La alimentación del padre también influye en la salud del bebé
Hasta ahora se tenía claro que los buenos hábitos en la alimentación de la madre eran determinantes en la salud del futuro bebé, tanto durante el embarazo como antes, en el preembarazo. Pero nuevos estudios ahondan todavía más en este aspecto y sugieren que también la nutrición del padre deja huella en su hijo.
La calidad de la alimentación del padre, incluso antes de que se produzca el embarazo, en el preembarazo, puede afectar a la supervivencia del embrión, sostienen expertos de la Universidad de Cincinnati, de la Universidad de Western Australia y de la de Sydney, que han realizado su estudio basando sus observaciones en la mosca de la fruta, con la que el ser humano comparte un 60% de los genes y un 75% de los que provocan las enfermedades humanas.
Menos carbohidratos y más proteínas
El estudio realizado por estos expertos determinó que la tasa de supervivencia de los embriones de la mosca de la fruta depende de la alimentación del padre antes del apareamiento. Tanto el contenido de nutrientes como las calorías y las proteínas que se incluyan en la dieta masculina afectó de forma determinante a la probabilidad de supervivencia de estos embriones, según los descubrimientos de los investigadores.
“Estamos realmente sorprendidos”, explicaron los autores del estudio, ya que en muchas especies, como la humana, las madres se cuidan mucho cuando van a tener hijos y por eso se espera que haya un efecto de la dieta materna en los hijos. Pero ha sido una verdadera sorpresa encontrar una relación entre la dieta paterna y la descendencia, aseguran. Los padres deberían evitar las dietas con alto contenido en carbohidratos y adoptar otras que sean ricas en proteínas y deberían hacerlo incluso antes de concebir, puntualizan.
En su estudio observaron los efectos de la manipulación de la alimentación de los machos. Así, las moscas hembras de la fruta fueron alimentadas con dietas idénticas de harina de maíz con levadura, mientras que para los machos se prepararon 30 dietas diferentes, que variaban en cuanto a calorías, tipo de azúcar (sacarosa o fructosa) y carbohidratos. Después de 17 días, las moscas macho se aparearon con dos hembras.
La dieta paterna, determinante en la descendencia
Los resultados de los embriones viables respaldaron la teoría de que los efectos dietéticos en los machos pueden influir en la fecundación y en los primeros procesos de desarrollo de la descendencia. De hecho, los autores observaron que los embriones con más posibilidades de sobrevivir eran aquellos en los que los padres habían seguido dietas más saludables.
Los investigadores sostienen que estas conclusiones son aplicables a otras especies, ya que el genoma completo de la mosca de la fruta ha sido estudiado durante más de 150 años por genetistas en todo el mundo.
Beneficios para el bebé de un buen hábito nutricional
También explican que el tipo de dieta influye en el líquido seminal, que puede estar relacionado con la protección del embrión y, por tanto, tener implicaciones para la salud y la viabilidad del feto.
Un buen equilibrio entre nutrientes y calorías en la dieta de los hombres puede tener efectos significativos en la descendencia, reiteran los autores. Por ello, los buenos hábitos nutricionales son necesarios y determinantes para los hijos en el caso de la madre, pero tampoco deben descuidarse en el caso de los futuros padres, que deberían tener en cuenta que si quieren tener hijos sanos, deben cuidar su alimentación comiendo pocos carbohidratos, controlando las calorías y tomando muchas proteínas.