Refrescos en el embarazo, más riesgo de asma infantil
A menudo matronas y ginecólogos insisten en sus consultas a la futura madre que evite tomar dulces y alimentos con mucho azúcar. Dentro de este grupo se encuentran las bebidas azucaradas, refrescos y los zumos industriales. Ahora hay un motivo más para no abusar de estos productos: según una investigación de la Universidad de Harvard, las embarazadas que consumen grandes cantidades de fructosa (presente en esas bebidas) tienen más riesgo de que sus hijos desarrollen asma entre los tres y los siete años de edad.
El estudio se ha publicado en la revista Annals of the American Thoracic Society y en él se analizaron la dieta y el consumo de estas bebidas en 1.068 mujeres embarazadas y en sus hijos cuando ya tenían tres y siete años de edad.
A más fructosa, más riesgo
Los resultados concluyeron que los hijos de las mujeres que tomaron más de 46 gramos de fructosa al día procedente de refrescos o zumos, tenían un 58% más de riesgo de diagnosticarles asma que aquellos cuyas madres no sobrepasaron los 21 gramos de fructosa al día. También se comprobó que los niños que más fructosa ingerían, alrededor de 44 gramos al día, eran un 64% más propensos a desarrollar este problema respiratorio que aquellos que menos consumían, unos 15 gramos diarios. Al 19% de los menores que participaron en el el estudio le diagnosticaron asma.
Sheryl L. Rifas-Shiman, autora principal de este trabajo ha explicado que desconocen la relación que existe entre elevadas cantidades de fructosa y asma infantil, ya que se trata de un estudio obsdervacional,. No obstante, afirma que otros estudios señalan que la fructosa puede causar inflamación de los pulmones o dañar las vías respiratorias y favorecer así la aparición del asma.
Recomendaciones de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no tomar más del 10% de las calorías diarias en forma de azúcar, es decir, no superar los 25 gramos de esta sustancia al día. Pero solo una lata de refresco ya contiene 39 gramos.