Antibióticos: Riesgo de enfermedad intestinal del bebé
La exposición a los antibióticos en las madres puede aumentar el riesgo de enfermedades inflamatorias del intestino en su descendencia, según un estudio en ratones realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, en EE.UU., y publicado en la revista Nature Microbiology.
El estudio se realizó para tratar de relacionar dos circunstancias que se han producido en las últimas décadas: por un lado, un aumento de la incidencia en los niños de enfermedades autoinmunes, como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII); y por otro, un incremento en las tasas de exposición de los más pequeños a los antibióticos
Algunos estudios realizados en ratones han vinculado estas dos tendencias, y la explicación parece ser que está en la microbioma o flora intestinal, las bacterias que viven en el intestino humano. Muchas publicaciones hoy afirman que la flora intestinal regula la actividad del sistema inmune y que cuando está habitada por bacterias beneficiosas hay menos riesgo de padecer enfermedades autonimunes.
Los cambios microbianos se trasmiten a la descendencia
Ahora este nuevo estudio de los investigadores estadounidenses han encontrado que cuando la madre toma antibióticos en el embarazo se modifica la flora intestinal del feto. “Nuestros resultados ofrecen una evidencia contundente de que los antibióticos cambian las comunidades microbianas heredadas por los bebés y que estos cambios tienen consecuencias a largo plazo sobre la salud”, señala Martín Blaser, director de esta investigación.
“Nuestro trabajo demuestra que los cambios producidos en el microbioma por la exposición a los antibióticos pueden transmitirse a través de las generaciones, de madres a hijos”, añade.
Más riesgo de Enfermedad Inflamatoria Intestinal
Para el estudio, los investigadores utilizaron ratones hembras preñadas a las que inocularon microbiota de ratón modificada por la exposición a antibióticos, lo que implicaba una menor diversidad de especies bacterianas y la eliminación algunas otras que debería ser muy abundantes. Estos cambios persistieron en las madres y transmitieron las diferencias a sus hijos.
Además, algunas hembras fueron manipuladas genéticamente para no expresar una proteína que amortigua la tendencia del sistema inmunitario a provocar demasiada inflamación. Pues bien, las crías nacidas de estas hembras (inoculadas con flora intestinal expuesta a antibióticos y sin el gen de esa proteína que evita la congestión) presentaron unos marcadores de inflamación característicos de la la enfermedad intestinal hasta 55 veces más elevados que las crías alumbradas por hembras únicamente manipuladas, pero con un microbioma normal.
Otros estudios
Como se se ha comentado antes, ya se han realizado estudios diferentes sobre la consecuencias de los antibióticos en el embarazo. Uno de los más recientes llevó a cabo en la Universidad McMaster en Hamilton (Canadá). En esta ocasión se suministró dosis bajas de penicilina a ratones gestantes al final del embarazo y a crías recién nacidas.Y encontraron que se modificaba la composición de la flora intestinal de las crías y, además de cambios en su comportamiento (mayor agresividad). Pero este estudio también mostraba que ese impacto negativo podría prevenirse con la administración de probióticos. “Nuestros resultados también sugieren que un probiótico podría ser eficaz en la prevención de los efectos perjudiciales de la penicilina”, afirmó John Bienenstock, director de esa investigación publicada en la revista Nature Communications.