Solo el 3 por ciento de las mujeres españolas toma la cantidad recomendada de ácido fólico
Tener unos buenos niveles de ácido fólico en sangre en el momento del embarazo es fundamental para prevenir algunos problemas en el bebé, como los defectos del tubo neural. Pero una investigación, en la que participa la Universidad Complutense de Madrid, afirma que los niveles de ácido fólico, folatos o vitamina B9 de los españoles, y sobre todo de las mujeres, es más bajo de lo que debieran porque no se toman las cantidades necesarias. Los resultados, publicados en la revista científica PloS One, demuestran que solo el 3 por ciento de las mujeres españolas ingieren la cantidad recomendada de folatos. En los hombres un 6,6 por ciento toman el aporte de ácido fólico necesario.
Una de las razones que se arguyen para explicar este descenso es la baja ingesta de verduras, que son la principal fuente de esta vitamina. Comer más verduras servirá por tanto para aumentar los niveles de ácido fólico.
Fundamental en la etapa fetal
Según Rosa M.ª Ortega, investigadora del departamento de Nutrición y Bromatología de la Universidad Complutense de Madrid, y una de las autoras del trabajo, la importancia de mejorar estos datos se encuentra en que el ácido fólico “interviene en proceso de metilación y de crecimiento celular, vital para que las células que tienen que renovarse constantemente, como las sanguíneas, y fundamental para etapas de crecimiento, especialmente la fetal”. “Un aporte adecuado de ácido fólico es importante en le etapa fértil de la mujer especialmente si planea un embarazo para prevenir malformaciones congénitas en los posibles descendientes”. Su déficit también se ha asociado con riesgo cardiovascular, depresión y deterioro cognitivo, y en el embarazo influye en el correcto desarrollo del feto.
Los niveles de vitamina B12, los adecuados
El estudio también ha indagado sobre los niveles de las vitamina B12, cuyos niveles sí son los adecuados, debido en parte a que la principal fuente de esta vitamina es la carne y otros alimentos de origen animal, y estos hoy en nuestro país se suelen consumir en cantidades elevadas.
Para realizar este estudio, durante dos meses poco más de 2000 personas (un 50,4 por ciento de hombres y un 49,6 por ciento de mujeres) anotaron todos los días lo qué comían y tomaban fotografías de los alimentos servidos y restos desechados. “Este estudio es novedoso por incluir información muy actualizada como por emplear las nuevas tecnologías para el registro del consumo de alimentos”, afirma Rosa María Ortega.