La dieta de la madre influye en la obesidad del niño
La alimentación de la mujer en el embarazo puede tener gran influencia en el riesgo de que su hijo padezca obesidad en la etapa adulta. Un congreso celebrado en Valencia con expertos de todo el mundo ha puesto de nuevo de manifiesto los beneficios de una dieta sana y equilibrada, tanto para la salud de la madre como para la del niño.
El aumento de las calorías diarias en etapas críticas durante la gestación y la infancia puede conducir a la obesidad en adultos, explica Juan Sastre, catedrático de Fisiología de la Universidad de Valencia y coordinador del “Oxygen Club of California World Congress” 2015 que se ha celebrado en Valencia.
Alteraciones irreversibles en el metabolismo
El aumento del sobrepeso y la obesidad en los países occidentales preocupa a los expertos internacionales, que han demostrado en estudios con animales cómo si se toman demasiadas calorías diarias durante los periodos críticos del embarazo y/o en la infancia se provocan alteraciones metabólicas en el páncreas y en el sistema nervioso que conducen al desarrollo de obesidad en la etapa adulta.
Es decir, la dieta de la madre en el embarazo y del niño en sus primeros años de vida pueden ser claves para favorecer o evitar el sobrepeso en adultos.
Los investigadores destacan que esas anomalías en el metabolismo persisten en la edad adulta de tal manera que son irreversibles, ya que ni siquiera han podido corregirlas mediante dietas.
Lo que la madre come influye en su hijo
Estas conclusiones del Congreso celebrado en Valencia no son las únicas que destacan la necesidad de seguir buenos hábitos en la alimentación tanto en la gestación como en los primeros años de vida del niño.
Recientemente, otro informe, esta vez de la Universidad de las Islas Baleares, también puso de manifiesto que lo que la embarazada come determinará la mayor o menor predisposición del niño a la obesidad. En este caso, los investigadores baleares sostienen que los efectos de la alimentación de la embarazada se registran en los genes del futuro bebé y podrán determinar su predisposición al sobrepeso.