Los primeros días del bebé son clave para su salud intestinal
Influyen en el desarrollo de la microbiota del niño
La herencia genética y el ambiente en que se desarrolla el bebé durante sus primeros días son piezas clave para su futura salud intestinal. Ambos factores tienen una gran influencia en el desarrollo de la microbiota (conjunto de microorganismos que colonizan especialmente el intestino del bebé), según se desprende de un estudio realizado en Estados Unidos y publicado en la revista científica “Nature Microbiology”.
Los resultados de esta investigación apoyan la idea de que la microbiota intestinal puede tener un efecto en el sistema inmunológico de las personas y servir como escudo frente a enfermedades o infecciones. Llamó la atención de los dos laboratorios investigadores la presencia de una cepa de lactobacilus muy presente en los análisis y que se asocia a niveles altos de células T (beneficiosas para el sistema inmune).
Los expertos estudiaron más de 50.000 variaciones genéticas en ratones e identificaron más de un centenar de fragmentos que afectan a los microorganismos del intestino. Estos genes son muy parecidos a los que están involucrados en el desarrollo de enfermedades en el hombre como la celiaquía, la enfermedad de Crohn o la diabetes.
Qué es la "huella microbiana"
Se estudiaron 30 cepas de ratones, alojados en dos espacios separados y con diferentes ambientes en sus primeras cuatro semanas de vida. Antes de llevarlos a un tercer espacio, se analizaron muestras fecales de cada roedor. La conclusión es que el lugar donde estuvieron alojados los roedores en primer lugar marca la “huella microbiana”, que influirá en su salud futura. Lo sorprendente es que esta huella microbiana pasó a la siguiente generación.
El primer contacto que tiene el bebé con microrganismos intestinales se produce en el parto, a través de las bacterias vaginales y anales de su madre. Si el parto es por cesárea, el niño tendrá en sus primeros días de vida una microbiota más pobre, formada por las bacterias de las manos del personal sanitario. El objetivo de este estudio es diseñar dietas adaptadas a los genes a las diversas microbiotas para mejorar el proceso digestivo y evitar la aparición de ciertas enfermedades.