Qué es la monitorización o test basal no estresante
El bebé puede estar conectado al monitor mediante un electrodo
Tu bebé está muy próximo al parto y el ginecólogo controla el latido cardíaco y las contracciones uterinas mediante la monitorización. Esta prueba, conocida popularmente como "monitores", se realiza en las últimas semanas del embarazo para comprobar el bienestar fetal.
Monitorización externa o test basal no estresante
Es un método de evaluación del estado fetal antes del parto. Se realiza en la sala de urgencias, en las salas de fisiopatología fetal o en las salas de preparto, pero no suele emplearse en el paritorio, donde lo más comúnmente usado es la monitorización interna. Se aplican dos cintas sobre el abdomen de la gestante y se registran en un papel por un lado, parámetros de bienestar fetal y por otro lado, las contracciones uterinas.
Esta prueba no es dolorosa y está indicada en los embarazos de alto riesgo obstétrico o en los embarazos normales a partir de la semana 40. La prueba suele durar unos 20 a 30 minutos y la gestante se coloca tumbada boca arriba o de lado para no marearse.En el paritorio, se utiliza la monitorización externa en los casos de las inducciones de parto en las que el cuello está muy poco modificado, es decir, está muy posterior, largo y no puede introducirse ni un dedo (no está permeable). También se utiliza en las gestaciones gemelares, donde se realiza monitorización interna al primer feto (el que está más abajo) y monitorización externa al segundo feto (el que está más arriba).
Monitorización interna del bebé
Se realiza en el paritorio cuando una mujer está de parto. Es necesario un tacto vaginal, mediante el cual se procede a la rotura de la bolsa amniótica (en el caso de que no se haya roto espontáneamente) y posteriormente se introduce una cánula para registrar las contracciones uterinas y se coloca un electrodo en la cabeza del bebé para detectar su latido cardiaco. Este procedimiento puede resultar doloroso por la propia exploración vaginal que conlleva, ya que se realiza al inicio del parto cuando el cuello uterino está muy hacia atrás o posterior.
A veces puede salirse alguno de los catéteres o soltarse el electrodo fetal por lo que hay que volver a monitorizar a la mujer durante el periodo de dilatación.
Enema antes del parto, cada vez menos
Previa a la monitorización interna, le pondrán a la mujer un enema. Esto es un gel que se introduce a través del ano para limpiar el recto de su contenido fecal. Para que el vaciamiento sea correcto, es necesario esperar unos minutos tras su aplicación.
Respecto a las nuevas tendencias que están surgiendo en contra del enema, debe indicarse que su empleo puede favorece la salida del feto al disponer de más espacio en el canal del parto, que a veces se encuentra reducido por el bolo fecal en la región anal y la ampolla rectal. Además, debe emplearse por higiene, ya que en el momento del expulsivo se pueden expulsar heces que impregnen al bebé. Posteriormente al parto, es importante no hacer deposición en las primeras 24 horas para no distender los puntos de la episiotomía. Por regla general, en mujeres con enema previo al parto, la primera deposición no suele producirse hasta que no han pasado 24 horas tras el parto.
El enema no resulta doloroso, a no ser que existan hemorroides grandes. Las auxiliares que aplican el enema lo hacen con cuidado y sobre todo con mucha experiencia.