Cesárea de urgencia, más riesgo de depresión posparto
Durante los meses de embarazo te imaginas que todo va a transcurrir según un guión: unas horas de dilatación más o menos largas, que acaban en un parto vaginal; colocan sobre ti al bebé y le abrazas durante un rato largo. Pero muchas veces se precisa de una cesárea de urgencia porque el parto no avanza como debiera. Un estudio publicado en el “Journal of Health Economics” ha demostrado que las madres primerizas sometidas a un parto abdominal de emergencia son un 15% más propensas a sufrir depresión posparto. Para ello se ha estudiado una extensa muestra de 5.000 madres primerizas, procedentes del estudio "Uk Millennium Cohort Study".
Lo que las nuevas madres acusan es que ese gran momento, su parto, no ha sido como esperaban. Los ginecólogos lo denominan “expectativas no cumplidas”. Muchas de ellas ingresaban en el hospital con su plan de parto, que sólo se puede cumplir si no se presentan complicaciones. La mujer siente que la situación está fuera de control y que no se había preparado para una cirugía abdominal con todos sus dolores y una periodo de recuperación posparto mucho mayor que en el caso de un parto vaginal. Su salud mental puede resentirse si no cuenta con las ayudas necesarias.
El impacto psicológico de una cesárea inesperada
La nueva madre tiene que hacerse a idea en pocas horas de que va a tener que pasar por quirófano para que el bebé pueda nacer. El impacto psicológico es muy negativo, según los investigadores. La razón es que el posparto es muy duro para la mujer -incluso para la que ha tenido el mejor de los alumbramientos- pero mucho más para las madres que han tenido que pasar por una cesárea de urgencia. A ello se une la dificultad para moverse, coger a bebé o darle el pecho, cosas básicas para una puérpera.
Es la primera vez que la evidencia científica halla una relación causal entre la depresión posparto y los partos que han terminado abruptamente en una cesárea. Es muy importante identificar y tratar a las madres con síntomas de depresión posparto porque de ellas depende en gran medida el cuidado de sus bebés, del resto de la prole si la hubiere, y son un pilar importante en la relación de pareja.
Además, del estudio se desprende que las mujeres que han pasado por una experiencia negativa como esta son más reticentes a volver a tener un hijo. Una de las conclusiones de esta investigación es que hay que destinar recursos para apoyar a estas madres para que puedan mejorar su calidad de vida y aminorar en lo posible las molestias físicas y posibles trastornos psicológicos. Una de las ideas es que tengan un fácil acceso a las consultas públicas de Salud Mental.
Cuándo está indicada la cesárea de urgencia
Cuando el trabajo de parto se detiene por cualquier motivo, los ginecólogos informan a la parturienta de que necesitan hacer una cesárea de emergencia para extraer cuanto antes al bebé. También pueden detectar en el feto signos de sufrimiento fetal, lo que también indicaría la intervención quirúrgica. En ambos casos lo que se persigue es la urgente de un problema, ya sea en la salud de la madre o del bebé. En partos que presentan señales de prolapso de cordón umbilical, desprendimiento prematuro de la placenta, placenta previa con sangrado abundante o sospecha de rotura uterina, la cesárea es también la única opción.
Cómo detectar la depresión posparto
Falta de ilusión por el bebé, llanto desconsolado al mínimo contratiempo, sentimientos negativos sobre la maternidad, ansiedad, dificultades para dormir o incluso problemas para cuidar de sí misma y del recién nacido… Estos síntomas, todos ellos señales de depresión, pueden dar la voz de alarma de que algo no marcha bien en el posparto.
No tienen por qué darse todos juntos, pero cuando empiezan a aparecer es imprescindible consultar al médico. A veces la matrona es la profesional de la Salud que lo detecta de forma precoz en las primeras visitas del puerperio. Con el apoyo necesario de psiquiatras y psicólogos, la madre puede salir adelante y superar esta etapa con éxito. Si la primera experiencia de la maternidad es muy negativa, la madre no querrá tener un segundo hijo. Y si lo tiene, existen muchas posibilidades -según el tipo de complicación médica que presente- de que se repita la cesárea.