ya que las fuentes primarias son de origen animal. Aunque las algas pueden ser una fuente vegetal de DHA, no todas las personas las incluyen en su dieta.
Las consecuencias de una carencia de DHA durante el embarazo pueden tener un impacto negativo en el desarrollo neurológico y visual del feto. Para prevenir esta carencia de DHA, se recomienda que las mujeres embarazadas incluyan fuentes dietéticas de DHA en su alimentación y consulten a su médico si es necesario una suplementación.