Por qué no debes beber alcohol antes del embarazo
Por si no había suficientes razones para evitar alcohol antes y durante el embarazo ahora se suma una más. El estudio Monte Sinaí, publicado en la revista "Human Reproduction", ha investigado la relación entre la ingesta de alcohol y la fecundabilidad de la mujer (la tasa de embarazo por cada ciclo menstrual). Los expertos han comprobado que el alcohol afecta especialmente a las dos últimas semanas (segunda fase o fase lútea) del ciclo menstrual femenino y reduce las posibilidades de embarazo.
Cómo se hizo el estudio
Los expertos han revisado los resultados de fertilidad de 413 mujeres -con edades comprendidas entre los 19 y 41 años- en el periodo 1990-1994. Se tomaron datos de 19 ciclos menstruales de las participantes a través de unos diarios que rellenaban las mujeres informando sobre la cantidad y el tipo de alcohol que ingerían cada semana.
Además, se analizaron muestras de orina de todas ellas el primer y segundo día de cada ciclo, menstrual para confirmar si estaban embarazadas o no. Los investigadores definieron así la cantidad y el alcohol de cada bebida consumida por estas mujeres: un tercio de cerveza (355 ml), un vaso mediano de vino (148 mm) y un trago doble de licor (44 ml). El número de bebidas consumidas por día o semana sitúa a cada participante en el estudio en uno de estos tres grupos:
- Consumo excesivo: Más de seis bebidas alcohólicas a la semana.
- Consumo moderado: Entre tres y seis bebidas con alcohol semanalmente.
- Consumo compulsivo: Tomar diariamente cuatro bebidas o más al día.
Además, las mujeres estudiadas incluyeron en los datos su exposición a otras sustancias como cafeína, nicotina, si padecían obesidad o si estaban utilizando métodos anticonceptivos.
El alcohol moderado afecta a la fertilidad
Los investigadores han comprobado que la bebidas con alcohol tomadas en las dos últimas fases del ciclo menstrual disminuyen la fertilidad de la mujer, reduciendo la tasa de embarazo. Afecta al embarazo tanto el consumo excesivo (6 bebidas o más a la semana) como el consumo moderado (entre 3 y 6 bebidas): en ambos casos, estas ingestas "se asociaron con una menor fecundidad", según se afirma en la publicación de "Human Reproduction".