Relacionan diabetes gestacional con obesidad
Los bebés de madres con diabetes gestacional tienen mayores posibilidades de sufrir obesidad desde muy temprano, a los dos o tres meses de edad. Esta es la principal conclusión de un informe en el que se aclara que el riesgo de que los niños presenten obesidad al poco tiempo de nacer existe aunque la diabetes de la madre durante la gestación esté bien controlada y a pesar de que ésta alimente a su hijo con lactancia materna.
El estudio, realizado en Reino Unido, es el primero en descubrir que los bebés de madres con diabetes gestacional presentan más tejido adiposo durante los primeros meses de vida que los nacidos de madres sin diabetes. Esa obesidad infantil temprana puede tener repercusiones negativas en la salud de los niños a largo plazo, por lo que los investigadores británicos recomiendan que se les estimule hacia hábitos saludables, como practicar ejercicio y cuidar su peso.
Investigaciones previas habían señalado ya vínculos entre la diabetes gestacional, sobrepeso y obesidad en los hijos. De hecho, alguna ya había indicado que la diabetes o el exceso de peso en la gestación aumentaban las posibilidades de tener hijos obesos durante los primeros 10 años de edad, incluso cuando los lactantes presentaban un peso normal al nacer.
Lactantes con exceso de tejido adiposo
Los investigadores británicos observaron a 86 lactantes nacidos en el Hospital de Chelsea y Westminster en Londres (Reino Unido) entre octubre de 2011 y octubre de 2014. Las madres de 42 de ellos tuvieron diabetes gestacional. A los bebés se les realizó una resonancia magnética después de nacer y otra entre las 8 y las 12 semanas de edad. En ese estudio se cuantificó el volumen de tejido adiposo, así como el contenido adiposo del hígado, que se relaciona con las enfermedades metabólicas.
A los 11 días de edad, el grupo con diabetes gestacional y el grupo de control presentaban un volumen de tejido adiposo similar, pero a partir de las 10 semanas los lactantes nacidos de madres con diabetes habían disparado ese volumen. Sin embargo, no hubo diferencias significativas en la distribución de tejido adiposo y en el hígado.
Aunque la obesidad en la infancia puede deberse a factores ambientales que favorecen el aumento de peso, los investigadores llaman la atención sobre la posibilidad de que algún otro factor podría entrar en juego, ya que la obesidad había comenzado en una etapa muy temprana de la lactancia.
Leche materna y apetito del bebé
Al ajustar los resultados respecto al género del lactante y al índice de masa corporal de la madre antes de la gestación, estos permanecieron estables, por lo que los investigadores señalaron posibles mecanismos que explicarían las conclusiones, entre ellos la “programación” en el útero, los cambios en la composición de la leche materna y las diferencias en el apetito del lactante.
La investigación no llega más allá y no realizará un seguimiento a estos niños, pero sí hay otras en marcha que prolongarán sus observaciones hasta los 10 años de edad para evaluar los efectos de la diabetes gestacional y la obesidad infantil sobre la salud metabólica.