El alcohol es la sustancia tóxica más peligrosa para el desarrollo del feto
El alcohol es la sustancia tóxica, capaz de atravesar la placenta, más peligrosa para el feto: la exposición a etanol afecta al desarrollo cognitivo del bebé. Sin embargo, una investigación realizada por expertos del Hospital del Mar indica que el 43 por ciento de las gestantes consume alcohol, según se deduce de los análisis del meconio (primeras heces) de bebés.
Los expertos aseguran que el alcohol es de los tóxicos más peligrosos que atraviesan la placenta por su capacidad de dilución en lípidos y proteínas: eso influye en su capacidad de producir daños al feto, aunque algunos de ellos no sean visibles en el nacimiento.
Así lo confirma una revisión de más de un centenar de estudios realizados en la última década sobre el efecto de las sustancias tóxicas capaces de atravesar la barrera placentaria realizada por el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) en colaboración con el Hospital Clínico de Barcelona y que acaba de publicar en la revista “International Journal of Environmental Research and Public Health”.
Daños que pueden no detectarse al nacer
¿Qué daños puede producir el alcohol en el bebé que aún está dentro del útero materno? Puede haber alteraciones moleculares que ocasionen problemas en el desarrollo del niño e incluso predisponerle a padecer algunas enfermedades cuando sea adulto. Las cantidades bajas o moderadas de alcohol también pueden alterar algunos neurotransmisores y neuromodulares del bebé que está en camino.
Si el consumo de alcohol de la embarazada ha sido elevado, nos enfrentamos a un síndrome alcohólico fetal, con consecuencias graves para el bebé. Pero además, estudios realizados en animales han demostrado que una exposición baja o moderada al alcohol en el embarazo puede ocasionar alteraciones cognitivas, de la conducta, retraso en el desarrollo, hiperactividad, agresividad o trastornos en el lenguaje.
No obstante, muchas embarazadas perciben el consumo de alcohol como una práctica de bajo riesgo, así como algunos ginecólogos y médicos de familia, según los investigadores que han analizado los estudios sobre tóxicos en el embarazo. El consumo medio de ese 43 por ciento de embarazadas que toman alcohol durante la gestación, según el estudio del Hospital del Mar, corresponde a dos unidades de consumo por día.
Antirretrovirales y tabaco en el embarazo
Los expertos señalan que los hijos de gestantes seropositivas que habían tomado antirretrovirales durante el embarazo presentaban alteraciones mitocondriales, aunque el bebé había conseguido librarse de la infección por VIH. La mitocondria es la parte de la célula que suministra la energía a la célula y tienen un papel clave en el metabolismo y la respiración celular.
En el caso de las madres que habían consumido tabaco en el embarazo, había una incidencia de bebés de bajo peso, y ambos grupos –madres e hijos– presentaban daños celulares (mitocondriales) similares.