La cesárea: cuándo está indicada
Situaciones en las que se precisa intervenir a la madre
Las indicaciones de la cesárea pueden ordenarse en tres grupos: indicaciones electivas, indicaciones urgentes e indicaciones durante el curso del parto.
Indicaciones electivas
La decisión de practicar una cesárea se toma antes del momento del parto o a su inicio, puede ser por indicación materna o por indicación fetal.
Indicaciones maternas
- Mujeres con dos o más cesáreas previas.
- Cirugía previa sobre el músculo uterino.
- Una cesárea previa y persiste la causa por la que se indicó, como por ejemplo una deformidad de la pelvis.
- Enfermedad materna grave (cáncer, cardiopatías, etc.).
- Fístulas urinarias o intestinales graves.
- Cáncer del cuello del útero.
- Estrechez pélvica importante y evidente desproporción entre el tamaño de la pelvis y el tamaño del feto (cefalo-pélvica).
Indicaciones fetales
- Gestación múltiple (primer feto de nalgas, cuello cerrado, etc.).
- Malformación del feto que dificulta el trabajo de parto.
- Placenta previa oclusiva total.
- Situación transversa u oblicua.
- Feto de nalgas.
- Prevención de infección fetal por infección del canal de parto (VIH, herpes, condilomas, etc.).
Podría considerarse «indicaciones» fetales circunstancias en las que hay un alto interés fetal, como esterilidad de varios años con diversos tratamientos en los que finalmente se consigue un embarazo, o situaciones de muertes fetales previas, repetitivas.
Cesárea de urgencia
La decisión se toma una vez iniciado el trabajo de parto o antes del inicio del parto. No puede haber retraso entre la decisión de cesárea y su realización.
- Prolapso de cordón umbilical.
- Desprendimiento prematuro de la placenta.
- Placenta previa con abundante sangrado.
- Sospecha de sufrimiento fetal.
- Sospecha de rotura uterina.
Indicaciones durante el trabajo de parto
La cesárea se realiza una vez iniciado el trabajo de parto, alcanzada una dilatación concreta con bolsa rota y al menos dos horas de contracciones uterinas adecuadas.
- Cabeza del bebé demasiado grande para pasar a través del canal del parto normal.
- La posición del bebé impide el paso normal por el útero.
- Sufrimiento fetal.
- Dilatación del útero insuficiente.
- No existe progresión del parto.
- Placenta desprendida.
- Cesáreas anteriores.
- Que la madre tenga en el momento del parto un herpes genital.
- Tumores en el canal del parto.
- Nudos o vueltas en el cordón umbilical que puedan rodear el cuello del niño.
- Embarazo múltiple.
- Enfermedades maternas.