Un análisis de la sangre de la embarazada puede predecir complicaciones en el parto
Un sencillo análisis de sangre puede ser determinante para adelantarse a posibles complicaciones durante el parto que pueden afectar a la salud del bebé. Una proteína presente en la sangre de las embarazadas permite revelar un insuficiente desarrollo fetal y otras complicaciones en el embarazo, según han observado un equipo de investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido).
Niveles bajos de la proteína DLK1, que se encuentra en la sangre de la madre durante el embarazo, se han asociado con bajo crecimiento fetal y otros trastornos que pueden complicar el parto, explica el estudio británico, por lo que realizar un análisis de sangre a las embarazadas podría utilizarse como un diagnóstico prenatal no invasivo que permitiría a los especialistas tomar decisiones y adelantarse a futuros riesgos. Los científicos realizaron pruebas en ratones gestantes y en una pequeña muestra de mujeres embarazadas para llegar a esta conclusión.
Bajo desarrollo fetal
Los especialistas disponen de pocas maneras para saber si el embarazo va a salir bien y para determinar en qué casos un feto es pequeño porque no recibe suficiente alimento en el útero o si lo es simplemente por sus genes. Por ello consideran importante este hallazgo, que puede ayudar al obstetra a recopilar más información durante el embarazo, de forma que pueda intervenir antes de que las complicaciones lleguen a un punto crítico.
Esta proteína que podría servir de marcador para estos casos se encuentra en altos niveles en la sangre de la madre durante la gestación, aunque no se tienen muchos datos sobre su origen, su función y si puede indicar algo sobre la salud del futuro bebé.
Indicador del estado biológico del bebé
En el estudio británico, los investigadores descubrieron que la proteína se origina a partir del embrión, lo que indicaría que sus niveles en la sangre materna pueden proporcionar una información directa sobre el estado biológico del feto.
Los investigadores británicos observaron cómo el DLK1 afecta al metabolismo de una hembra de ratón embarazada. Basaron su observación en el proceso conocido como “cetosis” en los seres humanos, que se produce cuando las personas ayunan 24 horas. La cetosis consiste en la quema de la energía a partir de las reservas de grasa que produce el organismo para poder mantener su funcionamiento.
Al inactivar la proteína DLK1 en los ratones, se observó que no eran capaces de comenzar la cetosis, lo que indicaría que esta proteína es determinante en el suministro de energía al feto, así como en su crecimiento.
Los investigadores también estudiaron a 129 madres. Midieron sus niveles de DLK1 en sangre y registraron los resultados de sus embarazos. Pudieron comprobar cómo niveles bajos de esta proteína se asociaban con menor crecimiento fetal y complicaciones en la gestación, como un mal flujo sanguíneo a través del cordón umbilical.