Por qué la OMS respalda mantener el contacto piel con piel
El contacto piel con piel de la madre con el recién nacido podría salvar hasta 125.000 vidas a pesar de la pandemia. Son datos que refleja la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un estudio que calcula las vidas que podrían salvarse en casos de bebés prematuros (antes de la semana 37) o recién nacidos con bajo peso. Los resultados se han publicado en la revista EClinicalMedicine. Sus autores sospechan que hay muchos bebés separados de sus madres por causa del Covid-19, lo que les expone "a un mayor riesgo de muerte y problemas de salud de por vida".
El contacto con la madre es vital para el bebé
La separación de madre y bebé debido al coronavirus se produce más en países pobres, según los expertos. Sabemos que el contacto piel con piel tiene muchas ventajas para el recién nacido, entre las que destacan:
- Ayuda al desarrollo del bebé prematuro y con bajo peso al nacer.
- Fomenta la lactancia materna exclusiva, clave para su desarrollo.
- Crea y fortalece el vínculo de apego.
- Fortalece su sistema inmune, gracias a las defensas que le transmite la leche materna.
- Previene la hipotermia del bebé.
En conjunto, el contacto piel con piel reduce la mortalidad infantil en un 40%, la hipotermia en un 70% y las complicaciones graves del bebé en un 65%, según sostienen los expertos que firman la investigación.
Qué hacer si se confirma la infección materna
La OMS indica que, en caso de que la madre confirme que sufre Covid-19, lo ideal es que no se la separe de su hijo. Se insta a seguir compartiendo habitación y a mantener el contacto piel con piel con su recién nacido. También a instaurar o proseguir la lactancia materna, la pieza clave del buen desarrollo del bebé. ¿Cómo? Siguiendo las medidas de seguridad que todos conocemos: uso de mascarilla en la estancia que la madre comparte con el bebé, lavado de manos, del pecho y de las superficies con las que entra el contacto de recién nacido, ventilación de la habitación...