¿Cómo prevenir la incontinencia urinaria en el embarazo?
Acude a un fisioterapeuta para que te enseñe como reforzar el suelo pélvico
El embarazo supone una dura prueba para los músculos del suelo pélvico y contribuye a debilitarlos. Por eso, en la gestación se puede originar la incontinencia urinaria: la musculatura pélvica tiene que “sostener” la enorme barriga que aloja a tu bebé, la placenta, el líquido amniótico...
¿Qué es la incontinencia urinaria en el embarazo?
¿Notas que cada vez que toses, estornudas o te ríes se te “escapan” unas gotitas de pis? Tranquila, no te avergüences. Es algo muy frecuente (más de lo que piensas). Se llama incontinencia urinaria. Y si no pones remedio, tras el parto irá a más. Por suerte, existen ejercicios y tratamientos para remediarlo desde el embarazo.
“En la gestación la incontinencia urinaria más común es la de esfuerzo: ocurre cuando se producen pequeñas pérdidas al ejercer presión sobre el suelo pélvico, como al toser, estornudar, levantar peso, correr…”, señala comenta Carmen Mar Rodríguez Peñas, secretaria general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid y experta en suelo pélvico.
Y para que veas su frecuencia, en Noruega realizaron este estudio Urinary Incontinence During Pregnancy, que publicaron en Obstetrics and Gynecology 2017. Observaron que la incontinencia aumentó del 26% antes del embarazo al 58% en la semana 30. Las cifras correspondientes para las mujeres que nunca habían tenido hijos fueron 15% y 48%, y para las mujeres paritarias 35% y 67%.
¿Cómo es el suelo pélvico?
Es un músculo con ligamentos que se encuentra en el fondo de la pelvis. Tiene forma de cuenco y distribuidos en tres compartimentos (anterior medio y posterior) y en él se alojan tres órganos (vejiga, útero y recto) de tres aparatos distintos (reproductor, urinario y digestivo). Esos tres aparatos se comunican con el exterior atravesando ese músculo con tres orificios, de delante a atrás: para la uretra, para la vagina y para el ano.
¿Qué puede dañar el suelo pélvico en el embarazo?
El peso del útero y el bebé
“Durante el embarazo, el útero aumenta de tamaño a la vez que el feto crece en peso y tamaño. En la parte inferior del útero se sitúa nuestro suelo pélvico, que ha de sostener este peso”, nos comenta Carmen Mar Rodríguez Peñas, secretaria general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid y experta en suelo pélvico.
Falta de fuerza muscular en el suelo pélvico
“Si la mujer gestante no tiene una buena base de fuerza muscular en la zona, lo más frecuente es que sienta pérdidas de orina conforme el embarazo progrese”, dice Carmen Mar Rodríguez Peñas
Los cambios hormonales
En la gestación, la hormona, como la relaxina, que relajan las fibras musculares del útero (para que pueda agrandarse a medida que el feto crece), y de la pared abdominal (para que la tripa se abombe sin problemas de espacio), también afectan a las fibras musculares del suelo pélvico, y “producen mayor laxitud en los tejidos, lo que favorece la incontinencia”, explica Carmen Mar Rodríguez Peñas.
Haber tenido ya hijos
Las mujeres que ya han pasado por un embarazo y, sobre todo, un parto, el orificio vaginal del suelo pélvico se tuvo que dilatar para dejar paso a la cabeza del feto. Eso supuso una distensión brutal de las fibras musculares del suelo pelviano. Pero hoy se sabe que un parto no tiene porqué causar daño. “El hecho de que la mujer sea primeriza o multípara no influye en la probabilidad de sufrir incontinencia urinaria, siempre y cuando haya sido tratada por un fisioterapeuta antes y después del parto”, apunta Carmen Mar Rodríguez Peñas.
¿Cómo se puede prevenir la incontinencia urinaria en el embarazo?
Acude a un fisioterapeuta en el embarazo y tras el parto
Se aconseja que todas las mujeres acudan al fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para que, en primer lugar, compruebe cómo se encuentra el suelo pélvico y mejorar su fuerza, “para evitar problemas durante la gestación y el posparto”, señala Carmen Mar Rodríguez Peñas.
“Durante el embarazo se ha de potenciar la estabilidad de la pelvis, incidiendo sobre las estructuras de la misma y trabajando la fuerza y control de la musculatura del suelo pélvico y abdomen. La evidencia científica demuestra que el tratamiento en la gestación ayuda a tener partos más cortos y mejores, y recuperaciones rápidas de la madre. Las mujeres que no acuden a un fisioterapeuta antes y después del nacimiento de su bebé, tienen más probabilidades de sufrir incontinencia”.
Practica ejercicios para fortalecer el suelo pélvico
Hoy, para evitar la incontinencia se recomienda participar a lo largo de la gestación en un programa de preparación del suelo pélvico para el parto, de forma que se encuentre en condiciones óptimas de soportarlo y que la mujer esté mejor preparada para abordar la rehabilitación posparto.
Esos ejercicios se basan en aprender a contraer el suelo pélvico en las actividades diarias y hacerlo de forma automática, pero eso sí, siempre asesorada por un fisioterapeuta que te dé instrucciones
“El fisioterapeuta te explicará de manera personalizada cómo debes hacerlo y cómo integrarlo en tu vida”, explica Carmen Mar Rodríguez Peñas.
En este sentido hoy muchos fisioterapeutas rechazan que la mujer sin que un fisioterapeuta le ayude practique sola los famosos ejercicios de Kegel y sin más entrenamiento. Estos ejercicios consisten en contraer y relajar la musculatura (como si estuvieses haciendo pis y quisieses “cortar” la orina). Como nos cuenta Carmen Mar Rodríguez, “el tratamiento ha evolucionado y consiste en la integración de esta contracción en el conjunto de movimiento de las cadenas musculares”.
Si la mujer gestante decide comenzar ella misma con la contracción de suelo pélvico sin supervisión de un fisioterapeuta, puede que la esté realizando mal. Existen casos en los que se realiza un empuje en vez de una contracción, produciendo el efecto contrario y aumentando la debilidad.
Mejora tu postura
Ahora que estás embarazada, ten mucho cuidado con la postura que adoptas. No escondas tu tripa. “Una postura encorvada ejerce mayor presión sobre el suelo pélvico, lo que puede provocar debilidad. Además, esta misma posición debilita el abdomen. Parte de la musculatura del abdomen y el suelo pélvico están intrínsecamente relacionadas”, dice Carmen Mar Rodríguez Peñas, secretaria general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid
Pero cuidado, tampoco te eches hacia atrás para exagerar tu tripa, en la clásica postura de la embarazada, porque entonces sufrirán tus lumbares.
Asesora:
Carmen Mar Rodríguez Peñas, secretaria general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid y experta en suelo pélvico.