La depresión durante el embarazo puede alterar el cerebro del bebé
Mostrar fuertes signos de depresión durante el embarazo se relaciona con una corteza cerebral más fina los hijos, según recientes investigaciones. Los resultados indican que la depresión materna podría afectar negativamente al desarrollo cerebral del niño. Este hallazgo, publicado en la revista científica Biological Psychiatry , respalda la idea de que se debería tratar la depresión durante la gestación.
Al parecer, la estructura cerebral de los niños cuyas madres han tenido fuertes síntomas depresivos en los meses de embarazo y en el posparto es diferente. Los investigadores hallaron que la materia gris cerebral de los niños estudiados era más fina en comparación con los hijos de madres sin signos fuertes de depresión. Es como si la depresión de las madres fuera un factor de “envejecimiento” del cerebro de sus vástagos. No obstante, el estudio no ha logrado probar la relación causa-efecto entre la depresión materna y los problemas de comportamiento y aprendizaje de los hijos.
Depresión y desarrollo fetal
Los expertos estudiaron a 52 mujeres con diagnóstico de depresión durante cada trimestre del embarazo y el posparto; solamente una de ellas fue tratada con antidepresivos. A sus hijos se les hicieron pruebas cerebrales a las 2 y 5 años de edad. Los resultados de la investigación alertan sobre el impacto en el cerebro de los niños cuyas madres han pasado por un proceso depresivo severo.
Se detectaron cambios estructurales en los lóbulos frontales de los niños, así como en la materia gris cerebral, que presentaba un volumen menor. Pero son las personas mayores las presentan cerebros con materia gris más delgada; por eso los expertos indican que quizá estos síntomas de depresión en la embarazada y madre reciente puedan, de una forma aún inexplicable, fomentar un menor desarrollo cerebral de los niños. Estas alteraciones pueden afectar a la capacidad de concentración y aprendizaje, así como al comportamiento.
Periodo crítico del desarrollo cerebral
Los especialistas en neurociencia sugieren que uno de los periodos más vulnerables para la salud mental de una persona es precisamente el desarrollo fetal, cuando aún se encuentra dentro del útero materno. Durante la neurogénesis (etapa de formación del cerebro) hay una gran cantidad de movimiento de células y un sinfín de conexiones nerviosas a las que pueden afectar circunstancias que aún hoy no nos imaginamos.
Acumular altas dosis de estrés prenatal podría ser un factor a tener en cuenta en los daños epigenéticos de las células, según los expertos. Esto significa que las alteraciones no sólo influirían en ese bebé, sino en generaciones venideras. La pregunta que se hacen ahora los médicos es si merece la pena tratar los síntomas evidentes de depresión, ya que algunos medicamentos están contraindicados en la gestación.