Un test que predice el parto prematuro en el primer trimestre
Saber si el parto será prematuro o no podría conocerse incluso durante el primer trimestre de embarazo, según los resultados de un estudio realizado por expertos de la Universidad de Stanford (EEUU) y publicado en la revista Science. El equipo de investigadores ha creado un test que analiza la sangre materna y puede identificar tanto la edad gestacional del bebé como el riesgo de nacimiento antes de tiempo.
El test se basa en la detección de una serie de biomarcadores en la sangre de la embarazada, concretamente partes de ARN que provienen de la placenta y del tejido del feto. Se compararon, con gran acierto, los biomarcadores entre mujeres con y sin riesgo de parto prematuro, llegando a detectar la mayoría de los casos en los que existían muchas posibilidades de prematuridad.
La investigación es importante para los obstetras porque las tasas se prematuros -entre el 6 y el 10% de todos los nacimientos- no bajan a pesar de los avances médicos. Además, actualmente cuentan con muy pocas herramientas para predecir los partos prematuros. No obstante, el estudio se debe hacer en una muestra más amplia de mujeres y analizar también el coste-beneficio de dicha técnica, que se basa en técnicas de PCR (análisis de los genes fetales).
Cuello uterino, a veces no es una señal
Una de las escasas técnicas tradicionales para la predicción el parto adelantado es la longitud del cuello uterino en la semana 20 de embarazo. Si es inferior a 25 milímetros, se considera que la mujer es una candidata clara a tener un bebé prematuro. Sin embargo, hay muchas embarazadas que acaban teniendo un parto antes de tiempo y no presentaban un cérvix uterino acortado (menor de 25 milímetros) a estas alturas de la gestación.
Por eso los investigadores buscan más formas de identificar en las primeras semanas del embarazo a las gestantes con alto riesgo de parto anticipado, aunque no cuenten con un cuello uterino corto.
Análisis de la microbiota vaginal
Otra forma de ayudar a las embarazadas consiste en estudiar la llamada microbiota vaginal (conjunto de bacterías y microorganismos vaginales). Los expertos han advertido que la presencia de menos lactobacilos en la microbiota vaginal quiere decir que la mujer está más expuesta a un mayor riesgo de parto prematuro. La administración a las embarazadas de probóticos vaginales puede ser otra vía de control del parto prematuro, que debe combinarse con lo dicho anteriormente: medición de la longitud del cuello uterino en la semana 20, además de colocación de pesario cervical a la embarazada si es necesario.